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lunes, 18 de septiembre de 2006

San José de Copertino, patrón de los examinandos

Ortega y Gasset criticaba a Heidegger, y con sobrada razón, por no ver en la vida más que sus facetas trágicas o, quizás mejor, por ver en las facetas trágicas de la vida lo auténticamente relevante para el hombre. Ortega no quería desechar la comedia. La vida auténtica, la de cada uno, la cotidiana, y, por lo tanto, la más relevante de todas, es, repetía él, una tragicomedia.

Como en el Café de Ocata el camarero es ligeramente orteguiano, se empeña en variar el menú para combinar lo serio y lo trivial, sin dejar que los asuntos graves acaben expulsando a los frívolos, que, bien mirados, también tienen su punto trascendente. Así que hoy, 18 de septiembre, como es San José de Copertino, Patrón de los examinandos, va a dedicarle el post a este santo varón.

José nació el 17 de junio de 1603 en el pequeño pueblo italiano de Copertino. La suya era una familia tan humilde que vino al mundo en una cuadra. Hay quien dice que su padre se había refugiado allí huyendo de los jueces. ¡Maledicencias! Creció debilucho y tan distraído que con frecuencia se olvidaba hasta de comer. Debido a su aspecto, un tanto bobalicón, lo llamaban “Boquiabierta”. Al cumplir los 17 años solicitó la admisión en la orden franciscana, pero no fue aceptado. Vivió un tiempo como lego entre los capuchinos, hasta que fue expulsado. No sabía hacer nada y todo lo que intentaba acababa en desastre. Finalmente los franciscanos le permitieron trabajar en el establo, hasta que, debido a sus dotes para la penitencia y la oración pudo vestir el hábito de San Francisco. Pero no por ello sus luces aumentaron. Era incapaz de estudiar y menos aún de retener lo estudiado. No hubiese aprobado ningún examen sin la intercesión de la Virgen María, que solícitamente le “chivaba” las respuestas. Por eso es el patrón de los examinandos, especialmente de los que, como él, encuentran dificultades en sus estudios.

A José lo que realmente le gustaba era levitar. Literalmente volaba por los aires y con frecuencia arrastraba con él objetos muy pesados. Cuando volvía, pedía perdón a sus compañeros diciéndoles: "Excúsenme por estos ataques de mareos que me dan". Su primera levitación tuvo lugar el 4 de octubre de 1630. Estando en la iglesia del convento se elevó hasta la altura del púlpito, y permaneció un buen rato estático en el aire. A veces se tornaba ingrávido sin más ni más, por ejemplo paseando por los jardines del monasterio. En estos casos ascendía hasta las copas de los árboles o los tejados de los edificios.

Murió el 18 de septiembre de 1663 a la edad de 60 años. Fue beatificado en 1753 por Benedicto XIV, y canonizado en el 1767 por Clemente XIII. Los estudiantes y, sobre todo, los malos estudiantes, que quieran ponerse bajo su protección deberán rezar con devoción la siguiente oración:

Amable protector mío, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Esperas solamente mi llamada. Yo te prometo un mayor esfuerzo en mis estudios y una vida más digna de tu santidad.

Amén.

27 comentarios:

  1. Y bueno don Gregorio, hasta que punto el asunto de la levitación está documentado. Y dónde puedo yo informarme de todo eso porque el caso es que me interesa bastante.

    Un saludo de buenas noches.

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  2. Pues si pudo convencer hasta al abogado del diablo alguna prueba aducirían los postulantes de la canonización... Si está interesada en conseguir la levitación tiene diferentes vías: los franciscanos, un buen bacalao al pil pil, los alucinógenos ... o hasta las obras completas de Georgy Damm. Un eminente profesor de la facultad de filosofía de la Universidad de Barcelona(cuyo nombre me guardaré muy mucho de escribir) me aseguró llegó a levitar meditando en la magen del Portal de Belén (la confesión es totalmente verídica).

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  3. ¡¡¡Georgy Dammm¡¡¡
    T'as pasao...muy bueno,ja,ja,ja...
    :-))
    Estoy levitando sobre el sillón...

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  4. De momento sólo lo estoy en algún tipo de información acerca de casos documentados. Me imaginaba que usted por sus conocimientos estaría más cerca de esas fuentes que yo. Pero parece ser que no. Aunque su humor no está mal del todo. No es mal escenario :)

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  5. Mire usted, Kasandra, a mi me duele mucho tener que decepcionarla, pero a lo largo de mi vida sólo he conocido a una persona que asegurase haber levitado y por razones obvias, me temo que no podré darle su nombre. Se trata además de una persona de cierta relevancia en el mundo de la filosofía hispana. Si está de verdad interesada yo creo que los franciscanos le podrán ofrecer toda la información sobre San José de Copertino.

