La página 8 de “Le Monde des Livres” dedica esta semana todos sus artículos a comentar libros recientes sobre cristianismo, que son legión. Hay más de un indicio que apunta a una recuperación del interés por Cristo y su legado en toda Europa. Hago, obviamente, la excepción de España. Aquí seguimos siendo mucho más partidarios de los libros de autoayuda.
Me voy a detener únicamente en dos comentarios. El primero es de un libro de Jean Louis Schefer titulado “L’Hostie profanée. Histoire d’une fiction théologique”. Os aseguro que no sabía que el dogma de la “presencia real” de Cristo en la hostia data de 1215, es decir, del Concilio de Letrán. Durante trece siglos los cristianos pudieron ver la hostia como símbolo de la carne de cristo, pero no como su realísima carne, y no tenían ni que confesarse. Lo que tampoco sabía es que a partir de la proclamación de este dogma se extendieron por Europa las historias de judíos que, tras hacerse con una hostia, le infligían todos los tormentos de
El segundo es de “Le Christ philosophe”, de Frédéric Lenoir. Su tesis me parece de lo más arriesgada, pero no por ello carece de atractivo. Sostiene que la ética de Cristo no ha perdurado gracias a la Iglesia, sino a su pesar. Habrían sido los humanistas del Renacimiento (cristianos en su inmensa mayoría), los filósofos de la Ilustración (teístas en su mayoría) y los filósofos de la sospecha (ateos) los que, sin pretenderlo, han salvado los valores esenciales del cristianismo. Ya ves, Eduardo.
Lo que vendría a decir que Lutero le hizo un gran favor a la Iglesia, y que su desaparición está en la tibieza y la indiferencia.
ResponderEliminarL. de Aguirre
Pues sí: si un padre de familia deja de ser crstiano, ¿en qué cambiarían los principios éticos y de conducta que inculcaría a su prole?
ResponderEliminarAyer tomaba un café con un amigo. Estaba muy contento "por el retroceso de la Iglesia". No sabe cuán equivocado está. España está llena de gente "agnóstica" deseando volver a ser católica. ¿Verdad, Don Gregorio?
ResponderEliminarPor otro lado, tenga mucho cuidado -al menos el mismo cuidado que presta a los conceptos griegos- cuando trate con la Iglesia. Una cosa es que se establezca un dogma en tal fecha y otra que no fuese una verdad esencial de la Iglesia ese dogma antes de su establecimiento. Con anterioridad al Concilio de Letrán los católicos no pudieron descreer de la Presencia Real de Cristo en la Sagrada Forma pues siempre fue una creencia esencial de la Iglesia. Y la Iglesia como respuesta a la innovaciones heréticas estableció el dogma. ´
Los movimiento modernistas que ha citado son, efectívamente, movimiento heréticos cristianos. Y, la progresía, como movimiento herético que es, del cristianismo en tanto que se reivindica como "cristiana" reivindica la "ortodoxia" de esas herejías. Disculpen el uso del singular, efectívamente, es abusivo.
Bueno, era de esperar. Dejando a un lado a los protestantes, los demás cristianos (católicos, al menos) no necesitan leer la Biblia. Así que era previsible que los nuevos ilustrados terminaran "salvando" el interés por el cristianismo.
ResponderEliminarAunque creo que deberíamos ser más justos. La auto-ayuda y el "positive thinking" es un género típicamente anglosajón, no tanto europeo o español.
Como antiayuda para estas navidades recomiendo La guía de pecadores de Fray Luis de Granada. Eso sí que es visión trágica, y lo demás tonterías.
De hecho, dada las creencias en una predestinación rígida de la mayoría de confesiones protestantes los que no necesitan leer la biblia son ellos; e.g.: el calvinismo.
ResponderEliminarLa afición lectora de esa gente se debe a la afición filológica de la época en que nacieron.
Ignoraba también ese dogma. Creo que, aunque tímido, existe un interés creciente por el tema en nuestra vecindad.
ResponderEliminarEsas historias de hostias sangrantes me producían pavor, en la escuela nos contaron unas cuantas y también sobre curas de poca fe que en algú momento había 'visto' a Jesús en el momento de la consagración. Esa visión me gustaba más, pero nunca vi nada...
Una tesis interesante la de Lenoir.
Lope: Lutero no sé si le hizo un gran favor a la Iglesia, pero al cristianismo, sí, sin duda.
ResponderEliminarClaudio: Cambiaría la manera de sustentar esos principios éticos. Como cristiano creería que se fundamentan en la sabiduría de Dios y, en tanto que tal, serían incuestionables. Si no es creyente, tendrá que argumentar su fundamento y siempre sus hijos pueden responderle aquello de Wittgenstein: ¿Y por qué tengo que decir la verdad si me puede ser mas ventajosa la mentira?
ResponderEliminarEl problema para mí, Tumbaíto, no es el retroceso de la Iglesia, sino las religiones y pseudo religiones que ocupan inmediatamente el espacio libre.
ResponderEliminarEduardo: ¿Sabes que uno de cada cuatro libros que se vende en España es un libro de autoayuda?
ResponderEliminarJúlia: Yo también he sufrido el miedo de los predicadores. ¿Y qué me dices de la historia del niño X que se había pasado su vida sin cometer ni el más leve pecado venial y un día cae en un mal pensamiento y muere y se está quemando para toda la eternidad en el infierno?
ResponderEliminarLa Iglesia tiene una antropología eficaz. Mientras que las que ocupan su lugar, no.
ResponderEliminarLa estrategia de la Iglesia es bien sencilla. Mantener una iglesia consubstancial con aquella iglesia que pudo ser "prevalente"; o sea, que se la pueda seguir con el dedo hasta la actualidad. Y esperar que las "nuevas" acaben con la comunidad.
Siempre acaban. Fíjense en esas confesiones de Lutero y piense en la alemania nazi.
Los ingleses una vez más han sido inteligentísimos.
Creo que el mensaje de Cristo no se ha transmitido en absoluto. Los mercaderes NUNCA abandonaron el templo.
ResponderEliminarAbrazos.
Propondría la recopilación de todo los topicos que en el mundo han sido y lo han mancillado y que jurásemos solemnemente que jamás bajo ningún concepto ni por lo que hay arriba sobre los cielos ni abajo sobre la tierra (ni encima sobre la tierra) recurriésemos a los hediondos tópicos allí recopilados.
ResponderEliminarParece que una religión es siempre necesaria. El mundo no se rige solamente por las creencias, pero casi no funciona sin ellas (Geertz dixit). El problema, como usted dice, Gregorio, son las pseudo-religiones que ocupan el espacio vacío.
ResponderEliminarAún así no creo que el cristianismo desaparezca, aunque sí debe cambiar para sobrevivir, como todos.
Un saludo