jueves, 7 de septiembre de 2006

Entre Karl Marx y san Ignacio de Loyola

Hoy pensaba escribir sobre un libro que duele: “Miserias de la guerra”, la novela que le prohibió la censura a Pío Baroja en 1951 y que ha permanecido inedita hasta ahora. Pero, como duele, hay que leerla despacio, y aún voy por la página 103 de las 351 que tiene, y, además, soy incapaz de comentarla, así que me voy a limitar a transcribir algunas frases de estas primeras cien páginas. Esta será mi aportación a la campaña por la recuperación de la memoria. Para situaros añadiré que aún no he llegado al 18 de julio del 36.

p. 12: “Las sesiones del Congreso demostraban la desunión completa de los partidos y la lucha de las más bajas y vulgares ambiciones (…). No se vislumbraba, entre los perspicuos del país, ningún hombre capaz de gobernar y poner orden en tal confusión.”

p. 18: “La lucha en la calle de los falangistas con los rojos de verificaba ante una policía que no se enteraba de nada.”

p. 19. “Se ve que en procedimientos no se diferencian en nada revolucionarios y reaccionarios. Practican las mismas violencias, las mismas arbitrariedades, aunque hayan prometido no emplearlas.”

p. 23. “Yo he oído decir a un orador aparatoso español, Vázquez Mella, hace años en un banquete, que se había encontrado la diecisiete prueba matemática de la existencia de Dios.

p. 40. “Otro de los gritos que se oyó entre las mujeres era este slogan un poco raro:

- ¡Hijos sí, maridos no!

No se comprende qué ventaja podría tener eso para las mujeres. La ventaja sería para los hombres, sobre todo para los despreocupados.”

p. 44. “Toda la lucha de socialistas y fascistas se iba convirtiendo en un duelo de chulería o de apachismo. En España el obrero tiende con facilidad al chulo y el señorito también.”

p. 47. “Hay que ser muy torpe de cabeza para pensar que se puede hacer una modificación profunda de la sociedad, y convertir en poco espacio de tiempo la vida de todo el mundo en un paraíso. Es la misma utopía de los religionarios antiguos, el mismo anhelo la misma fe en las palabras.”

p. 51: “La diferencia de esta guerra con otras civiles también españolas, se encuentra en que en la actual, la cantidad de muertos ha subido de una manera extraordinaria, en lo demás esta no tiene ni originalidad ni grandes figuras.”

p. 53. “Hay muchos síntomas para pensar que España no ha sabido encontrar una fórmula buena para su vida. (…) ¿Es que se trata de un país ingobernable o de un país mal gobernado?

p. 54. “No hay políticos republicanos que valgan

p. 57. “Era la neurosis colectiva de un pueblo ignorante, mal alimentado, que se entregaba al histerismo e iba unas veces a rezar con fervor a una imagen de madera y otras veces quería quemarla.

p. 59: “La multitud es siempre brutal, sea de las ideas que sea. El hombre es cada vez más miserable. No mejorará nunca. Su brutalidad no se agota.”

p. 59. “En un pueblo histérico, débil y mal alimentado, y con una educación deficiente y clerical, todo es posible.”

p. 61. “Cuatro años después esa misma gente que quema conventos, según me escriben, va a las iglesias con fervor y hace cola en las calles para ver al Cristo de Medinaceli.

p. 71. “La República comenzó aquí con las clásicas pedanterías de los revolucionarios. Decretó la abolición de la pena de muerte, y luego ha resultado que no ha habido en España época en que se haya matado más gente.

p. 86. “Figúrese usted qué perspectiva. Entre Karl Marx y san Ignacio de Loyola.”

p. 90. “Comenzaba a manifestarse ese estado de que habla Hobbes: Bellum omnium contra omnes, y a revelarse el fondo de alegría y de ferocidad que hay en las capas inferiores del hombre.”

p. 92. “¡Desventurado país! Sus guerras civiles no le han dado la experiencia que debía tener.”


Pregunta filosófica: “Guíame tú que yo ya no veo”. Estas fueron las últimas palabras de un filósofo. ¿De cuál? ¿A quién iban dirigidas? ¿Qué ocurrió después?

47 comentarios:

  1. Ha(s) sido "abducido" por mis lectores de sumarios RSS.

    Y esta anotación ha sido debidamente reseñada, así como la bitácora en sí.

    - Un saludo -

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  2. Queda meridianamente claro que los españoles estaban mal alimentados y que un día rezaban el rosario y otro quemaban conventos.

    Adoro a don Pío, pero a veces es demasiado reduccionista. Sin embargo no deja de tener razón en muchas de sus observaciones.