    Que quede claro, en todo caso, que me temo en serio a este santo ya que, debido a un problema del oído interno (una laberintitis) yo también creo levitar a veces y con frecuencia mis amigos me dicen que me voy por ramas o que ando por las nubes. Tengo, lo confieso, una cierta vocación nefelibata.

    A sus pies.

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  6. Yo le pediré al patrón de los estudiantes que me permita levitar cuando en medio de un examen me de cuenta de que me va a salir mal... así saldré del aula sin ser vista... o asustaré de tal modo a los profesores que me aprobarán temerosos!

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  7. ¿Ahora se dedica a modificar el santoral y los patronazgos celestiales? ¿Ha expulsado a Santo Tomás de Aquino?

    Es usted un iconoclasta.

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  8. Pies Diminutos: lo que debe hacer usted es rezar la oración correspondiente a San José de Cupertino.

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  9. Alicia: ¡Qué más quisiera yo que tener capacidad para modificar el santoral! Pero mi poder, gracias a Dios, es mucho más limitado. Le aseguro que no me he inventado nada. Sin embargo tiene usted en parte razón. Santo Tomás es patrón de los estudiantes, pero San José lo es de los examinandos. Estará usted conmigo que no es exactamente lo mismo ser estudiante que ser un examinando.

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  10. Alicia: Para no provocar un conflicto diplomático en el santoral, he decidido modificar el post. Pido disculpas a Santo Tomás.

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  11. tengo curiosidad por saber si en el momento de su muerte también levitaba y entonces cayó al suelo. O puesto que estaba levitando, y su destino era el cielo, siguió subiendo hacia arriba como si de un globo repleto de helio se tratara.
    Hablando de helio...qué comía?

    Por otro lado, yo estas cosas (asistencia en los examenes y tal) siempre se las pedía a Santa Rita, que según mi madre es patrona de los imposibles...pero en cuestiones de santorales mi madre tampoco es mucho de fiar, porque según ella se hubiera excomulgado de la iglesia si no fuera necesario tanto papeleo...

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  12. En mi gloriosa época, por San Tomás de Aquino no hacíamos clase. Así que, en agradecimiento, seguiré conservándolo como mi santo patrón preferido. Qué genial no hacer clase, ¿he? Yo creo que aquella alegría explosiva del alumno al que se le dice, "no, hoy el profesor no vendrá.", eso, semejante euforia, no se vuelve a recuperar jamás.

    Lo bueno del santoral es la diversidad (que dirían ahora), la tipología tan variopinta, como en un pueblo cualquiera vaya.

    Lola

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  13. Como levitar es difícil y doy fe por haberlo intentado en muchas ocasiones sin mayor éxito que el despertar con el susto a cuestas, propongo otra actividad también santa que es paralela a la de San josé de Coppertino (Santo Giuseppe en su casa).
    San isidro Labrador tenía en común con él una cierta incapacidad provocada por la pereza para trabajar, y sus campos, en las cercanías de la Villa de Madrid estaban siempre mal cuidados por mucho que su mujer María de la Cabeza, luego Santa y finalmente monasterio que alcanzó renombre en la guerra civil por una sangría despiadada que allí hubo, tratara de, por orden:
    a: despertar a su marido y provocar en él el celo del trabajo
    b: hacer ella lo que él no hacía.
    Pero era este Isidro, además de soñadopr impenitente, buen cristiano y un angel al que le caía simpático venúia por las noches a trabajarle el campo, con lo que la cebada crecía magnífica y eso hizo de él un labrador piadoso y acomodado.
    Como se puede ver por la historia, levitar y dormir alcanzan los mismos fines, así que la pregunta lógica sería: ¿que hacemos aquí trabajando tanto todos los demás?

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  14. Sr. Luri.

    Acabo de leer con todo el provecho del que soy capaz su libro: "El neoconservadurisme americà". Le felicito por la capacidad de síntesis, el tono nada al uso y por lo completo de las notas, entre otras cosas.
    Googleando a partir de estas últimas, he encontrado una película:"Arguing the world", que trata de la relación entre cuatro neoyorquinos (Irving Kristol, Irving Howe, Daniel Bell, y Nathan Glazer).
    Le adjunto el link por si no la conoce: http://www.pbs.org/arguing/index.html
    Un saludo.

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  15. Yo también acabo de leerlo. Así que me sumo encantada a lo que dice el usuario anónimo.

    A ver si logro que se me entienda. No conozco a estos intelectuales. La impresión que me ha quedado es un regusto de frivolidad, sofisticada y muy atractiva, propia de los ambientes académicos y de mandarines culturales. Hay cosas en las que me siento neo: la reivindicación del New Deal. Otras en las me ratifico en mi -no neo- conservadurismo: la política exterior entendida como geoestrategia, que invita a ser más prudente -creo- y evita experimentos entusiastas, y, en el fondo, pues, es menos dañina, todo y no presentarse bajo un manto de moralidad.
    En todo caso, me han quedado ganas de profundizar en ello, claro. Ya nos irás teniendo al tanto, Gregorio, de cómo andan y por dónde.

