Oskar Kokoschka conoció a Alma Mahler en 1912. Vivieron un apasionado romance que duró tres intensos años, cruciales en la vida de ambos. Los detalles de su distanciamiento están recogidos en sus respectivas biografías. Sin embargo no es fácil recomponer el hilo de la ruptura, pues incluso en los días felices los rondaba una sombra inquietante. ¿Cómo interpretar el poema que Oskar escribió con el título de La felicidad está en otra parte mucho antes de que Alma comenzara a percibirlo “como a través de otro cristal, como artista, como un ser que habita en un mundo distinto al real”?
En julio de 1918, cuando Alma se fue, Oskar encargó una muñeca de tamaño natural al artesano Hermine Moos de Berlín. Debía parecerse a Alma lo más posible y para ello le envió fotografías y numerosos dibujos con detalles precisos sobre sus medidas y detalles de su organismo.
El 20 de agosto de 1918 Oskar le escribió a Hermine Moos: "Por favor, consigue, si es posible, que mi tacto sea capaz de sentir placer en aquellas partes en las que las capas de grasa y músculo dejan paso súbitamente a una sinuosa cubierta de piel".
Con la secreta esperanza de que la copia fuera más humana que el original, Oskar siguió de cerca todo el proceso de su elaboración. Y mientras tanto le compró en París finísima ropa interior y sofisticados vestidos, ya “que estaba condenada a convertirse en compañera de mis penas y alegrías”. La llamó la Silenciosa. Esperaba “poner orden de una vez por todas en el asunto Alma Mahler y no volver a ser víctima de la fatal caja de Pandora que ya me había traído suficientes desgracias”.
Recibió la muñeca a finales de febrero de 1919. Su decepción fue enorme. Aquella muñeca no podía competir con Alma como reclamo de su deseo. Sin embargo decidió no abandonarla y la tuvo de modelo en varias de sus obras. Mientras la pintaba sentía que estaba tomando el mejor antídoto contra su pasión
Cuando tras un tiempo de apacible convivencia, consideró que su deseo ya estaba totalmente consumido, decidió poner el punto final a la relación con su muñeca de a (r)mar. Convocó a sus amigos a una fiesta nocturna de antorchas y alcohol amenizada por una orquesta de cámara. En medio de la borrachera la Silenciosa perdió la cabeza. A la mañana siguiente la policía despertó a Oskar interesándose por un cuerpo decapitado que se encontraba en el jardín de su casa. Finalmente “el servicio de retirada de basuras se llevó, en la mañana gris, el sueño del regreso de Eurídice. Aquella muñeca era una efigie que ningún Pigmalión habría sabido despertar”.
El 20 de agosto de 1918 Oskar le escribió a Hermine Moos: "Por favor, consigue, si es posible, que mi tacto sea capaz de sentir placer en aquellas partes en las que las capas de grasa y músculo dejan paso súbitamente a una sinuosa cubierta de piel".
Con la secreta esperanza de que la copia fuera más humana que el original, Oskar siguió de cerca todo el proceso de su elaboración. Y mientras tanto le compró en París finísima ropa interior y sofisticados vestidos, ya “que estaba condenada a convertirse en compañera de mis penas y alegrías”. La llamó la Silenciosa. Esperaba “poner orden de una vez por todas en el asunto Alma Mahler y no volver a ser víctima de la fatal caja de Pandora que ya me había traído suficientes desgracias”.
Recibió la muñeca a finales de febrero de 1919. Su decepción fue enorme. Aquella muñeca no podía competir con Alma como reclamo de su deseo. Sin embargo decidió no abandonarla y la tuvo de modelo en varias de sus obras. Mientras la pintaba sentía que estaba tomando el mejor antídoto contra su pasión
Cuando tras un tiempo de apacible convivencia, consideró que su deseo ya estaba totalmente consumido, decidió poner el punto final a la relación con su muñeca de a (r)mar. Convocó a sus amigos a una fiesta nocturna de antorchas y alcohol amenizada por una orquesta de cámara. En medio de la borrachera la Silenciosa perdió la cabeza. A la mañana siguiente la policía despertó a Oskar interesándose por un cuerpo decapitado que se encontraba en el jardín de su casa. Finalmente “el servicio de retirada de basuras se llevó, en la mañana gris, el sueño del regreso de Eurídice. Aquella muñeca era una efigie que ningún Pigmalión habría sabido despertar”.
Me gustan un dibujos que acompañan al texto y tambien inquietan un poco... Un estilo diferente...
