Luis. Parece que no es el Barça el único en rediseñar sus señas de identidad de acuerdo con los hustos del consumidor si hay petrodólares por medio. Lo importante es lo importante y lo relativo es lo relativo. No me parece un signo menor. NI creo que sea el Barça el único que lo hace o esté dispuesto a hacerlo. "Be water, my friend": Nuestras convicciones tienen la forma del precio que se paga por ellas. Esto es Europa.
Es la cruz de san Jorge, Don Luis. Era la bandera de la Generalidad histórica (frente a las barras que eran del conde de Barcelona y que indicaban que era vasallo de Su Santidad).
Òndia, lo acabo de leer también en Saragatona... Si París valía una misa, una buena venta bien vale el sacrificio de 'retocar' la crucecita. Que Sant Jordi no nos lo tenga en cuenta.
Be water y ¡a quien dios se la dé san pedro se la bendiga! Vivir para ver, los sagrados iconos y el choque que civilizaciones. ¿Y ahora qué? ¿Que haremos? Aunque en cierta manera, vengo a recordar aquellos tiempos en que en España se hacían películas en dos versiones.
Por cierto, no fueron los musulmanes los primeros en suprimir esa cruz. ¿No les parece sospechoso que sólo queden restos residuales por Cataluña de la "seña" de la Generalidad?
Han aclarado los del Barça que se trata de camisetas piratas: el cambio no ha sido cosa de ellos.
Por cierto, ¿quien recuerda la historia de Kraken, Santa Orberosa y el Dragón de Capadocia, contada por Anatole France en La Isla de los Pingüinos? Otro ejemplo de filozoofía, por cierto...
:) No debería. Muchas de mis gracietas son refritos de Anatole France. Pero, en fin, una deuda es una deuda:
En los albores del Cristianismo, San Mael, santo evangelizador de los paganos, arribó a una isla poblada de pingüinos. Los tomó por bárbaros, y los bautizó, obligando a Dios a convertirlos en humanos para poder darles un alma inmortal (y luego poder enviarlos a achicharrarse al Infierno si no se comportaban). En otras palabras, los convirtió en franceses.
Kraken fue un ingenioso varón pingüino que raptó a una fogosa doncella llamada Orberosa, luego convertida en santa, y que se ganaba la vida robando gallinas bajo la apariencia de un dragón de la Capadocia. Un buen día, los aldeanos decidieron plantar cara al monstruo, y Orberosa decidió que ya era hora de tomar al animalito por los cuernos.
Como es sabido, las vírgenes cristianas ejercen un extraño influjo sobre dragones y otras malas bestias. Como Orberosa, al menos oficialmente, era virgen y pura como la nieve de Nueva York, se ofreció para capturar al monstruo. Este hizo su puntual aparición ante los aterrorizados aldeanos, pero Orberosa ató su cinturón al cuello de la bestia, y de la bruma surgió Kraken, armado hasta los dientes, y destrozó al monstruo. Aquella hazaña convirtió a la Orberosa en santa, y al valeroso Kraken en el primer rey de la Pingüinia.
Kraken es también famoso por haber pronunciado la frase: "ahora el dragón soy yo".
Pero es que la cruz hacía referencia a la ciudad de Barcelona está en el escudo de ella.
ResponderEliminar¿Cual es la lectura del cambio? No me creo lo de los templarios. ¿O sí?
Luis. Parece que no es el Barça el único en rediseñar sus señas de identidad de acuerdo con los hustos del consumidor si hay petrodólares por medio. Lo importante es lo importante y lo relativo es lo relativo.
ResponderEliminarNo me parece un signo menor. NI creo que sea el Barça el único que lo hace o esté dispuesto a hacerlo.
"Be water, my friend": Nuestras convicciones tienen la forma del precio que se paga por ellas. Esto es Europa.
Es la cruz de san Jorge, Don Luis. Era la bandera de la Generalidad histórica (frente a las barras que eran del conde de Barcelona y que indicaban que era vasallo de Su Santidad).
ResponderEliminarÒndia, lo acabo de leer también en Saragatona... Si París valía una misa, una buena venta bien vale el sacrificio de 'retocar' la crucecita. Que Sant Jordi no nos lo tenga en cuenta.
ResponderEliminar(DÉU n'hi do, i mai més ben dit).
ResponderEliminarBe water my friend, be water, and river, and whatever!
Una abraçada, Goyo!
Be water y ¡a quien dios se la dé san pedro se la bendiga! Vivir para ver, los sagrados iconos y el choque que civilizaciones. ¿Y ahora qué? ¿Que haremos? Aunque en cierta manera, vengo a recordar aquellos tiempos en que en España se hacían películas en dos versiones.
ResponderEliminarPor cierto, no fueron los musulmanes los primeros en suprimir esa cruz.
ResponderEliminar¿No les parece sospechoso que sólo queden restos residuales por Cataluña de la "seña" de la Generalidad?
Han aclarado los del Barça que se trata de camisetas piratas: el cambio no ha sido cosa de ellos.
ResponderEliminarPor cierto, ¿quien recuerda la historia de Kraken, Santa Orberosa y el Dragón de Capadocia, contada por Anatole France en La Isla de los Pingüinos? Otro ejemplo de filozoofía, por cierto...
Freman: Respecto a las camisetas, ojala tengas razón. Y empleo el ojalá con plena consciencia.
ResponderEliminarPero me interesa mucho más esa historia: No tengo ni idea. Haznos al menos un resumen...
:) No debería. Muchas de mis gracietas son refritos de Anatole France. Pero, en fin, una deuda es una deuda:
ResponderEliminarEn los albores del Cristianismo, San Mael, santo evangelizador de los paganos, arribó a una isla poblada de pingüinos. Los tomó por bárbaros, y los bautizó, obligando a Dios a convertirlos en humanos para poder darles un alma inmortal (y luego poder enviarlos a achicharrarse al Infierno si no se comportaban). En otras palabras, los convirtió en franceses.
Kraken fue un ingenioso varón pingüino que raptó a una fogosa doncella llamada Orberosa, luego convertida en santa, y que se ganaba la vida robando gallinas bajo la apariencia de un dragón de la Capadocia. Un buen día, los aldeanos decidieron plantar cara al monstruo, y Orberosa decidió que ya era hora de tomar al animalito por los cuernos.
Como es sabido, las vírgenes cristianas ejercen un extraño influjo sobre dragones y otras malas bestias. Como Orberosa, al menos oficialmente, era virgen y pura como la nieve de Nueva York, se ofreció para capturar al monstruo. Este hizo su puntual aparición ante los aterrorizados aldeanos, pero Orberosa ató su cinturón al cuello de la bestia, y de la bruma surgió Kraken, armado hasta los dientes, y destrozó al monstruo. Aquella hazaña convirtió a la Orberosa en santa, y al valeroso Kraken en el primer rey de la Pingüinia.
Kraken es también famoso por haber pronunciado la frase: "ahora el dragón soy yo".
Gracias mil, don Freman.
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