La entrada de hoy viene exigida por el impacto que me ha producido esta imagen, encontrada en un magnífico blog: Un hombre sentado en una silla. Se trata de una noticia verídica del año 1949, cuando un centenar de inmigrantes españoles llegaron ilegalmente a la costa venezolana huyendo de la miseria en España.
Los emigrantes son hombres despojados de su derecho de ciudadanía. Esto parece elemental, pero es esta elementalidad la que debería hacernos repensar la historia de los llamados “Derechos del hombre y del ciudadano”.
La declaración de 1789 hablaba, como es bien sabido, del “hombre” y del “ciudadano”, pero los revolucionarios que proclamaron estos derechos pensaban en los ciudadanos franceses y si los proclamaban como “derechos del hombre”, era para atribuirles mayor universalidad. Podían hacerlo sin mayores costes, puesto que no era verosímil ni previsible que hombres y mujeres del Tercer Mundo pudieran llegar a Europa y reclamar su puesta en práctica. Pero en nuestros días las cosas han cambiado. El concepto de ciudadanía ha resultado ser más complejo de lo que sospechábamos. Quizás por eso preferimos hablar de "derechos del hombre", a secas. Además la concepción moderna de la libertad, cada vez más individualista, ha pasado a ver la instancia que hace posible el ejercicio de los derechos (el Estado) como una amenaza para la libertad individual. Como ocurre siempre, las confusiones teóricas acaban provocando graves problemas políticos. En ellos estamos.
Lo evidente es que no estamos dispuestos a renunciar a una ciudadanía que se presenta (desde la perspectiva de los derechos "del" hombre) como el último privilegio de estatus; el último factor de exclusión y de discriminación; el último residuo premoderno de la desigualdad personal en contraposición a la proclamada universalidad e igualdad de los derechos fundamentales.
Para volver a la imagen que abre este post quiero recordar al gran Francisco de Vitoria. En 1539, en sus Relectiones de Indis recenter inventis, legitimaba moralmente la conquista de América recurriendo a un supuesto derecho a la emigración (ius migrandi) natural, es decir, inherente a todo hombre. Claro está que estaba pensando en un mundo en el que el único flujo emigratorio imaginable era el que tenía por origen Europa y por destino el resto del mundo.
Gregorio, busca otro recorte, muy chulo también, de cuando a los emigrantes andaluces que venían a Cataluña sin contrato de trabajo, les trincaban en la estación y les montaban en un tren y los volvían. Algunos se bajaban por Sitges o por ahí, y volvían a Barcelona andando para que no les pillasen.
ResponderEliminar¡Qué bonitos recuerdos familiares que traen estas fotos!
javier
Presidente de Xile (1851-1861): Manuel Montt Torres. Familia de origen: catalán.
ResponderEliminarJosé Martí; héroe de la independencia de Cuba; Valencia.
Fidel! Origen gallego.
Y así hasta el infinito.
La foto es muy buena, pero induce a error; los "gallegos", como los portugueses, o incluso ex-nazis alemanes, fueron mucho más bien recibidos que los immigrantes de hoy en día aquí.
Pero el follón actual, con esto del derecho a voto (del cual estoy plenamente a favor) viene más de la immigración no-latina. En definitiva, que la derecha paternalista no quiere ver ni en pintura partidos integrados por musulmanes ganando elecciones de pueblos agrícolas, ah, sí, pero partidos de jubilados alemanes en Illes balears o país Valencià, sí, cómo no.
Tal y como dice un acertado comentario en el blog que lincas, en Francia a los immigrantes se les dió de todo excepto dignidad. dignidad democrática, se entiende.
Le voy a enseñar su foto a mi Aliada, a ver qué dice.
saludos cordiales!
Yo cedí hace tiempo mi derecho a voto a mi aliada, que es ciudadana de segunda.
Que fuerte!
ResponderEliminarTeoría de la deriva.
He clickado un link en mi página y he visitado a un amigo.
Luego he clickado un link en la página de mi amigo y he visitado a una amiga suya.
Me he deleitado un rato con el blog de la amiga y luego he clickado a uno de sus links.
Mirando la página me ha sonado el nombre del autor, he dado una ojeada a los contenidos y me lo ha ratificado.
Que fuerte!
Yo he asistido a una clase tuya!!!
Fuiste un invitado de Pedro Azara el año pasado a su optativa en la Escuela de Arquitectura de Barcelona.
La red se está quedando pequeña.
Te pongo en favoritos.
