Se acaba de hacer público un estudio de la fundación BBVA según el cual un 47% de españoles considera que la ética no debería poner límites a los avances científicos, porcentaje que llega al 80% en el caso de la religión. Esto quiere decir, en
definitiva, que para estos españoles la ciencia es (o tiene) un valor superior a la ética
o a la religión. Curiosamente unos meses antes, en mayo de este mismo año, otro
estudio de esta misma institución señalaba que la mitad de los españoles no
recuerda el nombre de ningún científico, de manera que, si nos remitimos a los
hechos, España aparece en este estudio como el país europeo con menos interés
por la ciencia. Mientras en el conjunto de Europa un 27% de los
encuestados no supo decir el nombre de un solo científico, en España el
porcentaje se eleva hasta el 46%. Añadamos que no llega al 6% el porcentaje que
asiste a alguna charla sobre temas científicos o tecnológicos. Aquí también
ocupamos el furgón de cola.
¿Cómo es que tantos españoles se niegan a supervisar
ética o religiosamente un saber, el científico, del que conocen tan poco? La
respuesta que se me ocurre leyendo el informe es la siguiente: porque están convencidos de que la ciencia y la tecnología incrementa
nuestro bienestar. En última instancia, entonces, lo que nos están diciendo es que
el valor superior que ha de servir de juez a todos los demás es el bienestar.
Lo que no parece que nos preocupe a los españoles mucho es la dilucidación de cómo el mismo saber que es capaz de liberar la energía atómica (que por cierto no sólo garantiza potencialmente nuestro bienestar) ha de ser capaz de explotar esta energía. ¿Con qué criterios habría de orientar su acción?
Con la que le dé pingües beneficios a su barriga, a su muslamen y a su bolsillo, ... esa sería la respuesta del españolito caso de que supiera escribir, o hablar, o simplemente hilar neurona con sonido emitido a través de su boca.
ResponderEliminarY espero, o mejor, le ruego, me disculpe por la primera parte de este comentario o por el entero, la indignación me puede, y evidentemente no por su artículo reflexión, que es una joya, sino por lo que evidencia, que aunque no sea nada nuevo, deja de soliviantarme.
El estado del bienestar... a ver cuándo "inventamos" el del bienser.
Saludos, Don Gregorio
sí yo también me he quedado flasheado cuando he oído la noticia.he pensado en España, somos todos burros o al menos el 46%.
ResponderEliminarAdemás, ahora se me ha ocurrido otra burrada. Que la energía atómica, debiera ser llamada energia Tómica, porque su gracia o desgracia consiste justo en desintegrar lo desintegrable. Escindir el átomo hasta el infinito, en forma de energía que no podría ser calificada precismente de armonía-mundi.
¿Lo cualo?
ResponderEliminarTambién he sido sensible a la noticia. Un "calfred".
Unos puntos más en el porcentaje y ya podremos hacer un homenaje al doctor Mengele por su contribución a la ciencia.
ResponderEliminarOtra conclusión podría ser que el 33% considera que la religión no tiene nada que ver con la ética.
ResponderEliminarLeídos los dos informes, uno detrás de otro, la sensación que a uno le queda (que a mí me queda, ustedes perdonen la soberbia)es que los españoles somos creyentes en búsqueda desesperada de una fe. O mejor: que los españoles estamos tan cargados de fe que buscamos un dios al que entregársela incondicionalmente.
ResponderEliminarLo que me da miedo es que nos salga un profeta un día de estos.
"Aquí, en esta sala, todos creemos en las moléculas y en la conservación de energía, en la democracia y en el progreso, en el Cristianismo Reformado y en el deber de luchar por 'la doctrina del inmortal Monroe', todo ello sin razón alguna que merezca tal nombre.(...)Nuestra fe es siempre fe en la de algún otro."
