Buscar este blog

miércoles, 1 de agosto de 2007

Hipertextualidad y neosemántica post-post

"Cuando las mujeres han sido usualmente objetos a los que mirar, los sistemas hipermediáticos substituyen la mirada con la fortalecida visión del navegador en movimiento embebido en el espacio archivístico. Siempre fluctuante, la forma de la transformación del tiempo es una banda de Moëbius desplegando el tiempo en la dinámica del espacio del texto postmoderno, en lo plegado."


Del inmenso "Del tiempo y del espacio" del aún más inmenso Joseph T.

Añadido del miércoles a las 17:08:

Uno de los sabios más divertidos de la filosofía catalana es Josep Montserrat Torrents, Catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y versado cum laude en saberes imposibles, tales como gnosticismo, filología copta o paleocristianismo. Aunque de carácter normalmente pacífico e incluso seráfico, su ingenio puede generar automáticamente dosis letales de mala leche si se lo provoca. Y por ello, invitado a un acto provocador, se presentó con un discurso absolutamente ininteligible que recibió sesudas y entusiastas felicitaciones de los presentes (entre ellos más de un notabilísimo filósofo de ontológico renombre). Al acabar las loas, Josep Montserrat tomó la palabra para revelar a los rendidos asistentes el secreto de su prosa filosófica: el autor de la misma no era él, sino una máquina de su invención a la que había titulado “Generador aleatorio de textos profundos y sublimes” (o algo semejante). Con ayuda de un informático había elaborado un programa capaz de ensartar entre sí los conceptos más abstractos con la sintaxis más precisa y el significado más oscuro.

11 comentarios:

  1. me va tocar releerme el "Modos de Ver" de John Berger sólo para enteder las primeras líneas de este párrafo...

    ResponderEliminar
  2. Cuanta ignorancia albergo. Me voy de puntillas y algo deprimido...

    ResponderEliminar
  3. ¡Dios Santo! ¡Y a mí me caíais bien! ¡Vaya par de cernícalos nefelibatas! Tendré que repensar mi relación con vosotros.

    ResponderEliminar
  4. Yo no sé: acaso la preguntara no sería, ¿y es que hay que entender algo?

    ResponderEliminar
  5. Espero que la haya salido un texto lo suficientemente hermético. Yo estoy muy contento con el mío.
    Muchas gracias por los cumpidos.

    ResponderEliminar
  6. Sinceramente apabullado. Stop. Deprimido. Stop. Dejo de escribir. Stop. dejo de pensar. Stop. Sírvanse unos orujitos fríos. No stop.

    ResponderEliminar
  7. Un compañero de instituto muy docto con las finanzas decidió estudiar económicas en ESADE. Ahí le dieron un folio con tres columnas de palabras que, combinadas aleatoriamente entre sí, tenían la virtud de arrojar sentencias absurdas pero muy rimbombantes (tipo "baremos financieros asimétricos" o "fluctuaciones diferenciales estáticas") todas ellas muy útiles en los brainstormings. Son, de hecho, las que usan los directores del banco cuando uno va a pedir una hipoteca.

    ResponderEliminar
  8. Lo unico que me excita la curiosidad es que tengo la crteza de que al menos un por cien de odos los que andan por aquí, ninguno sabe lo que es la tradición hermética.

    La influencia epistemológica de Pepiño en la weltschandaaung de la juventud es certera e inexorable.

    ResponderEliminar
  9. Decía Nietzsche que no existe el texto, que todo son interpretaciones. Pero claro, si esto es cierto, entonces un texto indescifrable es el texto auténtico: el reflejo exacto de la realidad. O eso o lo del Pepiño Blanco.

    ResponderEliminar
  10. Pero bueno eso ya está inventado desde hace mucho tiempo, un claro ejemplo de ello lo vemos en el Congreso de los Diputados!!!!!!!;)

    ResponderEliminar
  11. Vigi: no soy tan optimista como usted. Es difícil encontrar un parlamentario que no sea un vicioso de los anacolutos.

    ResponderEliminar

Un amor perdurable a fuerza de no serlo

I En las últimas décadas del siglo XIX vivió en Oviedo un hidalgo llamado don Pepito Alegre, considerado unánimemente como «cumplido caballe...