"Religión y emolumento. Enseñanza de la virtud y honorarios. Sermones sobre el temor de Dios y salario. Estos conceptos parecen repelerse los unos a los otros”.
Quien esto escribe no es un rabioso revolucionario del XIX, sino un sensatísimo filósofo del XVIII, un hombre religioso y prudente, fiel a la fe judía y a la cultura alemana, uno de los intelectuales más respetados de su tiempo: Moses Mendelssohn, abuelo, por cierto, del músico del mismo apellido. Encontraréis este texto en una deliciosa obrita suya titulada ”Jerusalén o Poder religioso y judaísmo”.
Mendelssohn parte de lo que para él es un principio incuestionable: Recibir un salario por esta “ocupación sublime” es tan opuesto al modo de vida de los hombres religiosos, tan contrario a ella, que el mero pensamiento de obtener un beneficio parece degradar este estado. “El deseo de riqueza que se respeta de buen grado en cualquier otra profesión, parece aquí avaricia”.
Las personas religiosas objetarán, con sobrada razón, que en la actualidad nadie –al menos en el seno de la religión católica- pretende hacerse rico o ejercer de sibarita predicando el evangelio. Acepto la objeción de buen grado, como la aceptaba Mendelssohn, que reconocía que “como máximo” puede aceptarse una remuneración por “el tiempo” dedicado a este ministerio, pero ha de ser el Estado, y no
Ahora bien, como “el tiempo constituye una parte de nuestra riqueza”, el que lo dedica al bien común puede esperar una recompensa “del tesoro común”. Pero
Don Gregorio: no estoy del todo de acuerdo con usted o con Mendelssohn, ya que no queda claro,de quien es el ultimo punto. La Iglesia debe mantener a sus predicadores (ya sabe"no solo de pan vive el hombre"),con el dinero de sus fieles y tambien debe atender las necesidades de aquellos que no disponen de medios (Como en todas las religiones). En un Estado laico, quien no debe pagar las religiones, es el estado los contribuyentes.Y respeto todas las creencias, mitos y religiones, pero creo es una cuestión muy imtima entre una persona y sus creencias(su consciencia) y ellos son los responsables de su manera de hacer.Cada uno a lo suyo. Pero tambien le dire que no hay cosa que compensan mucho mas que un salario, y es hacer las cosas bien a cambio de no percibir nada, solo por el placer de hacerlas y sentirte bien. Pero de vez encuando hay que comer!!!!!
ResponderEliminarY que hace usted aqui a las 10 de la mañana, lo hacia por Cuenca! Como supongo ira al Museo de arte moderno, expliqueme por favor, todo esto que discutian estos dias sobre el arte, al ver alguna de las obras, como la de la tela en blanco, seguro que usted podra darle una buena explicación, que yo pueda entender. Buen viaje!
Es delicioso leer a los bienpensantes. Estoy de acuerdo que a la Iglesia no la sostengan los contribuyentes, siempre que los sindicatos los mantengan sus afiliados, o los partidos sus simpatizantes, o las ONG de diverso pelaje sus asociados, o las obras de teatro "alternativo" sus espectadores, o el cine español que lo pague el que lo vea, etc. etc. ¡Viva la demagogia!
ResponderEliminarSr Anonimo; nada mas lejos de mi intención que hacer demagogia! Los valores culturales, y para mi lo es la cincia, el arte en todas sus manifestaciones, incluido el teatro alternativo como usted dice, la literatura, la filosofia, la historia de las religiones, es decir el saber humano, debe patrocinarlo y hacerse cargo el Estado, pero p.e. si los mulsumanes quieren hacer una mezquita de oro con su dinero en sus terrenos, a mi me parece fantastico. El estado debe contribuir al bienestar de sus gentes por lo menos en lo basico, los adornos, alla cada uno con los suyos, ¿no le parece?