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  3. Estoy con Alicia (Sra. Liddell) en lo del reduccionismo de Pío Baroja que cuando emite opiniones del tipo de las que se presentan en este post, lo hace de manera simple y malhumorada. Unos españoles irían a rezar el rosario y otros a la quema de conventos, y otros ni a lo uno ni a lo otro sino que estarían detrás de los cambios que la República pretendía aportar e imponer, o por el contrario.
    Sugiero (voz que clama en el desierto) que se lean las memorias de Manuel Azaña, espléndidas todas ellas, incluso aquellas que secuestró Franco y que se quedó por despiste su hija Carmen. En ellas aparece un hecho clarísimo y creo que fundamental del que se habla poco: es la continua apelación, por parte de todos, a la violencia y a la muerte propia o ajena, dentro del lenguaje coloquial, en los discursos del Congreso, en la prensa, etc. El clima de violencia en la República empieza en la palabra y en su ánimo vindicativo. La palabra es terrible según se use y crea escenarios. Y también cabe tener en cuenta unas declaraciones sinceras de Tomás Garicano Goñi para un documental emitido por la 2, en las cuales decía "es que no nos podíamos ver, era visceral el odio".
    Sinceramente, no creo que los Píos, con la enorme diferencia entre Baroja y Moa a favor del primero, puedan aportar nada sobre aquello, y menos escrito a bote pronto.

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  4. Yo tenía 11 años cuando murió el general Franco, así que no tengo un conocimiento de primera mano de la II República y la guerra civil. Lo que he leído, y sobre todo lo que oí a mis mayores, me permite inferir que durante esos años se desató la barbarie cainita en España, en ambos bandos. Buenos es recordar, para no reeditar. Me temo que lo que se quiere hacer hoy es otra cosa, mucho más indecente. Algunos grupos (que no deseo identificar) no creen en la reconciliación nacional. Peor para ellos. "Españolito que vienes al mundo..."

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  6. Sobre memoria histórica, os recomiendo la siguiente referencia, acerca del anarquista Melchor Rodríguez:

    http://www.solidaridad.net/articulo3741_enesp.htm

    Vía:

    http://almargendelosdias.blogspot.com/2006/09/melchor-rodrguez-castigado-sin-calle.html

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  7. Entre abril de 1931 y julio de 1936, la violencia era epidérmica y las quemas de iglesias hechos aislados perseguidos por la ley en la medida de sus posibilidades.
    Cabe conocer las leyes que dieron al traste con las posibilidades de la República, que fueron las que soliviantaron a la parte conservadora que aclamaba a Gil Robles como "Jefe, Jefe", en las concentraciones de El Escorial.
    No negaré que a Largo Caballero sus partidarios le llamaban el "Lenín español". Ninguno de los dos puede ya cargar con su conciencia.

    Ley del divorcio

    Reforma Agraria (distribución de las tierras sin cultivar, sobre todo en extremadura y Andalucia)

    Ley de la Reforma militar (reducción de cuadros, equiparación de niveles entre ascensos por guerra (Africa) y ascensos por escalafón, supresión de Academias Militares, cambio del sistema de estudio, cambio de ordenanzas, modernización)

    Ley Religiosa (no recuerdo el nombre exacto: relaciones entre la Santa Sede y una República laica, disminución de la financiación a la Iglesia Católica pasando estaa financiarse por sí misma, desaparición del fuero eclesiástico y ordenación de la enseñanza religiosa dentro del sistema educativo)

    Ley de Educación (cambio en los sistemas pedagógicos, construcción y puesta en marcha de escuelas Normales por toda la geografía, equiparación de sexos y enseñanza no discriminada en las aulas, etc)

    Sufragio universal (voto a las mujeres , hay que hacer cosntar que las dirigentes socialistas como margarita Neskens y Victoria kent se negaban a él porque sabían del uso que haría la Iglesia de él, como así fué en 1933, lo que unido a la e stúpida abstención de los socialistas dió paso al triunfo de la derecha.)

    Ley de divorcio, (no hay que explicarla)

    Estatutos de Autonomía: (Cataluña, Euzkakdi y Galicia)

    ¿No sorprende que estas leyes estén en estos momentos, algunas de ellas, claro, todavía en solfa y discusión?

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  8. En la república, y luego en la guerra, murió mucha gente. Pero lo que nunca entenderé es por qué se quemaban iglesias y se asesinaba a los curas y las monjas.

    Lo que me asusta es que el feroz ansia criminal de entonces aún alienta, aunque ahora estamos todos mejor comidos.

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  9. ¿Y porqué asesinar izquierdistas? La insania y vesanía se extendió. Todas las capas de la cebolla están representadas, pero detenerse en ello es no barcar sino una ingrediente del hehcho real. Si no se hubiera asesinado a curas y monjas, inocentes en el sentido que hay que dar a este término, es decir, de actos, la caída de la República se hubiera producido de la msima manera.
    Joaquín, es la construcción de un estado moderno y republicano: enemigos interiores, muchos y exteriores los mismos. No olvidemos que en Europa se enfrentaban los dos totalitarismos que hemos sido capaces de crear: fascismo y comunismo.

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  10. La conclusión que saco, amigos todos, es que la II República fracasó a manos de los mismos republicanos. Franco, leal a la República, lo único que hizo fue levantar acta de defunción.

