De mi artículo de hoy en el diario ARA:
Mientras los pedagogos hablan de las competencias del futuro y de la necesidad de adaptar nuestros currículos a las nuevas demandas del mercado laboral, el fitness está viviendo una edad de oro. En el mundo del capitalismo cognitivo los trabajos dependen cada vez más de los cerebros y cada vez menos de los músculos. Pero hemos decidido fortalecer nuestros músculos. Quien acude a un centro deportivo lo que quiere es enfrentarse a dificultades deseables. Un coach que nos ahorrase el esfuerzo no nos merecería ninguna credibilidad.
A medida que las tecnologías nos han liberado del esfuerzo físico, más gente ha decidido cuidar su cuerpo.
¿Por qué nos interesa mucho menos mantenernos intelectualmente en forma?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.