ResponderEliminarAceptado, Glauka. Pero sostener a las distintas confesiones religiosas, incluso la que por la historia es predominante en España, que es la Católica, no rompe con el compromiso laico del Estado. Una cosa es sostener el culto y clero, en beneficio de los que creen y van al templo, y otra cosa es que de ahí se siga que el Estado ya hace "confesión". Nada de eso. Los impuestos están para todos, creyentes y no creyentes, sin exclusiones (y así se ha entendido en nuestros casi 30 años de democracia en España). Comenzar a discutir "esto me gusta, y esto no me gusta" es entrar en una espiral de "presupuesto a la carta" que conduce a la ruptura de la convivencia. Seguramente hay muchos increyentes (es decir creyentes en el Santo Estado Laico) que les irrita que "de su bolsillo" se pague a los curas (o a los imanes y rabinos, si quiere). Pero de la banda contraria también se puede hacer una lista interminable de agravios. No quiero ser más explícito, pero a la vista está que muchas discusiones sobre alianzas políticas derivan de la necesidad de repartirse el botín presupuestario. Y le aseguro que a mí me produce una profunda irritación saber que parte de mis impuestos van a parar a según qué partidos.
ResponderEliminarSr Anonimo, yo no estoy de acuerdo ni con usted, ni con el Estado, pienso que el deber del estado por encima de todo es, estar al servicio de los ciudadanos con honestinad, en todos los ambitos de la vida, pero entiendo su discurso, asi que como diria Don Gregorio, si pasa por el cafe de Ocata nos tomamos unas cañas bien frescas y seguimos hablando.
ResponderEliminarCuriosamente, Luri, has abierto una polémica importante y al mismo tiempo engañadora. El problema en el mantenimiento del hombre de culto, en la frase que pronucnia Mendelsson, 4está determinado por la ausencia de la Iglesia, jerárquicamente entendida. No hay Iglesia entre la fe judia. Como no la hay en en el Islam. Y en ambos casos, son los fieles ("Los fieles") los que deben pechar (palabra que debe venir de pechero, es decir, el que paga impuestos) los que deben ayudar a mantener al rabino. La iglesia, entendida como tal, es una organización cristiana extendida en el seno de un estado, afín al mismo, en ocasiones a lo largo de la historia, sostenedora del estado, y es justamente en este caso en el que lo mismo va a dar que pague el estado o la iglesia como estructura jerárquica y poderosa.
ResponderEliminarPero la cuestión que Mendelsson plantea es una cuestión de pureza ideológica al margen de la estructura política (en el sentido más común de la expresión "política") y en este sentido de pureza, compromiso del fiel con su voz, o la voz de su fe, el que entraña todo el sentido que creo que tiene tu post.
En el XVIII y en España, Mayans pensaba lo mismo. Lo pensaba porque los predicadores cristianos no sólo ganaban muchísimo más dinero que los sacerdotes 'normales', sino que tenían un público que los seguía como hoy se sigue a los cantantes de rock. Están documentadas aglomeraciones en las que había desmayos y apretujones en las iglesias cuando aparecía un predicador famoso, y atraían mucho dinero (porque se hacían mercados, ferias y se vendían souvenirs en forma de falsas reliquias, exvotos, etc) en los alrededores de las iglesias. Los predicadores cristianos no sólo dejaban de lado los dogmas en favor del estilo literario, que los llevaba a decir verdaderas herejías o al menos, frivolidades, sino que tenían una fuerza propagándística enorme que corría paralela a su envanecimiento. Mayans se queja de su pedantería, porque en ellos persistía el estilo barroco, pero ya convertido sólo en vaciedad de concepto y empobrecido: ya no predicaban para enseñar o para convencer, sino para lucir sus figuras retóricas y su oratoria. Mayans se queja también de las grandes cantidades de dinero que ingresaban y, en suma, les echa en cara el rumbo que ha tomado su oficio, ya puramente ornamental.
ResponderEliminarEran figuras de gran envergadura social y vivían como príncipes.
En fin, que los predicadores eran personajes públicos y mundanos.