    Yo también recomiendo que se lea Azaña, el de la "Velada en Benicarló", que ha tenido una excelente reedición en 2005.

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  11. Yo entiendo a don Pío. Creo que efectivante, no hubo políticos a la altura de las circunstancias. Que abundaron los políticos estetas y los navajeros, pero faltaron los inteligentes. Creo, también con él, que si Voltaire hubiese vivido en Madrid o en Barcelona unos u otros le hubiesen dado más pronto que tarde el paseíllo. Añadiré mi convicción de que haríamos bien en reconcernos más como herederos de esa tragedia que de un bando (sean cuales sean nuestras legítimas simpatías). Pero, Joaquín, donde ya no te puedo seguir es en tu referencia a Franco. Este general ha sido un cáncer para España no tanto por lo que hizo el 18 de julio, ni por lo que hizo o dejó de hacer a lo largo de la guerra, sino por haber mantenido al país en 40 años de postguerra.

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  12. Gregorio, la opinión es libre y el silencio también. No voy a añadir ni un punto ni una coma a lo que he dicho de Franco. Pero... ¿"cáncer para España"? Gregorio, he creído haberte leído que en cierto momento decidiste abandonar el pensamiento formulario.

    Lo que ya no puedo comprender es que chavales de quince o veinte años hablen pestes de Franco, por puro mimetismo. No tienen ni pajolera idea, los pobres. Sin víctimas del doctrinarismo ambiente. Lo siento, esto es lo que pienso.

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  13. Joaquín:

    Luis, Gregorio y yo misma, por edad, hemos vivido el franquismo y podemos hablar pestes de él con conocimiento de causa.

    Lo que me asombra es que alguien que no lo recuerda o que vivió ya en la dictablanda pueda justificarlo.

    Estoy de acuerdo con Gregorio, fué un cáncer para España.

    Cuando se empeñan en recobrar la memoria histórica se limitan al periodo 36-39. Pues lo que pasó entre el 39 y el 75 fue más largo, más ominoso, más terrible. Este país quedó sepultado bajo una capa de miseria económica, moral y social.

    En fin, no sigo, que no quiero contar las batallitas del abuelo Cebolleta.

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  14. Alicia, gracias por tus precisiones. En modo alguno quiero que se me malinterprete mis opiniones sobre el régimen de Franco. Recuerdo que de niño me decían, sobre política: "de eso no se habla", pero eso no es bastante para concluir que fue un "cáncer". Tan sólo digo que desde un punto de vista intelectual, es decir, desapasionado, hablar en esos términos es una simplificación, a mi parecer inadecuada. Tuve un profesor de Derecho Político, demócrata de los tiempos heróicos, que se abstenía de hablar del régimen de Franco porque no teníamos distancia suficiente para hacer historia. Me doy ahora que es así, porque Franco (a diferencia de Azaña, por cierto, ya redimido por el tiempo) sigue siendo motivo de división. También me parece sangrante (pero inútil) que se quiera perpetuar en los jóvenes una visión partidista de nuestra historia reciente.

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  15. Sin haber vivido ni la guerra ni la dictadura de 40 años encuentro que "hablar pestes de Franco", cómo hacerlo de Hitler o de Stalin o de Fidel Castro o de etc. muchos, es, no solamente legítimo, sino un acto de obligada higiene mental. Condenar la dictadura es una cuestión de base en el pensamiento democrático, no un lujo exclusivo del historiador o el reprimido por ella.

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  16. He iniciado varias veces una respuesta a tus palabras, Joaquín, y me cuesta encontrar el tono adecuado. Pero Farrancab me ha convencido: La ecuanimidad intelectual ante la barbarie es un acto de cobardía moral. Insisto: puedo entender al Franco que al llegar a Sevilla besa la bandera republicana e incluso (aunque me cuesta más) al que dirige uno de los bandos fratricidas. Al que no puedo perdonar es al que prolonga la guerra contra el vencido durante décadas: Esto es la barbarie. Y en este sentido tampoco puedo perdonar la colaboración de la iglesia católica en la propagación de la idea de que "la espada más limpia de occidente" era un enviado divino.

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  17. "Lo que ya no puedo comprender es que chavales de quince o veinte años hablen pestes de Franco, por puro mimetismo. No tienen ni pajolera idea, los pobres. Sin víctimas del doctrinarismo ambiente. Lo siento, esto es lo que pienso."

    estoy completamente de acuerdo con este comentario. y refuto el de ferrancab: si no han conocido o vivido a hitler ¿qué demonios critican?
    y tú mismo, gregorio, tanto y tanto comentar a platón, o de marx o de ignacio de loyola ¿acaso le has tratado?

    y por último: "Tuve un profesor de Derecho Político, demócrata de los tiempos heróicos, que se abstenía de hablar del régimen de Franco porque no teníamos distancia suficiente para hacer historia" ¡¡¡eso es lo que me pasa a mí!!! ¡¡¡nunca voto porque creo que en el momento no tenemos la perspectiva suficiente para opinar ni decidir sobre según qué asuntos!!!

    j. prudentísimo varón

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  18. Al "prudentísimo varón anónimo": una cosa es abstenerse de hacer historia (que requiere distancia y desapasionamiento) y otra abstenerse de opinar políticamente, o de votar.

