El otro día aprendí una vetusta palabra española: “uebos”. Tal como la veis, sin “h” y con “b”. Por lo tanto, nada que ver con los huevos. Recordad que una vez os comenté que algún día me retiraría a escribir la Enciclopedia de las cosas que no le interesan a nadie. Ya estoy en tratos con la abadía de Tiana, aquí al lado, que los pobres frailes andan sobrados de tiempo y de celdas desocupadas, y unos amanuenses no me vendrían mal. ¡Cuento contigo, Tacet! Por supuesto los interesados no tenéis más que comunicármelo. Y hablando de cosas que no le interesan a nadie, ¿sabeis que “testículo” -es decir, la palabra "testículo"- procede de “testis”, como “testamento” y “detestar”? Pero esa es otra historia, que ahora andaba con “uebos”, que resulta ser un sustantivo muy arcaico que significa “necesario”.
“Uebos” procede del latín “opus” que con el verbo “esse” y un dativo adquiría el valor semántico de “necesidad”, tal como se encuentra, por ejemplo, en las expresiones, “mihi opus est aliqua re” (necesito una cosa) o “non opus est id sciri” (no es necesario que eso se sepa). Y efectivamente el DRAE define “uebos” como “necesidad, cosa necesaria” y con tal sentido aparece en el castellano antiguo en expresiones como “uebos me es” (me es necesario, necesito). Berceo escribe en la Vida de San Millán “nunqua lis era uebos buscar otra mengía” (nunca necesitaban buscar otra medicina) y en el Poema de Mio Cid encontramos: “Nos uebos avemos en todo de ganar algo” (nosotros necesitamos tener ganancias en todo).
Así que, siguiendo el DRAE podemos cuando se nos antoje hacer uso de los "uebos", al menos en este Café de Ocata.
Claro que alguno de vosotros puede preguntarse que a cuento de qué salgo yo ahora con esto. ¡Pues porque tenía uebos de cambiar de tema! ¡Uebos de abrir las ventanas y orear un poco esto, que andamos desde hace días con un menú de un solo plato! Eso sí, el café nos está saliendo riquísimo. ¡No sabéis lo bien que me lo estáis haciendo pasar! Muchas gracias a todos.
"Por huevos me tiene que conceder lo que le pido, Señoría", dijo el simple ciudadano en su diálogo con un juez. Éste no se lo pensó dos veces (gran error) y le amenazó con acusarlo de desacato. Pero nuestro héroe anónimo recordó a todo un magistrado el significado de la expresión: huevos no del latín ovum, sino de opus, "obra", "trabajo", "actuación conveniente o necesaria". Vamos, que no le estaba diciendo "su Señoría me va a dar la razón por cojones", sino "porque es lo que más conviene a la Justicia".
ResponderEliminarVía: http://lalengua.info/2003/09/por-huevos.php
Me voy a la cama más sabia a pesar de mi pertinaz burrera. Me voy a la cama por uebos (me caigo de sueño)
ResponderEliminarPor el "uebo y el fuero" es una vieja fórmula jurídica castellana, que aún está en uso, creo.
ResponderEliminarcada vez más uebos venir por aquí... Me divierto y aprendo.
ResponderEliminarEl Presiente de Melilla en el Senado (8 de noviembre de 2005): "... Si puede tirar usted de las orejas a alguien, hágalo. No es por el uebo, es por el fuero".
ResponderEliminarCongreso, 29 de junio de 2006, el diputado Azpiroz, del PP: "... y a continuación expondré, por uebo, porque hay cuestiones objeto de la ontología, de la esencia del acuerdo, que deben ser modificadas"
"La rebelión de Barcelona ni es por el güevo ni es por el fuero", panfleto de Quevedo, escrito en la prisión de San Marcos de León en 1640, en respuesta a la "Proclamación católica".
ResponderEliminar"El tema y la tema de los de Barcelona, que podrán más fácilmente negar que son catalanes que no el ser temosos, es el refrán que dice: "No es por el güevo, sino por el fuero". Yo les probaré que no es por el güevo ni por el fuero. Y últimamente (valiéndome de su intención y de la invidia de los enemigos de España) que será por el güevo y no por el fuero".
Hay edición reciente (en las 'Obras completas en prosa', volumen III, ed. Castalia 2005). El texto cita el sitio o batalla de La Ocata francesa en el Languedoc.
Muy interesante Luri. Ahora diré: "¡esto lo hago yo por uebos!" que no es lo mismo que "por mis huevos". Me ha gustado, ¡que feliz me siento yo hoy!, de uebos...;)
ResponderEliminarLa Ocata francesa es la actual Leucate. No hay que descartar que los fundadores de la Ocata en la que se encuentra este café provinieran de allí. O quizás su nombre común tenga relación con la diosa Hecate, a la que los marineros griegos reconocerían en determinados accidentes de la costa. Había también un barrio de Ocata o Leucata en Barcelona.
ResponderEliminarPues yo me lo he pasado aquí muy bien hoy con tus uebos xD
ResponderEliminar¡Mola! Y mientras me tomo mi café de la sobremesa, fíjate. Y hasta te he mangado algo que me venía de perlas para mi próximo 'de cosas que no le interesan a nadie'.
Vengo del スーパー como dicen aquí (suupaa, es decir, el super)
ResponderEliminarque me he quedado sin ちゃ (cha, es decir, te).
era una cuestión de uebos.
Claudio.
ResponderEliminarAyer, tras mi exabrupto, me pasé por dónde Cel.lia a por un té y luego a dormir. Lamento no haber aguantado para corresponder como debía a Don Gregorio.
Pero sin duda tiene razón. Hacía falta un cambio de tercio.
Hasta luego.