En cuanto a la actualidad, creo que hace mucho que las iglesias, como estructuras sociales, han dejado de lado su cometido original y son sólo remanentes de un pasado que, forzosamente, ya no las puede sustentar y por eso nos parece medieval la cultura musulmana, porque está basada en las creencias religiosas que a nosotros ya (como sociedades modernas), no nos dicen nada.
Abrazos.
Llego a tu casa por intermedio de Gabriela Zayas ,quien te menciona en su último post. Volveré con más tiempo a leerte. Abrazos.
ResponderEliminarhttp://clarasofia.blogspot.com
Por favor, señora Gabriela, cuando dice que "a nosotros" las creencias religiosas ya no dicen nada, aclare que se refiere a "nosotros los ateos, agnósticos o apóstatas". Le ruego no hable por todos.
ResponderEliminarNo, anónimo, me refiero a los que habitamos en países que constitucionalmente se declaran laicos, como España.
ResponderEliminarSeñora Zayas, España no es un país que se declare constitucionalmente laico, acaso sí parte los ciudadanos de este país. Si se hubiese leído el artículo 16.3 de la Contitucion habría visto que la palabra "laico" no aparece por ningun sitio. Es más, me atrevería a decir que no aparece en ningún enunciado de la Constitución Española (la del 78, porque si usted se refiere a otras...)
ResponderEliminarUn agnóstico.
Señor agnóstico:
ResponderEliminarArtículo 16.
1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la Ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
RAE. Definiciones:
aconfesional.
1. adj. Que no pertenece o está adscrito a ninguna confesión religiosa. Estado, partido aconfesional
laico, ca.
(Del lat. laĭcus).
1. adj. Que no tiene órdenes clericales. U. t. c. s.
2. adj. Independiente de cualquier organización o confesión religiosa. Estado laico. Enseñanza laica.
La religión siempre estará ahi, haciendo lo que mejor sabe hacer...abusar de los menores, fomentar el nacimimiento de niños que quizás no deberian venir al mundo, total para sufrir y hacer sufrir.
ResponderEliminarQuizás soy muy drástica y lamento si asi te lo parece, pero es mi humilde opinión, espero que no te moleste.
Un abrazo!!!
Bien señora Zayas, ahora sólo tiene que cambiar el término "laico" que uso anteriormente por el de "aconfesional" y asunto zanjado.
ResponderEliminarLa CE declara a España Estado aconfesional, no laico.
Sobre la distinción jurídica entre aconfesional y laico hay jurisprudencia constitucional al respecto, lo que demuestra que no es un asunto baladí ni un "problema semántico".
Vuelvo, hoy, al siempre agradable espacio del café de Ocata, atraído por el interesante tema abierto al debate por mi estimado Gregorio.
ResponderEliminarY es que se me antoja interesante no tanto por el coste en dinero ó en futesas similares que supone cualquier estructura (¿supreestructura según el fundamento marxista?)sino por el placer del esfuerzo de cualquier bienpensante por situarse con el mayor equilibrio posible en un pronunciamiento que conjugue sus primarios prejuicios (ideológicos) con sus mas ó menos profundos conocimientos y con una postura ética que demuestre la épica que acontece en tan sesudas reflexiones en la búsqueda de un sentido ético en uno mismo.
Simplemente contaré una anécdota: En cierta ocasión tuve que ir a una rueda de prensa en cierta gran catedral de este país con motivo de la transacción de una casa anexa 'propiedad' de la Iglesia,-(institución que donde vivo posee ni mas ni menos que el 7% de los bienes raices del municipio, ahí es nada)-.
El contacto del deán y el empresario con los (en ocasiones) "informadores" se mantuvo dentro de los cauces previstos, finalizó y este humilde opinador se aproximó entonces al prelado-administrador. Caminábamos hacia la entrada del sacro templo cuando le apunté que al explicar la transacción en ningún momento ni el directivo (de ALDEASA) ni él habían dicho precio ú otra condición anexa ó relacionada, ni siquiera cesión, con lo que en definitiva,-afilé el término-, es "una compraventa aunque el precio fuese cero euros".