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  19. Gregorio, gracias. Amo la libertad y la democracia, y por eso no me gustaria ver reeditada la segunda república, bajo forma de "tercera república". En esto soy de talante orwelliano.

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  20. en efecto, joaquín, pero a opinar políticamente sobre el franquismo yo no lo considero "hacer historia".

    j., no tan prudente, era una exageración, claro.

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  21. Gracias, j.

    Gregorio, el régimen de Franco fue una dictadura, con presos políticos y fusilados hasta el último momento. No había libertad, se imponía la religión, etc. etc. etc. Pero me parece una notable falta de comedimiento intelectual calificarlo de "barbarie", situándolo al mismo nivel que Hitler o Stalin. No puedo aceptar por tanto que aquí la ecuanimidad sea un acto de "cobardía moral".

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  22. Como democrátas e ilustrados que somos, deberíamos pregntarnos porque a tantos de nuestros abuelos político-ideológicos se les heló la sangre con la República, hasta el punto, algunos, de apoyar a Franco (Cambó, por ejemplo). Las memorias de Azaña todavía no las he leído, pero sus diarios de guerra, sí, y son desoladores: un hombre solo y agotado, harto de casi todos los compañeros de hazañas. La soledad de Besteiro también es emblemática dentro del socialismo patrio. No creo que debamos mirarnos en este pasado tan tétrico. Los comunistas y los socialistas que les hicieron el juego eran tan totalitarios que se abrazaron entusiasmados a Stalin. De los anarquista, qué quecir que no se sepa, "Qui la fai que la pagui", se decía ya entonces en mi tierra. Y del persistente y siempre ridículo empeño en proclamar -y desproclamar rápidamente- un estado catalán
    mejor correr un tupido velo.
    Me repugna Franco -un criminal de guerra y un asesino de estado-, pero nunca soy tan determinista con la historia como cuando miro la II República.
    Del Impio (cómo le llamaban los católicos) Baroja, por el que tengo na gran simpatía, resalto esa percepción terrible de una alegría salvaje. Recuerdo una foto de unos milicianos serbios armados hasta los dientes antes de que la guerra de Yuguslavia própiamente dicha estallara: Alegría salvaje que no auguraba nada bueno; me dije, "coño (con perdón), esto va en serio".
    Por cierto, hace unos días se publicaron tres artículos (ABC)de Varela Ortega sobre el peligro de denostar y borrar la transición y su pacto consttucional, imitando como farsa la tragedia de la República, magníficos los tres.

    Lola

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  23. ABC parece empeñado en ser un digno periódico de derechas. Sin complejos y sin aspavientos. Es de agradecer, aunque me cuentan los que saben que su moderación enaltece las veleidades de Pedro J.

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  24. Creo que la higiene mental que por ahí se cita, es conveniente siempre desde el conocimiento de los hechos, y el posterior debate si cabe.

    1 - La república nació ilusionada y los políticos de la época la destrozaron:
    a/ los que querían volver a la monarquía (situación retro)
    b/ los que pretendían gobernar una república moderna y civilizada (sugo recomendando su lectura sin acritud y con inter´´es: situación occidente democrático)
    c / los que pugnaban por la construcción del Estado Fascista (en boga en Italia, Alemania, Checoeslovaquia, Hungría y otros lugares)
    d/ los que pretendían hacer la revolución (fracasada en Alemania 1919 y vigente en la URSS )
    e / los militartes y los que le llamaban a salvar al pais, divididos en "africanos" procedentes de la guerra de Marruecos y los de escala.

    e / En lo que todos estuvieron de acuerdo menos los monárquicos, aunque si Alfonso XII (un desastre absoluto) es en que la monarquía debía esconderse y reposar (por cierto en Roma bajo la hospitalidad de Musolini)

    f / La Iglesia fué beligerante desde el principio hasta el Cardenal Tarancón y los que nos acordamos nos acordamos. Beligerante al extremo de que durante la Repúbliuca cabe estudiar el contenido de las predicas desde los púlpitos y las homilias del Cardenal Segura.

    El pueblo llano pasó de la ilusión a la incomprensión.

    En 5 años la República trató de hacer una Constitución y pactar las leyes básicas, de las que heexpuesto anteriormente algunas.

    Los generales se alzaron contra un régimen al que habían jurado dfeender. Franco entre otros desde su puesto de Capitán General de Canarias.

    LOs generales, en la mayoría se alzaron por la monarquía. Franco no quiso. Tampoco al fascismo, al que convirtió.

    Se instaló el terror en la mal llamada zona nacional. Sacas y fusilameientos indiscriminados. los primeros los militares fieles a la República que fueron extrañamente acusados de desafectos al Movimiento Nacional.

    Se instaló en la mal llama zona roja producto de la insanía de los salvajes de los partidos revolucionarios, las checas propias, las cárceles del puieblo y los juicios sin juicio.

