sábado, 13 de septiembre de 2025

Tartarín de bricolaje

Se ha ido mi mujer a Pamplona y ha dejado una única tarea en mis manos: Hacer dos agujeros con el taladro en la pared, poner dos tacos y unas alcayatas y colgar un cuadro. Esta tarde ha aparecido mi hijo por casa y se ha ofrecido generosamente a ayudarme, pero yo, sobrado de mí, he despreciado su oferta. En cuanto se ha ido, he hecho de mí un Tartarín del bricolaje y me he puesto manos a la obra. El resultado ha sido tan lamentable, que le he pedido a un vecino albañil que venga a sacarme del apuro. Vendrá el domingo. Mientras tanto, el panorama de mi derrota está ahí, ineludible, indiscreto, humillante. No solamente hay cosas para las que soy un completo inútil sino que, además, como he podido comprobar hoy, mi inutilidad va creciendo. Finalmente he encontrado editor para el libro de Fausto di Biase. Esto se me da bastante mejor que el bricolaje. Fausto me ha invitado a participar en un simposium en Vicenza. Pero he visto el itinerario y me he cansado nada más de verlo. Le he contestado que cuando organice algo en una ciudad que tenga vuelo directo con Barcelona, cuente conmigo. A cambio he dicho que sí a una charla en Alcanar.

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