El deán, insolente, no con este siempre cauto y humilde buscador, sino con el templo donde estaba, me respondió que ese es un asunto que no venía a cuento. Le respondí,-reconozco que un tanto airado por su prepotencia e insulto al sentido común-, que "bueno, al menos ha de quedar constancia de la operación en el registro mercantil".
El religioso administrador se giró, me dejó con la palabra en la boca y este, entonces informador, regresó a su máquina de escribir para deletrear la crónica del nada consuetudinario evento por el que se gana el salario, pero que, no obstante, provocó en mí la intención -no realizada- de haber escrito un sermón. Naturalmente no lo hice;no es mi cometido.
Mientras regresaba bajo la lluvia ví al humilde párroco que con denuedo se dedica a escuchar a ancianos en soledad, jovenes con enfermedad en cierto hospital y , en definitiva a a confortar almas mientras vive en un más que minimo espacio (¿apartamento?) de menos 25 metros cuadrados, a solo unos metros del escenario donde mi fé en determinados hombres de fé volvió a resquebrajarse una vez mas.
Con este breve cuento de la realidad he pretendido aportar una crítica al estado de la cuestión, crítica por supuesto abierta a la contracrítica de la drástica 'mandarina' a quien recomendaría, -créase que con todo respeto-, que se encierre en algún templo, aunque sea virtual,para atemperar su alma y reflexionar sobre quienes son galgos o podencos.
Por cierto, si tiene que pagar no se preocupe. Al fin y al cabo puede quedar reconfortada,
pues 'quien paga manda'.
(Gracias a don Luis Rivera por su inestimable aportación y saludos a todos los asistentes a este siempre amable café, cuyo hospitalario regente me ofrece la oportunidad de disfrutarlo.
;-)
Mientras que me tomo un obligado café, no deja de sorprenderme la temperatura democrática de este país, si hemos de juzgarlo por los que saltan a opinar en este blog.
ResponderEliminarEspanta ver el odio y resentimiento hacia la Iglesia y las creencias religiosas, que son compartidas por muchos ciudadanos de buena fe (cristianos y no cristianos).
¿Estamos dispuestos a tomarnos en serio la "libertad religiosa y de culto" del artículo 16 de nuestra Constitución? ¿O es que tomamos la Constitución sólo para lo que nos interesa?
En cuanto a la señora Zayas, parece sugerir que los creyentes españoles nos situamos fuera de la Constitución y de la ley, por cuanto no nos plegamos a la doctrina laicizante, atea y totalitaria.
Hay muchos modelos históricos que se nos vienen a la cabeza: la Unión Soviética de Stalin, o aquí en España, sin ir más lejos, el frentepopulismo asesino del 36. ¿Ese es el modelo?
Me cuestan entender dos cosas en este debate:
ResponderEliminar1 / La animadversión por la presencia histórica de la Iglesia cristiana. Tuvo esta presencia luces y sombras, enormes unas y las otras, pero esas han sido motor de progreso en la busca y encuentro del hombre.
Mayans es Mayans, pero Sahagún, Las Casas, Feijó, Calderón y una interminable lista de gentes de fe en la iglesia que promovieron un mejoramiento cultural, participaron en el pensamiento, etc.
Otra cosa sería hablar de la castas sacerdotales, al margen de La Iglesia, o de las iglesias. No veo, en ningún caso, una casta sacerdotal, con o sin vísctimas propiciatorias, en lo alto de las pirámides aztecas o mayas, o de los chamanes orientales, que atisbaran a tener una idea del hombre más allá de sus terrores, mitos e intereses de casta (o clase)
2 / La fe es una cuestión íntima y debe ser entendida como asunto entre el poseedor de ella (el fiel) y aquellos que le ayudan a comprnederla o seguirla (Imanes o rabinos) Mi comentario obedecía al hehcho real de que tan solo son las cristianas las Iglesias jerárquicas, organizadas teniendo como fundamentoi unos textos, al contrario del Islam y la fe Judia, que tienen los textos (Corán y Tora) como el fundamento mismo.