    Acabada la guerra Franco se convirtió en el amo y señor.

    Empezó la posguerra: Argentina y Chile juntos con Videla y Pinochet no alcanzan lo que fué esto.

    Y ahora: los jóvenes que como no han visto no saben, para ellos harán. Lo nejor en la vida es enterarse, lo otro es ingenuidad por aplicarle un nombre suave.

    Y una pregunta: Si nosotros hubiéramos estado el 14 de abril de 1931 en posición de scoger ¿que hubiéramos hecho? ¿Y el 18 de julio?

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  25. Tan sólo comentar, después de leer a Lola, que estamos cometiendo una curiosa confusión. Azaña, que yo sepa, no escribió nunca unas "memorias" (si no consideramos tal cosa la novelita "El jardín de los frailes", donde evoca su internado en El Escorial), sino que llevó un "diario" de su ejecutoria pública, al modo ilustrado, que conocemos como "diarios políticos y de guerra".

    Creo que merece la pena leer su "Velada en Benicarló", una suerte de diálogo humanista, en que diversos personajes (que encarnan diversos tipos de la república, incluído el propio azaña) discuten las causas y derroteros de la guerra, huídos en Valencia. Para mí es la mayor expresión del fracaso de la república.

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  26. Y no me abstendré de responder a Luís. No puedo contestar los hechos, que son los que son. ¿Qué hubiera hecho yo el 18 de julio? ¡Qué sé yo! Oí lo que me contaron mis abuelos (se entiende, los sobrevivientes). Habría hecho lo que cualquiera entonces, lo que me tocase, porque la guerra le vino fatalmente encima a los españoles.

    Yo he leído con gran atención la historia de la segunda república y de la guerra, porque aunque yo nací en el año que se celebraban los "25 años de paz", lo he sentido como historia propia, porque lo he oído relatar a mis mayores. Me toca fibras sensibles. ¿Y a los chavales de hoy otro tanto? Me permito dudarlo.

    Mi queja, sin embargo, no viene de la historia, sino de que, no se sabe bien por qué, "alguien" ha decidido que está bien que nos volvamos a echar los respectivos muertos a la cara, en lugar de dejarlos reposar en paz. Y volvemos a algo tan cainita como el "ojo por ojo y diente por diente". Y decimos que Franco era un criminal de guerra. Franco está muerto, pero ¿habrá que recordar a otros notorios y repugnantes criminales de guerra que aún viven?.

    En una nota más arriba, os he facilitado enlace donde se recuerda la historia de Melchor Rodríguez, anarquista sevillano, que fue nombrado Director General de Prisiones en plena guerra. Es recordado porque cortó en seco las celebres "sacas" en las prisiones madrileñas, hasta el punto de padecer la injuria de quintacolumnista. En mi sensibilidad de jurista, creo que uno de los más repugnantes crímenes de guerra son precisamente las sacas, es decir, asesinar en masa a los prisioneros de guerra.

    Yo no he vivido la guerra, pero os aseguro que, precisamente por conocer la historia, siento una gran tristeza por el derrotero y clima enrarecido que estamos sufriendo hoy en España.

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  27. Esta pregunta es inquietante, Luís. Desde mi manera de ser i de pensar actual, el 14 de abril me habría quedado en casa a verlas venir, quizá saboreando un buen xampany, no por lo que venía, sino por todo lo miserable que dejábamos atrás (por cierto, es lo que hice cuando ganó el tripartito por estos lares). El 18 de julio, imagino (es puro deseo) que ya me habría largado a otra parte.
    O a lo mejor, no. A lo mejor todavía me quedaría un algo de heroísmo para luchar a favor del único resquicio de posibilidad incipiente y poco probable de democracia, es decir, la República.

    Voy a leer las memorias de Azaña; tengo un gran respeto por Azaña y ¡cómo escribe de bien!

    No he pretendido decir que no hay que saber; al contrario. Lo que no hay es que repetir.

    Me acuerdo de todo, del franquismo. Era una niña
    que coqueteaba en círculos cercanos a los de Puig Antich. Ni olvido ni perdono. Por eso agradezco tanto la transición, que abolió la pena de muerte y abrió de par en par las cárceles.

    Me has provocado, que conste; pero la culpa es mía. No sé si era Novalis, creo que no, pero alguien decía que hablar de uno mismo es siempre hacer lírica.

    Lola

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  28. Creo por la lectura de algunos comentarios que no se me ha entendido bien. La higiene que proclamo no es un posicionamiento a favor de la República ni una defensa de la ecuanimidad moral. Para mí, joven y de limitados conocimientos históricos, la condena a la dictadura franquista es algo que nada tiene que ver con la apologia de la segunda República. Me parece simplemente imprescindible criticar todo régimen totalitario sin por ello tener que asumir la falacia de falsa oposición sobre la que se suele fundamentar el debate histórico; o sea el con Franco o con la barbárie republicana. Es por eso que poco puede cambiar mi posicionamiento con el conocimiento de pormenores o pormayores históricos puesto que es un posicionamiento apriorístico. Qué decir sobre el comentario del cándido anónimo! Tampoco yo soy judío ni víctima de la cámara de gas y me sigue pareciendo atroz el nazismo. Creo que a eso se le puede llamar conciencia moral.

