Las encuestas sobre intención de voto que se realizan en Cataluña dibujan, cada vez con más rotundidad, un país de muy difícil gobierno. Y si bien, como decía Fraga, la política hace extraños compañeros de cama, también los deshace, porque dormir a la fuerza con alguien al que no le encuentras atractivo, no deja de tener sus riesgos. En conjunto parece que la Cataluña indepe no cabe en la Cataluña constitucional y la Cataluña constitucional no cabe en la Cataluña indepe. Y esto que acabo de escribir no les gustará ni a unos ni a otros. Quizás haya que ponerse hegeliano y contemplar la realidad como algo unilateral cuya síntesis la misma historia se encargará de resolver... vete tú a saber de qué manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.