ResponderEliminarThe will to believe, William James
De fe a fe y tiro porque no se ve...El desinterés por la ciencia correría parejo con el desinterés por la fe, ¿quiénes son capaces de citar un solo cardenal español o vaticano -sin contar a Rouco, que este cae del lado de los fetiches? Para según quienes son verdades paralelas que, lógicamente, no se estorban, porque no compiten (es la ciencia la que no quiere que haya pelea, quizás consciente de su abrumadora superioridad racional), y de ahí el aplomo religioso de muchos científicos que ponen la religión entre paréntesis para no mezclarla con la verdad empírica. No estoy tan seguro de que sea el "bienestar" la causa de ese respaldo, sino la paradójica creencia de que la verdad de la ciencia es la única verdad que se escapa del tremedal de las opiniones y de las creencias, terreno pantanoso donde los haya. Por otro lado, de aquí a dos días se inaugura la feria de las vanidades de la imposibilidad de los límites: citius, altius, fortius, CAF, paarece sílaba de nuestro genoma, el de la especie. Dicho en plata, ¿no es una tentación la clonación? Reconozco que pecaría.
ResponderEliminarque inventen(,) ellos...
ResponderEliminarY qué tiene que ver esto con el post?
ResponderEliminarperdón...lo que quería decir es que una cosa es no interesarse demasiado por la ciencia por creer que hay verdades mejores en otra parte, y otra, distinta, aún creyendo que no las hay. Lo que he entendido leyendo su post es que muchos españoles no tienen otro interés en la ciencia que su capacidad para generar bienestar, quizá porque no tengan otro interés que el bienestar. Cierto es que consideramos que la verdad está en la ciencia, pero la verdad científica va siendo moralmente neutra y así nos permite, nos da libertad para hacer del bienestar nuestra finalidad; ética y religión son estorbos en ése sentido. Y así se explica que no sepamos nada de dicha verdad, la científica, aparte de cuán cómoda es. De los científicos sólo queremos saber que inventan, y que nos dan coartada para el hedonismo -y ayuda técnica! Pensamos, pues: "la ciencia no es cosa mia pero que sea cosa de alguien, y a ése que nadie lo estorbe, que trabaja para mi".
ResponderEliminarEntiendo.
EliminarPero una cosa es la vidas buena y otra muy distinta la buena vida. Aquí está la diferencia que le permite a la ética mantenerse en pie, a pesar de todo. Me parece también que para la ética Heidegger es un enemigo más consistente que la ciencia.
sobretodo porque los heideggerianos estan en las facultades de filosofia, no tienen la decencia de ignorar a los que reflexionan sobre la buena vida como Dios manda!
EliminarEs curioso Dr Luri, que sabemos todos según el razonamiento vulgar que de los tres sujetos en cuestión (Ciencia, Etica y Religion) la una que avanza es la Ciencia. Y cómo avanza, qué es un barbaridad..y a ritmo endiablado. Pero entonces, la Etica y la Religión deben perseguir el móbil en el que va subido la Ciencia. y eso es imposible puesto que cómo alcanzar a alguien que corre que se las pela, mientras uno está quieto e inmóvil. Solo sería posible si la los problemas científicos retornaran siempre, al origen del círculo, que sería el propio problema ético. O sea que la Religion y la Etica ven a un Ciencia que gira a mayo velocidad cada vez, pero como un espectador de fórmula Uno, tan solo ve los bólidos pasar fugazmente por la tribuna.
ResponderEliminarPero otra cosa es más preocupante, al menos para mí. Es el hecho de que según el contexto de la encuesta, parece que la humanidad del siglo XXI está anclada en el materialismo dialéctico de herencia hegeliana. Es decir, es que está aún en el siglo XIX. Es que no han llegado ni a Weber, ni a la sociología del XX francesa que da un carácter relativista al conocimiento científico. Ya no digamos al deconstruccionismo de finales del XX, que destruye la noción de verdad absoluta de todo discurso sea metafísico o científico.
Y paradójicamente, los cientificos (de verdad) que trabajan con códigos binarios y señales digitales, jeroglíficos de la physis, son los que menos creen en la verdad absoluta de sus codificaciones no-analógicas. Porque heredan el agnosticismo propio de los empiriocriticistas del sgilo XIx.