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  29. No te había leído tus comentarios cuando he colgado el mío, Joaquín. En todas partes, hubo personalidades magníficas que intentaron hacer el bien.
    Criminal de guerra, aun vivo... si te refieres a Carrillo, pues sí, dónde hay que firmar. No sabes cómo me repugnan también. Pero si hay que enfriarlo, hay que enfriarlo para todos.

    Lola

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  30. Franco no fue totalitario; no voy a decir lo que fue porque me faltarían insultos, pero totalitario, no. El germen totalitario estaba en la falange y como decía Luis, Franco los dejó a un lado. De ahí el cabreo de Ridruejo y otros, que luego, mira por donde, se decían demócratas.

    Lola

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  31. Pero Joaquín, no creo que el problema sea quien mató más y mejor.
    Yo no pretendo echar los muertos a la cara a nadie. Si partimos de la base de que la guerra civil cobijó a múltiples asesinos y como dices bien no est´çan todos condenados, no todos, claro que no, muchos ni siquiera juzgados por la historia, que no bien que quiere decir eso, bien, si partimos de aquella base, los hechos que condujeron a la guerra son los que interesan. Cada vez que los expongo, volvemos a los muertos, pero yo Joaquín, hablo de hechos, de las leyes que se intentaron aprobar, de las circunstancias históricas, tan complejas a nivel internacional, de las variables en españa con veleidades totalitarias. Yo hablo de eso y se vuelve a hablar de los muertos. Enterrados están aunque entiendo que unos quieran enterralos mejor, por ejemplo sin que sobre sus abuelos pesen penas de traición por haber sido leales a la República, y de muerte por fisuilamiento, por ejemplo. Me parece normal, porque ahora se puede y antes no. Negar la memoria de las familias es continuar negando la memoria que la dictadura borró. Cada cual tiene sus razones, persona a persona.

    Franco: fué desleal en todo, con la República, con los suyos falsificando un acta de la Junta de Gobierno redactyada por su hermano en el Aeropuerto de Salamanca y con los españoles a los que sojuzgó convencido de que él era la única persona mayor de edad en este pais. Desleal y traidor.

    Creo que interrumpir con 40 años de dictadura un proceso que intenta encontrarse en democracia, puede considerarse cáncer, o verguenza para una sociedad que no tuvo porque ser tratada así. Así lo siento y así lo escribo.

    Tioenes razón: Azaña escribió cuadernos desde antes de la guerra, de hecho desde 1931 hasta 1939, además de como bien decir "El jardín de los frailes", Ensayos, discuros, una novela primemriza (bastante mala) que se tituló Fresdeval, artículos periodísticos y "La Jornada de Benicarló" que es su testamento intelectual para con esta guerra, el más desgarrado testimonio sobre el fracaso de la República. Pero fué un intelectual como la coipa de un pino, satanizado, prohibido, pero tal vez el gran intelectual desde las reuniones de San Sebastián hasta su marcha a Francia, abandonando la Presidencia de la República, en un gesto que es patéticamente demoledor.
    Y con respecto a una afirmación de Lola, quiero decir algo: Cambó no se puso al lado de Franco, como se pretendió: se fué a la Argentina y delegó aquí su representatividad. Cambó era de derechas y pactista si valía la pena. Pero atención a los hechos. Y otra cosa sobre los políticos: ningun intento democrático puede aguantar la presión de la sinrazón y el radicalismo. Hubieron muchos políticos, buenos y honestos. Carrasco i Formiguera, por cierto, católico, equivalente a la democracia cristiana al que Antón Canyellas reivindicaba como su antecesor en la época de las primeras elecciones, abandonó Cataluña y marchó a Burgos, donde, porbre de él, fué fusilado por Franco por separatisto.

    Aunque me excedo en uso de la palabra, claro que siempre puede no leerse lo que escribo, sigo recomendando "El laberinto español" de Gerald Brenan y "La Historia de la guerra civil española" de Hug Thomas.

    Disculpadme este extenso comentario, pero como dice Alicia, nosotros sí vivimos aquello.

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  32. Ayer cité al falangista Jesús Fueyo Álvarez. Voy a volver a insistir en su nombre. Este intelectual del "régimen" contaba que habiendo iniciado un discurso sobre teoría política ante el Generalísimo, éste lo interumpió preguntándole: "¿Y qué es la política, profesor Fueyo?". Antes de que el intelectual orgánico se repusiera de la sopresa, Franco le respondió: "El servicio al bien común de los españoles. ¿No cree usted?". Pues bien alguien que cree que se sirve al bien común de los españoles de manera sanguinaria es, simple y llanamente, un tirano. Y fueran cuales fueran las miserias de la República no fueron, de ninguna manera, tan atroces, como para merecer las atrocidades de Franco. Insisto: su crueldad tiránica reside en su ensañamiento con el derrotado. A eso se le llama sadismo. Y cuando se cree, además que se hace por el bien del pueblo español, es que uno está tan fuera de la realidad que merece el tratamiento psiquiátrico reservado a los megalómanos.