Por cierto, me compré tu libro sobre Prometeos (porque me gustó la charla y me quedé con ganas de más)
Salud!
Creo que fué en Hanna Arendt, de no ser así merecería haberlo escrito ella, por su categoría moral, que los derechos del hombre y de los ciudadanos no existen porque sí, sino que existen tan solo cuando un estado está en dispocición y tiene capacidad para respaldarlos.
ResponderEliminarY "usuario anónimo": yo recuerdo algo espeluznante, que fué en Barcelona: habilitar el actual Estadio Olímpico como refugio para emigrantes llegados sin contratos de trabajo o viviendas, que acudían con la sana intención de levantar en una noche chabolas o barracas. Recuerdo haber visto desaparecer las gradas de madera, quemados por la multitud que allí se hacinaba para calentarse. Sería a mediados de los 50.
Y otro tema de interés acerca de todo esto: en un debate que tuvieron Fray Bartolomé de las Casas con Fray Bernardino de Sahagún (y tecleo de memoria para no buscar el dato), el padre las Casas concluyó con que para salvaguarduar las almas de los indios americanos, que eran almas como nosotros, podrían llevarse a trabajar a las Indias, africanos esclavos, que no eran almas.
LA foto y el artículo encienden las llamas y calienta los espíritus.
ResponderEliminarArgentina fue un país que abrió las puertas a todo el mundo. Una vez para poblar otras veces para refugiar.
Muchos han venido a "hacer la América"... Hace mucho tiempo ya.; en épocas cuando había que cambiar "barbarie por civilización"
El progreso Europeo fue bien mirado, aceptado, imitado, aplaudido.
Luego vinieron tiempos políticos que con vientos ,las más de las veces, nada beneficiosos para la mayoría, fueron destemplando la fragua de este país que era el cobijo de muchos incluyendo a sus habitantes.
Hoy, quiénes vienen a mi país son hermanos americanos: paraguayos, peruanos, en su mayoría, que por indocumentados se los explota vergonzozamente.
También se dio úiltimamente la emigración de mis compatriotas a EE.UU y a países europeos, donde se los recibe con desconfianza y el desagradable mote de "sudakas".
España e Italia olvida que en sus tiempos de guerra todo el pueblo argentino abogó por darles solidaridad a manos llenas.
Creo que la Tierra es el planeta de todos a pesar de las líneas convencionales que delimitan territorios. Por encima de ellos, debieran instalarse los derechos humanos que cada vez son más tergiversados y olvidados.
Pero la historia de América se nutre del dolor instalado en épocas de colonia, tan instalado en su cultura que aún no puede encontrar las fuerzas para sobreponerse al destino de ser países de cuarta ( decir del Tercer mundo, queda grande)
Luís, seguro que es de Arendt; apuesto por ello. Con lo cual... con lo cual: un Estado se sostiene por sus fronteras y no es tan difícil de dinamitar desde dentro, por ejemplo a base de leyes que se carguen el delicado y vital "espacio político" (por seguir con Arendt) interior.
ResponderEliminarNo hace mucho leí que Dinamarca se blindaba con leyes muy restrictivas, y la misma reina hablaba de no aceptar ni una persona más que no pudiese ser tratado, precisamente, con dignidad. En todo caso, políticamente es delicadísimo, el tema.
Lo que cuentas del estadio olímpico me ha impresionado; recuerdo también las subastas de jornadas laborales en la plaza palacio, de madrugada. Y un recuerdo más personal. En casa, durante un tiempo, venía una señora andaluza a ayudar a mi madre. Tenía dos hijos de mi edad y su marido estaba en Alemania. Vivían en una chabola, en las montañas que rodean Horta. Yo me quedaba con frecuencia a dormir con ellos, y para mí era el paraíso, jugar inmediatamente después de despertar en la montaña. Luego ya se compraron un piso, sus hijos son titulados universitarios, etc. Una historia edificante, sin duda, com la de la inmensa mayoría de la inmigración de aquellos años. Pero sin perspectivas reales de dejar atrás la chabola, no hay futuro.
Lola
1. Me habéis deprimido entre todos.
ResponderEliminar2. Luis y Lola: No sé si Arendt dice eso, pero creo que el primero en formular esa idea fue un conservador inglés: Burke. Se dio cuenta de que los derechos meramente proclamados son, meramente, proclamas retóricas. Los derechos que existen son los que, de facto, el ciudadano de un país puede ejercer con el amparo de un Estado comprometido en su ejercicio. Es decir: no existirían derechos "del hombre" sino tales y cuales derechos del inglés o del alemán, etc.
