Espero que no me malinterprete. Mi comentario anterior no tiene intención alguna de denigrar a esta mujer ni a quienes admiran la belleza de su juventud.
Lo que me disgusta es el implacable paso del tiempo y su labor destructora de la belleza juvenil.
La melancolía, dicen, es la alegría del pobre, pero don Gato, hay imágenes indestructiblemente ligadas a aquel que fuimos y podemos celebrarlas en un ejercicio de remonte del tiempo.
¡Nos ha jodío el beato...! Con estas diosas también yo me ofrezco de silla gestatoria... Respecto del gato, y a pesar de la demolición del tiempo, quien tuvo retuvo, aunque hay que saber mirar... Antes de ayer veía a la Hepburn en De repente el último verano, y me parecía bastante más atractiva y magnética que en La fiera de mi niña, por ejemplo.
Tiene usted muy buen gusto.
ResponderEliminarAmén.
ResponderEliminarUna santa del meu
ResponderEliminarYa sabía yo que en esta cuestión no sería yo el único cofrade. ¡Un brindis por la cofradía, pues!
ResponderEliminar¿Ha visto usted lo que ha hecho el tiempo con esta mujer? Si no lo ha visto, le recomiendo que no lo haga, y se ahorrará un susto y un disgusto.
ResponderEliminarEspero que no me malinterprete. Mi comentario anterior no tiene intención alguna de denigrar a esta mujer ni a quienes admiran la belleza de su juventud.
ResponderEliminarLo que me disgusta es el implacable paso del tiempo y su labor destructora de la belleza juvenil.
La melancolía, dicen, es la alegría del pobre, pero don Gato, hay imágenes indestructiblemente ligadas a aquel que fuimos y podemos celebrarlas en un ejercicio de remonte del tiempo.
Eliminar¡Nos ha jodío el beato...! Con estas diosas también yo me ofrezco de silla gestatoria...
EliminarRespecto del gato, y a pesar de la demolición del tiempo, quien tuvo retuvo, aunque hay que saber mirar...
Antes de ayer veía a la Hepburn en De repente el último verano, y me parecía bastante más atractiva y magnética que en La fiera de mi niña, por ejemplo.