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  33. Yo, me apunto a las tesis de ferrancab, que intuyo que somos de la misma generación.

    Un comentario alejado de las profundidades de los otros comentarios; para mí es incomprensible ver nombres de calles dedicadas a Generalísimos y a Generales. Es un pequeño detallito, pero sumado a otras cosas que se oyen (y no precisamente en este blog) intuyo que la Transición padece aluminosis.

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  34. Lola ha nombrado a Santiago Carrillo, polémico "doctor honoris causa" por no sé qué méritos. Yo no puedo juzgar su ejecutoria histórica, debe ser él quien confiese.

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  35. Subal79 soy yo, vamos; me he equivocado. Saludos a tutti.

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  36. No, no, Luís, Cambó sí se puso, no en cuerpo, pero en alma y en bolsillo al lado de Franco cuando el alzamiento. Evidentemente, no fue un franquista nunca, pero tenía muy clara su opción. Un íntimo suyo, fundador también de la Liga y preso por catalanista en su momento, montó -nada menos- desde Francia uno de los servicios más eficaces de espionaje del bando nacional. Por cierto, magníficas y durísimas sus memorias, de Cambó quiero decir.

    Lola

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  37. Si, Lola. Franco estaba en la dirección de los intereses de Cambó, pero él en persona se excluyó (a diferencia de March) de la cercanía. Es un matiz, aunque probablemente intrascendente. Pero ya que hablamos de políticos, a mi me sacude un estertor agónico cuando oigo decir (a Maragall por ejemplo en su etapa de alcalde) elogios sobre Porcioles, que en un momento hace unos años se pudieron muy de moda. Que pocos franquistas de bien han sido, en realidad!

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  38. Lola: desde el punto de vista de Hanna Arendt Franco no fué totalitario, fué el último espadón del XIX pasado por el momento histórico del XX. Lo que le pasó es que tuvo a muchos aliados cuyos intereses coincidieron con su golpe de autoridad.

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  39. Exacto Luís. El de Arendt es el punto de vista que yo adopto, me parece muy consistente. Era un militar. No dejó un país desolado; dejo un país bastante cercano (no políticamente, claro) a Europa. El mismo Tarradellas lo reconoció en la década de los 60, a poco de pasar la frontera clandestinamente y fugazmente para ir al cementerio en donde acaban de enterrar no sé si a su madre o padre.

    Lola

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  40. Lola: siempre he pensado en que el país que dejó, no lo dejó, sino que lo hicimos trabajando todos y se quedí aquí cuando el se fué. ERs que si después de 40 años de dictadura, en Europa, y en las condiciones de guerra fría en que estábamos, nos deja Haití, apaga y vámonos. El dejó un pais sin instituciones en un mundo que rechazaba. Franco fué un accidente de la Historia de los que esta España ha tenido tantos que ya debería haber aprendido. En esto, pienso, leer a Ortega es de sabios.

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  41. Totalmente de acuerdo. Arendt por cierto hace mención de Franco. Irónicamente dice que él y otros si no eran totalitarios es porque les faltaba terreno para la expansión. Porque el totalitarismo es globalizador, globalizador del cementerio. Y luego ya uno se refugio en sus fronteras, empieza a "amar" a la patria, se vuelve sentimental...(es sarcasmo, eh)

    Lola

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  42. Es posible que si Franco se empeño y consiguió durar 40 años (y 40 más de haber podido) es porque consideraba su misión reprimir lo que consideraba el origen del mal en España: la política. Para él política era la de la República y pesnsaba que mientras estuviera él no volvería a pasar. El resto era mal menor, mal menor en versión militar africanista.