ResponderEliminar"Hay cosas que sólo pasan en la realidad" (JLB)
ResponderEliminar¿No os recuerda, ligeramente, aquella película de Berlanga, conMichel picole? "Tamaño Natural". Como dice Joaquín, es mejor que el guión de Rafael Azcona, bueno, eso no lo dice pero yo lo extrapolo.
ResponderEliminarMe parece una tierna excentricidad más de un artista con las que, sin ellas, la capacidad creativa de la raza humana quedaría reducida al monótono ir y venir diario. Gracias por la historia.
ResponderEliminarNo estoy yo muy seguro de eso, Francesco. Me parece que aquí se apunta algo más que una excentericidad de un artista y me inclino a pensar que hay algo hondamente masculino en este deseo de conseguir la mujer perfecta en el simulacro de la mujer real. Es decir, "mi" mujer perfecta. En "La Eva Futura", el diseñador de la "mujer eléctrica" la hace de tal modo que pueda conocer los deseos de su pareja antes incluso de que hayan tenido tiempo para ser formulados.
ResponderEliminarOtra de cione: hay una extraña comedía llamada en español, no se en inglés, Mujeres perfectas, en las que un grupo de maridos introducen un chip en el cerebro de sus mujeres para convertirlas en seres perfectos en sumisión y sensualidad. Lo curioso y culmen del sadismo en este film es que para ello escojen a las mujeres más inteligentes y que mejores puestos hayan alcanzado en la escala profesional americana y la oferta de transformación se la hacen al marido, supuesta víctima de la inteligencia de su pareja.
ResponderEliminarEl persona que inventa ese extraño paraiso, es a su vez una mujer ¿Glen Close?
Creo que el guión se mete en territorios extrañamente crçiticos. El paraiso que consiguen es un maravilloso country tipicamente "american way of life" y el objetivo conquistar la presidencia de EEUU por el machismo. Claro que la sátira es mordaz con final feliz de pareja reencontrada, pero me pregunto si el público lo cogerá.
Es que sólo los que no sueñan creen que los sueños no forman parte de la realidad. Y es más fácil dejarse morir de hambre que renunciar a una idea.
ResponderEliminarParece que desde el mito de Adán y la costilla los hombres se han empeñado en imitar el hecho creador, no tanto a su imagen y semejanza como a su gusto.
ResponderEliminarHablando de más películas, hay una inolvidable, 'La máquina del tiempo' (1960). Aquellos personajes que vivían en una falsa arcadia, dedicados al 'dolce fare niente', insensibles al dolor ajeno, y que vivían para dar pienso a aquellos seres terribles, de ojos fosforescentes...
ResponderEliminarAy, las musas?
ResponderEliminarExisten los " musos" ?
Tras el cortejo de las musas lo que hay siempre es algún sátiro itifálico.
ResponderEliminarDisculpen el retraso.
ResponderEliminarSobre el tema de ayer (educación), adjunto link a reciente discurso de Sarkozy. ¿Estará Francia aún a tiempo?
http://www.u-m-p.org/site/GrandDiscoursAffiche.php?IdGrandDiscours=229
Volviendo, pues, a la educación: Sarkozy está planteando una cuestión que teóricamente tiene para mi un gran interés: la posibilidad de un liberalismo republicano. No sé muy bien como podrá conseguir la cuadratura del círculo pues lo cierto es que ni en Francia ni en ninguno de los países de tradición católica se ha asentado el liberalismo,pero no estamos tan sobrados de ideas por estos lares como para despreciar lo que se cuece afuera.
ResponderEliminarY una cosa más sobre la educación en Francia: Lo realmente alarmante en ese país no es, tal como yo lo veo, la pobreza de los resultados academicos, sino el aumento imparable de la violencia escolar. Me corrijo: de la impune violencia escolar.
ResponderEliminarEsta historia de la muñeca y de Kokotshka me recuerda una historia similar (al revés): Julien Davenne, el personaje de esa maravillosa y tétrica película de Truffaut, "La chambre verte", quien, tras la muerte de su amada Julie, encarga una muñeca articulada -réplica "exacta" de su amada-, a un artesano. La muñeca también le resulta intolerable una vez terminada, pues carece de alma: no es Julie, no puede serlo. De modo que la desecha. Su amargura se acrecienta hasta que encuentra el modo de paliar su pena creando ese santuario que es su mausoleo de recuerdos, el sitio donde sus muertos no serán olvidados, mientras él viva.
ResponderEliminarDavenne, al contrario que Kokotchka, no quiere olvidar: quiere vivir recordando hasta su propia muerte.