Así pues, no habiendo colectiovidad jerarquizada, no hay administración (el estado de Israel es un caso aparte de lo que se podría llamar "tiempos de guerra") y el rabí o el imán son mantenidos por los fieles y por su propio trabajho, en ocasiones al margen de la fe religiosa.
Apreciado Luís Rivera, a pesar de sus siempre documentadas opiniones, oso corregirle en un aspecto. Puede ser que en el Judaísmo o en el Islam no haya "Iglesia" en el sentido cristiano del término (no así en el etimológico: ecclesia = asamblea). Pero eso no quita que como confesiones religiosas inscritas en el Ministerio de Justicia español, reciban también un sostén de fondos públicos. A mí como católico me parece muy bien.
ResponderEliminarQuerido Luis, si menciono a Mayans es porque precisamente el tema de la predicación es para él importantísimo en función de la reforma general de la religión (ilustrada) y también sirve para fomentar el progreso de la actitud racionalista en todos los ámbitos de la vida social y cultural de los países. En 1733, Mayans, a pesar de las reticencias de Burriel, Feijoo y Codorniu, consiguió publicar su manual sobre predicación cristiana, aunque antes ya había publicado (en 1727) Una Oración en que se exhorta a seguir la verdadera idea de la elocuencia española en los mismos términos pero sin tanta profundidad.
ResponderEliminarMayans señala la decadencia de la oratoria sagrada en su siglo, la negligencia en el estudio de la teología pastoral, la ignorancia de las fuentes adecuadas, el exceso verbal (barroco) de los predicadores famosos y todo ello preocupa extraordinariamente al erudito valenciano. Para él, la oratoria sagrada es un medio pedagógico y sirve para sacar a los pueblos de su estado de ignorancia y de superstición, para iniciarlos en una visión 'realista' de la vida y de la cultura y no como un fin personal, de lucimiento literario o para buscar una fama personal. La decadencia cultural española y su atraso respecto de otros países europeos es una obsesión para el valenciano. En 'El orador cristiano? de 1733, Mayans vierte todas sus ideas sobre lo que él considera que debe ser un buen predicador y esta aportación influye en la segunda mitad del siglo XVIII en el pequeño grupo de ilustrados del clero que desean conciliar fe y progreso.
Para Mayans es indispensable un manejo de las trs disciplinas básicas: la gramática, la lógica y la retórica. reivindica como fuentes las obras de los escritores españoles del Renacimiento y del Siglo de Oro como Vives, Arias Montano, o Luis de León (ya, ves, todos ellos considerados en algún momento heterodoxos), y propone la creación de una oratoria propia, ajena a las influencias de los italianos y los franceses, haciéndoles ver que existe una tradición hispánica fecunda y valorable. Aunque Mayans admiraba a Bossuet, a Fleury o a Muratori (y también a Voltaire y a Montesquieu), quería reavivar el interés por las obras de la propia España, porque le irritaba la imitación servil o la entrada indiscriminada de galicismos a la lengua. Pensaba también que era indispensable que los predicadortes conocieran bien las Sagradas Escrituras y los Santos Padres y consideraba que la prosa de los teólogos españoles del XVI debía ser reivindicada.
Por todo esto Mayans se enfrenta a los tomistas y los escolásticos, que por lo visto siguen por ahí dando vueltas en su versión moderna.
No voy a contestar a otros contertulios de este café que ponen en mi tecla cosas que no he tecleado. Saludos, Luis.
Amigo anónimo: le agradezco mucho su halagadora opinión sobre mis comentarios.