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  43. p. 57. “Era la neurosis colectiva de un pueblo ignorante, mal alimentado, que se entregaba al histerismo e iba unas veces a rezar con fervor a una imagen de madera y otras veces quería quemarla.”
    Condensa los precedentes de aquel desaguisado y explica bien este asqueroso país donde seudointelectuales de salón, -claro está, progres-, cuentan su versión de lo que desconocen y para su propio bienestar egoísta cueste lo que cueste.
    Muchísimos tragaron con Franco y tragan ahora con el seudosocialismo de 'tabla rasa' que su masa pretende imponer.
    La inmensa mayoría de la población no sabía leer ni escribir y, como ya se ha dicho, el golpe de estado a la segunda república, golpe promovido por malos perdedores, -como no se ha dicho- sembró las raíces (más cercanas) de la cruenta reaccion del 36 y los 40 sanguinarios años posteriores, (aunque sin ser los de Pol Pot, Mao, Hitler...)
    Bajó Azaña de un coche para dar un mitin en un pueblo murciano y al oir a la masa 'hispana' decir 'abajo con los burgueses' (¿cuántos habría ahí mismo?) les dijo a los más cercanos 'pero hombre, que soy un burgués'.
    Hay casos de este esperpéntico jaez a montones.
    Los cultos,en su mayoría, pudieron salvarse; los espabilados se exiliaron y hubo quienes volvieron como 'indianos';los (?) rojos y los (?) fachas se hincharon a sopas, mugre y miseria moral, entre la delación y la hipocresía; el pueblo, inculto por histórica definición, se mató entre sí y sin saber por qué.
    Todo fue producto de la miseria moral que este país, sobre todo entre las capas intelectualmente más bajas, lleva a gala. Esta 'península' siempre ha sido tierra de envidias irracionales, señoritos cutres, boinas zafias y mucho aprovechado. Una tierra de machistas irredentos, ufanos de ni saber leer ni escribir, afiliados al 'dame pan y dime tonto', amigos de quien tiene dinero y desdeñosos de quien lee libros.
    No profundizar en los siglos precedentes, -sí, en los siglos precedentes-, es incurrir en una parcial valoración de lo que fue aquello:la irracionalidad por sí misma, que derivó en el miedo, la sangre y...otra vez el miedo.
    Hay que perdonar todo, todo¡
    Pero también hay que, si nó olvidar quienes lo vivieron, sí evitar que los más jóvenes conozcan tergiversaciones de lo que fue una inmensa irracionalidad, que salvo por fanatismos personales (todos emocionalmente justificables), es parte, a nuestro pesar, de la ponzoñosa herencia de la historia de esta 'piel de toro'.

    A mi bisabuelo paterno, vicepresidente socialista de diputación y contrario a la entrega de las armas al pueblo, se lo cargaron milicianos del POUM. A mi abuelo materno, pobre mercero en un poblachón manchego, iletrado y con dos hijas y tres hijos, lo mataron junto al mayor por 'pasar cerca de un mitin de José Antonio' (a quien, por cierto, dejó matar el 'cerillo' en Alicante). A mi madre, con seis años la llamaban puta; a mi tía, mi segunda madre, con doce, le echaron aceite hirviendo en la cara; a su hermano mayor, cabo gastador de la guardia de Azaña, lo quisieron fusilar en Barcelona los del bando (¡¡¡¡¡) rojo; se escapó a Francia de donde lo devolvieron a Bilbao. Allí los del bando (¡¡¡¡¡) azul lo encarcelaron.Finalmente lo quisieron fusilar, ya en el 39, hasta que mi padre, inteligente republicano pero algo ilustrado a la vez que mal visto por los franquistas, consiguió que le indultasen.El cuarto hermano se perdió por Guinea y regresó con unas fiebres por las que fue ingresado , por no mucho tiempo, en un siquiátrico.

    En fin, esta no es mas que una historia como las de otros miles de personas que, para su desgracia, lograron sobrevivir en esta tierra donde la masa domina al individuo, donde el robo 'fino' es alabado y el trabajo silencioso pastos de chanzas, mofas y befas, donde la envidia brilla por su exceso, donde el partidismo conveniente golpea a la razón, donde, para los más ignorantes,la humildad y la piedad son ideas exclusivas de curas y monjas...
    Je¡Como diría un bello poster de promoción turística 'Todo un país de contrastes'¡. Sí. Y de exabruptos.
    Suelo leer, no sé bien porqué, -puesto que que mi madre aún (sobre)vive tras 50 años de pastillas-, debates sobre esa putrefacta parte de la historia de este país y aquí ha sido un moderado placer. Al menos ha habido honradez intelectual y muy buen 'seny'.

    Gracias Gregorio por cómo has planteado tan, al menos para mí, laberíntico asunto.
    Cuando el dictador murió repartí pasquines por la democracia y fuí amenazado y algunas veces golpeado, algo por lo demás 'lógico' en una capitaleja de provincias.
    Peor para ellos...
    Ahora, me gustaría conocer mundo, porque este país se está quedando muy 'pequeño', encorsetado por los recuerdos que, por haber transitado por un mal sueño, difícilmente pueden ser ciertos y desatan desafinadas pasiones en un abigarrado entorno de 'tomates' televisivos, guerras virtuales y políticos que sirven para cualquier cosa menos para la polis.

    Saludos al 'barman' y a los contertulios del exquisito café de Ocata.

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  44. Gracias, Gregorio, muchas gracias. Otro abrazo.
    Ni quiero, ni puedo y ni mucho menos 'debo' llevar razón.
    Sólo he manifestado un pronunciamiento personal, como casi siempre, pues mis luces son muy limitadas, desde el sentimiento.

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  45. Sin ánimos para entrar en la discusión, y ni siquiera para leer todos los comentarios:

    De nuevo interesantísimo post. Qué impopular suena Baroja, tan independiente e incorrecto. Pero no habla de política, habla de eduación e inteligencia, que son presupuestos (inexistentes, of course) para que aquélla vaya bien.

    Un saludo.

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