Un abrazo.
La intervención triunfal de Sarkozy, creo que en Marsella, ha sido una agradable sorpresa. Verdades como puños, y empezando por la educación, como tiene que ser. No le hacía tan inteligente; aunque sea cosa de asesores, le doy crédito a él, de momento.
ResponderEliminarLola
Estas muñecas... El desencanto viene porque la muñeca no es la señora, o por qué la señora no era la muñeca.
ResponderEliminarLola
Gracias por tu visita y tu elogios a mi blog, Gregorio.
ResponderEliminarPara contribuir humildemente a vuestra interesante e inquietante discusión aquí os dejo esta cita:
"Era, en realidad, tan grande como un hombre y una mujer abrazados. Él dividió este atman en dos partes; de éstas nacieron marido y mujer".
Armando Reverón, señor Gregorio, Armando Reverón. he ahí un pintor y escultor caraqueño del cual he visto diversas muñecas de trapo muy pero que muy perturbadoras. Investigue a ese tipo. vaya a Caracas, y una vez allá, pregunte por el museo nacional de arte contemporáneo.
ResponderEliminarPero caracas queda lejos de Ocata, así que nos conformaremos con un par de links, ¿no le parece?
http://www.kstudio2.com/fotografia/web/doll2.jpg
http://www.wtfe.com/gan/programacion/reveron/zoom/muneca.html
Armando Reverón, recuerde ese nombre.
saludos.
Señor Subal: hoy me ha traído mi librera (la librera de Ocata, claro está) "Los nuestros", de Dovlátov. Aún no he comenzado a leer la novela, y ya me está usted poniendo nuevos deberes. En fin. Parece de justicia y además está de acuerdo con la ley natural, que el que no sabe siga al que sabe. Y aquí me tiene usted, siguiendo sus pasos.
ResponderEliminarAh, por dios! qué envidia me hace la gente que aún no se ha leído Los nuestros y tiene tantas páginas de talento por delante!! Ya me dirá a ver qué tal. Y mire, déjeme transcribirle una frase de Bolaño, que creo que viene al caso y que además resume casi por completo mi paupérrima ideologia;
ResponderEliminar"Tony jamás se enfadaba, jamás discutía, como si considerara absolutamente inútil tratar de que otra persona compartiera su punto de vista, com si creyera que todas las personas estaban extraviadas y que era pretencioso que un extraviado le indicara a otro extraviado la manera de encontrar el camino. Un camino que no solamente nadie conocía sino que probablemente ni siquiera existía."
s'entén?
un saludo cordial
Lo entiendo también, señor Subal que usted es mi yo perplejo. Sólo que, a mi humilde parecer le falta a usted añadir a lo que dice Bolaño lo que muestra con su obra. Y esta obra ¿qué es sino la voluntad de sustentar una realidad que por sí misma hace aguas por todas partes? El gran contrincante de la filosofía ha sido siempre la poesía. Y ahora me voy a permitir darle a usted también un pequeño consejo de lectura: Léase usted -si es que no se lo ha leído- el final del "De la naturaleza" de Lucrecio y luego dígame qué es el epicureísmo.
ResponderEliminar¡Ah, coño! (me va a permitir que use la poesia). La Rae dice que es; "Refinado egoísmo que busca el placer exento de todo dolor, según la doctrina atribuida a Epicuro".
ResponderEliminarY es usted muy cruel, pero lleva la razón. Bolaño se refería a sí mismo como un anarco individualista, y mire, sín ánimos de comparame con el maestro B, pues yo también creo ser un poco así. De todas formas, le voy a hacer caso, a ver si consigo leerme algo de los clásicos, que ya va siendo hora.
ps.- me leí un ensayito universitario (usted debe estar hasta el gorro de ellos) sobre la figura de Bolaño, o su alter ego, Belano, que explica cosas muy raras sobre el concepto de "anarca" en contraposición del "monarca" (y se cita a uno que se llama Jünger, el cual no sé ni quién es ni qué opina), y que puede usted leer (eh, sin compromisos, que ya me ha comprado "Los nuestros" y no le puedo pedir más) en este post que escribí hace un tiempo;
http://lasegonaperiferia.blogspot.com/2006/02/des-del-meu-bronx.html
Es horrible hacer este tipo de publicidad encubierta en el sistema de comentarios de otros blogs, pero es que no tenemos verguenza, oiga.
ala, ja prou, tu, que intuyo que hay vida fuera de los blogs.
saludos y reverencias.