ResponderEliminarNaturalmente estoy de acuerdo con usted en su desacuerdo. Me explico:
Yo he utiliado Iglesia en sentido no asamblaria sino de estructura jerárquica organizada. Este sentido que le aplico es ligeramente peroyativo dentro del contexto del post de Luri. Las Iglesias judia e islámica (como asambleas) tienen una estructura organizativa más laxa y basan su solidez en el fundamento de los textos, que interpretados han ido creando corrientes. Existen consejos de rabís, de imanes, etc., y entre los chiies algo más parecido a una estructura ya que se trata de un concepto islámico creado desde la defensa de la corriente derrotada heredera de Alí y de sus hijos.
En el tema del islam cabría hacer otra salvedad y es que el Estado moderno, heredero de la antigua jerarquia político-militar-religiosa, tiene como deber (no en todos los casos) la protección de la religión. En estos casos se solapan la ausencia de Iglesia con el dominio político.
Es en este terreno donde yo diferencio con las Iglesias cristianas, que habiendo sido motor de la evolución social desde la EDad Media hasta el siglo XVIII (con cuantos peros convengan), lo ha sido salvaguardando su esencialidad religiosa en la continuidad jerárquica del Papa, el Vaticanos, el colegio cardenalacio y los obispos. Las cristianas no católica han mantenido un modo de jerarquización (la anglicana, por ejemplo) de cerácter bastante similar. La idea de obediencia a la autoridad religiosa, el cuarto voto de obediencia, etc.
Naturalmente entiendo que iglesia es igual a asamblea de fieles, y aquí es donde radico la idea de que son los fieles y no el estado, quienes deben sufragar los gastos de sus "maestros", a la par que ellos colaboran en ello.
Querida Gabriela: estoy también de acuerdo con tu comentario sobre Mayans, en cuanto a su vocación reformadora, que comprendo y admiro. En lo que discrepo es en que tu comentario sobre Mayans desvía el tema, a mi parecer, por su acideez sobre la Iglesia Católica, cosa que también comparto desde el punto de vista histórico, sin negarle sus grandes aportaciones, grandísimas.
ResponderEliminarEn resumen, mi opinión es que los fieles deben colaborar en sus propios costes de enseñanza de la fe, la de cada uno.
Creo que el Estado debe de ser laico o no confesional y no derivar ipuestos a cuestiones directamente vinculadas con el pensamiento íntimo de cada ciudadano. Sucede sin embargo que aquí se mezcla, en España como en tantos lugares, la dejación del Estado (ya desde tiempos atrás, y mucho) de las funciones de la enseñanza más elemental. Y este es todavía uno de los puntos de la discusión. Pero incluso en este, las aportaciones por la vía del Presupuesto de Educación tienden a financiar los establecimientos de enseñanza, confesionales, como suplemento a las necesidades de la sociedad, o no tanto necesidades como libre elección de enseñanza confesionalizada.
Otro punto sería el mantenimiento del Patrimonio de la Iglesia en el terreno histórico-artísitico, y su propiedad y derecho de gestión.
Todos estos puntos, y aquí estamos de acuerdo, tienden a ocultar una realidad. La Iglesia, como conjunto de fieles, debe apoyarse en sus fieles, a mi entender.
Queridos amigos, os leo desde Sevilla. Evidentemente no hace falta que responda a nadie. En todo caso una aclaración: El texto es de Mendelssohn y sólo de él es lo expresado. Me parecía interesante recoger las opiniones de un ilustrado prudente que estaba convencido de que existía una coincidencia entre lo esencial del judaísnmo y lo esencial del cristianismo: ambas serían religiones cuyos principios serían racionales. No haría falta ningúna revelación patra demostrar su necesidad y su universalidad.
ResponderEliminarEn cuanto a mi opinión, creo que aunque es converniente separar el estado de la religión (excepto de la religión pública republicana: pienso en los USA) no ocurre lo mismo entre la sociedad y la religión. Pero desarrollar estro exige más de un post.
Los sacerdotes son muy muy muy sibaritas.
ResponderEliminar