    Lola

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  16. soy el usuario anónimo 12.45.

    A lola.

    Me llama la atención la cantidad de "admiradores" de Nixon/Kissinger que han provocado los neocons.
    Una de las cosas en que no me acaba de convencer el libro del Sr. Luri es precisamente ésta. Creo que el énfasis en política exterior cunado se habla de neocons está muy influido por el momento. El núcleo principal de su reflexión y su (creo) utilidad para los europeos está en otro aspecto. Es posible que a medio plazo lo veamos en Gran Bretaña y Francia.

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  17. ¿A qué te refieres? ¿A la crítica al multiculti?
    Lo pregunto porque me interesa, no inquisitorialmente.
    Lo de Irak, claro, influye. Yo no sé si había que ir a Irak. Siempre, como mínimo, he tenido mis dudas. Pero lo de llevar la buena nueva demócrata, pues, a la larga, claro.
    Estoy con las declraciones de Rice (no sé si se considera neocon) de hace poco: el dejar países (se refería a Afganisthan y creo que la andanada era contra Clinton) estratégicamente importantes inmersos en un vacío de poder (después del fiasco soviético) se paga muy caro a la larga. Si hay que acabar yéndose de Irak sin haber asentado nada, será una debacle.

    Lola

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  18. Sin haber asentado nada, aunque no sea una exactamente una democracia, aclaro.

    El vacío de poder me parece altamente peligroso y terrible.


    Lola

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  19. Cel·lia: sólo sé que comer, comía poco. Del resto, tendré que informarme.

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  20. Lola: Hace unos años le planteamos un proyecto de historietas sobre las vidas de santos de "La Leyenda Dorada", de Santiago de la Vorágine, a una revista de cómics supuestamente muy contracultural y rompedora. Nuestra idea era, simplemente, reflejar las vidas de una manera muy literal, con un añadido que decía: "Los autores no se hacen responsables ni de las vidas de estos santos ni de que estas vidas fueran consideradas santas". La revista nos rechazó el proyecto porque decía que con la Iglesia no se metía. Podíamos atacar al rey y al ejército, y por suuest a España, pero a la Iglesia, ni tocarla. Es esta de la Santa Madre una instutción soprendente, sin duda. Pero es - lo es cada vez más- la mía. ¡Hay que optar por las causas menos imperfectas!

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  21. Usuario Anónimo: Muchas gracias por su comentario sobre mi librito. La verdad es que a mis amigos progres no les ha gustado nada. Simplemente no están dispuestos a admitir que los norteamericanos puedan tener un pensamiento político y, mucho menos, un pensamiento político plural. Conozco la película, pero gracias por el link.

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  22. Lola: sobre el librito. Gracias a ti también. La idea de este libro era muy simple. De hecho nació como un capítulo de un libro que llevo reescribiendod esde hace varios años que no sé si acabaré alguna vez: una biografía intelectual de Leo Strauss. Este capítulo fue tomando vida propia y al final, me pareció que podía tener vida independiente. Mi objetivo era, simplemente, mostrar la complejidad de un mundo, efectivamente con sus frivolidades, pero también con sus aspectos serios, e incluso muy serios. No pretendía, pues, analizar, ni criticas, sino mostrar, repito, la complejidad. Y eso, curiosamente, a algunos les ha soprendido.

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  23. A los neoconservadores lo que les ha interesado, básicamente, ha sido la política interior, eso es cierto. Pero para visibilizar lo interior se necesita dar forma también a lo otro, a lo que en el exterior representa lo que ni somos ni queremos ser. Sospecho que para todos ellos la política exterior es, fundamentalmente, lo otro de la interior. Si yo tuviera que resaltar con un solo concepto el núcleo del pensamiento neoconservador, este sería el de "régimen" (en el sentido de "way of life" o, en términos griegos, de "politeia"). Los neoconservadores son profundamente platónicos: están convencidos (y creo que llevan razón) que el de la ética es un discurso vacío si no tiene como referente al "régimen" poque, así como el régimen es el alma de la ciudad, la individualidad (la subjetivididad que diríamos los europeos) no se construye de manera autista, sino en el seno de una comunidad política.

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  24. En este sentido yo también me considero platónica. La biografía de Strauss me interesa mucho; lo conozco poco, pero me parece potente.
    Y sí se trata de elegir lo menos imperfecto. No te creas que yo no me sorprendo a mí misma defendiendo a la Santa Madre que nos pa..., perdón, que nos ha tocado. Siempre y cuando se alien con Occidente en tanto que democracia.

    Lola

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  25. Probaré con ellos pues, caballero. Pero eso de a mis pies no se lo recomiendo. Por lo menos en este momento, que vengo del gimnasio, de sudar a mares, y no estoy que levito, precisamente, pero los pies seguro que me cantan horrores ;)

    Saludos y deseando ya leer su próximo post.

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