Acabo de recibir esta felicitación de Artemisa con la bienintencionada cita de Steinbeck. Pero ocurre que no siempre leemos cosas bellas. A veces hasta leemos la prensa. Incluso podemos leer las cosas más terribles escritas de la manera más bella.
ZORIONAK ETA URTE BERRION
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ResponderEliminarConfieso que estoy demasiado contento para asumir cualquier infelicidad. A partir de ello la belleza se me aparece como una realidad irreal, es decir: algo que veo y que imagino con incredulidad; algo que percibo y de lo que desconfío. Será porque me sujeto a lo que veo y percibo por lo que la infelicidad no me parece entidad suficiente. Y me pregunto: ¿porqué no soy infeliz? Será porque no tengo razones para ello? En todo esto hay una desmesura y es la pureza del desconcierto. Pienso en Píndaro: "el hombre es la sombra de un sueño" y me digo, "¡caramba! Algo, es algo".
ResponderEliminarY se me ocurre una boutade que tiene indicios de verdad: "esta noche he decidido dejar de creer, pero no sé en qué". Claro que podría bien ser lo contrario: "he decidido creer, pero no sé en qué" Todavía...
Por desgracia, así como la cara 'no' es el espejo del alma, tampoco un buen escritor (o buena escritora) tiene porque ser una buena persona (o al revés), pero eso se aprende con el tiempo y la práctica. Sobre la buena letra, literalmente hablando, estoy ordenando papeles familiares y en eso sí que hemos perdido progresivamente facultades. Aquellas caligrafías de plumilla y tinta, primorosas y etéreas han pasado, al menos por aquí -dicen que hay países con gran afición por el tema- a la historia.
ResponderEliminarleer la prensa ... qué ordinariez! (bonita palabra, por cierto)
ResponderEliminarfeliz navidad y bon any a tothom
Confieso que a veces siento necesidad de hacer algo ordinario... entonces leo la prensa o incluso, a veces, miro la televisión.
ResponderEliminarAún así, todavía me quedan demasiados libros por leer como para pensar en ver la tele.
Ordinariez: bella palabra, sin duda. La encuentro a menudo en los diarios secretos de Wittgenstein: "Von Gemeinheit imgeben!". "Rodeado de ordinariez". Puede que algún día comprenda, aunque sólo un poquito, a Wittgenstein.
Señor Luis Rivera: le admiro a usted profundamente.
Feliz Navidad a todos.
Un saludo.
Simone Weil sobre la belleza:
ResponderEliminarLa belleza es la única finalidad aquí abajo. Como Kant dijo muy bien, es una finalidad que no contiene ningún fin. Una cosa bella no contiene ningún bien que no sea ella misma, en su totalidad, tal como se nos aparece. Vamos hacia ella sin saber qué pedirle. Nos ofrece su propia existencia. No deseamos otra cosa, la poseemos, y sin embargo deseamos más aún. Ignoramos totalmente qué es eso que deseamos. Quisiéramos llegar hasta detrás de la belleza, pero no es más que superficie. Es como un espejo que nos devuelve nuestro propio deseo de bien. Es una esfinge, un enigma, un misterio dolorosamente irritante. Quisiéramos alimentarnos de ella, pero solo es objeto de la mirada, aparece a cierta distancia.El gran dolor de la vida humana es que comer y mirar sean dos operaciones diferentes.
¡Bo Nadal!
LuIs: Si es verdad, como decía Heidegger que nuestros estados de ánimo no nos pertenece, sino que somos nosotros quienes perternecemos a ellos, parece inteligente predisponerse favorablemente con este amo caprichoso.
ResponderEliminarVengo de dar un largo paseo por Pamplona. Los bares están llenos todos los demás negocios, cerrados a cal y canto. Hace frío pero luce un sol de invierno que es un lujo. Es una impertinencia rebelarse contra la dicha, venga ésta cuando y como venga.
Julia: La caligrafía era un arte, además de una disciplina. Cñaro que antes uno escribía para ser leído, no meramente para expresar su singularidad.
ResponderEliminarLeí en tu blog que andas removiendo melancolías. Pasé por ello no hace mucho.Un abrazo.
RMF: Ando de kaleborrokari sentimental. El sufijo en "-ari" indica en euskera al que practica algo. Ayer por la tarde al pasar por Tafalla vi a lo lejos los montes de Unjué y me acordé de usted.
ResponderEliminarSeñor Drac: Bienvenido a la lista de admiradores de don Luis, el Sócrates del bosque.
ResponderEliminarMe ha interesado mucho más la biografía de Wittgenstein que su filosofía. Creo que algo comprendo de su vida.
Propósito.
ResponderEliminarWith the fruitless years behind us, and the hopeless years before us,
Let us honor, O my brother, Christmas Day!
Call a truce, then, to our labors—let us feast with friends and neighbors,
And be merry as the custom of our caste;
For if "faint and forced the laughter," and if sadness follow after,
We are richer by one mocking Christmas past.
(Christmas In India - Rudyard Kipling)
halagado de ocupar sus pensamientos en Unjué (que yo pensaba era ujué).
ResponderEliminarel drac: usted me sonroja y el amigo Luri añade carmín a ella. Míreme, pero no me admire, porque siempre podré desilusionarle.
ResponderEliminarRMF: Y tiene razón (cosa nada infrecuente) usted: Ujué. Se me han cruzado Unzué y Ujué.
ResponderEliminarJuanjo: Vuelvo a casa tras un andar picando por Pamplona. Le aseguro que el pincho de foie y la sidra que me he tomado en un Bar de la Calle San Nicolás me hace entender ese texto con perfecta transparencia.
ResponderEliminarClaudio, amigo, en este caso le agradecería una traducción, me temo que mi inglés no da para estas sutilezas, aunque creo entender el sentido.
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