Total, Pascual, que no entiendo como hay tanta distancia entre los cientificos cultos y los cientifistas burros.
Con lo que a mí me gustaría, darles la razón a los burros sobre la aspiración del saber huumano a una realidad más o menos objetiva, de la naturaleza, de la etica y de lo religioso.....pero es que estoy en otro mundo!
ERS
Si la ciencia ha acabado con el no-saber socrático, entonces hay que jubilar a la ética. Si la ignorancia sobre las cosas humanas sigue en pie, entonces todo el saber científico no afecta en absoluto a la ética.
Eliminaravanzar: ir hacia adelante... cómo decidir qué es "adelante" sin ética? (De eso se preocupa Heisenberg en "La imagen de la naturaleza en la física actual")
EliminarGracies, Ignasi. Em baixo el llibre perquè crec que m´interesara molt. Son només 135 pàgines. Tinc curiositat per veure què diu en Heinsenberg, encara que ja m´ho imagino...és el creador del concepte de naturalessa dual de la matèria. Per tant, crec que no serà justament allò què entendriem per materialisme dialéctic.
EliminarERS
Perdón, pero es que no he podido evitarlo...cito aquí el nucleo del pensamiento de esa Otra Ciencia (no materialista y por tanto no hegeliana, aunque sí idealista y por tanto fideista pero paradójicamente totalmente agnóstica respecto a la realidad objetiva o en-sí) de la que Heinsenberg es uno de los protagonistas:
Eliminar"Resulta de ello, en definitiva, que las leyes naturales que se formulan matemáticamente en la teoría cuántica no se refieren ya a
las partículas elementales en sí, sino a nuestro conocimiento de dichas partículas. La cuestión de si las partículas existen «en sí» en el espacio y en el tiempo, no puede ya plantearse en esta forma, puesto que en todo caso no podemos hablar más que de los procesos que tienen lugar cuando la interacción entre la partícula y algún otro sistema físico, por ejemplo los aparatos de medición, revela el comportamiento de la partícula. La noción de la realidad objetiva de las partículas elementales se ha disuelto..."
No hay nada que perdonar, y sí mucho que agradecer. Muchas gracias, pues.
EliminarPrimero, no sé a ciencia cierta, qué es eso del no-saber socrático, cuando por ejemplo podemos tomar el saber socrático tal como aparece en el metodo parturiento y eleusino de lo verdadero.
ResponderEliminarSegundo, si suponiendo que el no-sbaer socratico es creíble, entonces no hace falta esperar diecitantos siglos, para acabar con él. Tenemos al ladito, se Socrates, el propio discurso platónico. Por no decir, el aristotelico.
Por ultimo, y tercero, no entiendo tampoco la premisa del discurso que habla de ciencia y saber científico(como si solo hubiera Una), cuando a mi modo de ver, deberíamos hablar siempre de dos discursos científicos: el de la ciencia moderna (newtoniana, por ejemplo) y la ciencia postmoderna (einsteniana o machista de Mach, por ejemplo). Ambos discursos no tienen nada en común en su discurso.
Una vez resueltos estos inconvenientes para-discursivos entonces se pouede comenzar a dialogar, al ritmo de Platón o incluso de sócrates.
ERS
Don ERS: usted lo ha definido perfectamente: es no saber a ciencia cierta.
Eliminarsí,sí, eso es francamente in-consciente por mi parte y a la vez cómico: "no-sé-a-ciencia-cierta"...
ResponderEliminarERS
Y dos lineas más abajo Heinsenberg confirma que cuando hablamos de Ciencia, habría que pensar al menos en dos modos-de-ciencia, y que los burros cientifistas están muy alejados de los científicos postmodernos, como dije ayer: ".... el físico atómico ha tenido que echar sus cuentas sobre la base de que su ciencia no es más que un eslabón en la cadena sin fin de las contraposiciones del hombre y la Naturaleza, y que no le es lícito hablar sin más de la Naturaleza "en sí".
ResponderEliminarY por último, heisenberg dice: "En este régimen de discordia, la expansión de la técnica no es necesariamente un progreso..."
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