3. Javier, me alegra encontrarte por aquí, así por lo menos nos encontramos en un sitiu virtual. Ya sabes que digas lo que digas yo estoy de acuerdo. ¿Como no concordar con quien defiende que todo lo que rima es necesario?
4. Subal: No creo que podamos, angelicalmente, negar que respecto al reconocimiento al derecho de voto a los emigrantes hay un conflicto entre el reconocimiento de la dignidad personal y la salvaguarda de determinados intereses colectivos. Efectivamente, hay que llamar a nuestros miedos por su nombre, sobre todo porque pueden estar fundamentados. Hay pueblos actualmente en los que viven más norteafricanos que nativos del pueblo. Y esta es una situación que, viendo como van de caldeados los ánimos por algunas mezquitas hispanas, convendría analizar con prudencia.
5.Cel.lia: Bienvenida. Puedes volver por aquí cuando quieras, hasta para hablar de Prometeo.
6. Dilaca: No estoy seguro de que el término "sudaca" tenga siempre ese tono despectivo que tú le das, o al menos no lo tiene en mi círculo, pero puedo equivocarme. El problema de la emigración es que junto a la mano de obra barata llegan convicciones. Se diga lo que se diga, molesta mucho menos un carpintero polaco o un camionero ecuatoriano que un grupo de musulmanes. Los primeros se integran con más o menos facilidad en las estructuras sociales existentes. En el seminario diocesano de Barcelona hay hoy una mayoría de seminaristas sudamericanos y en mi pueblo el cura es polaco. El problema es la mezquita.
7. Dilaca: Dices que "la historia de América se nutre del dolor instalado en épocas de colonia". Es una idea que oigo con frecuencia entre mis amigos "sudacas". No me convence. Más aún, me escandaliza. Me parece que se trata de un cajón de sastre que sirve para exonerar al presente (es decir a los ciudadanos del presente) de responsabilidades respecto a todo lo que va mal (no, curiosamente, respecto a lo que pueda ir bien). Dicho de otra manera (y ya sé que estoy tocando un tema delicado): me parece un recurso a la inocencia política permanente.
He visto que alguien había entrado en mi blog desde aquí, y me he llevado la sorpresa de ver tu enlace. Muchas gracias por el halago.
ResponderEliminarMe parece, por tu texto y los comentarios, que valdrá la pena volver aquí.
Un saludo.
Querido Gregorio, al leer tu post me ha venido a la mente un documental sobre el paso de los españoles por el Pirineo hacia Francia, durante la diáspora de la Guerra. Sus caras, su pobreza, su desesperación, son las mismas que vemos en los telediarios hoy. Ateridos. buscarían un refugio que no iban a encontrar. Es cíclico ¿no es cierto? Los nombres, las nacionalidades de la gente que huye de la miseria o de la guerra o de ambas, cambian: pero son los mismos. Los despojados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una breve y muy cariñosa anotación para Dilaca:
ResponderEliminarFinalizando el siglo XVIII, un tal Martínez Compañón, hizo un trabajo descriptivo estadístico de la diócesis de Trujillo, en Perú, cuyo orginal se conserva en el Palacio Real de Madrid y del que tengo yo una edición fascimil. Es impresionante: en cuatro tomos está descrita la población, en descripción literal y en dibujo, por clases (niveles de mezcla o procedencia) y oficios; los oficios, todos incluídos los eclesiásticos, los planos de ciudades y lugares, los planos de edificios públicos, la botánica y las costumbres de cada uno de los grupos que integraban el virreynato. El trabajo es apabullante, sobre todo para quienes al no conocerlo niegan cualquier avance ilustrado en la monarquía hispánica. Allí se puede ver la organización social, la urdimbre del tejido, bien encajada para un posterior proceso descolonizador.
Escribo esto para decir, que al igual que dice Luri, más concisamente que yo y con mejor alcance, no entiendo el dolor de aquella época en Historia Comparada, (claro está que no es extrapolable), y si pienso que una enorme indolencia, hija tal vez, eso si, de esta sociedad y de sus usos, se abatió sobre una gente muy ilustrada que hizo una descolonización en el momento justo en que la metrópoli no podía resistirse.
En cuanto al adejetivo sudaca, a mi me aplican el de catalán quienes me quieren abrazar y quienes me quieren ofender, muchos más los primeros que los segundos. No estamos escasos en esta España hecha de gajos cítricos, de adjetivos de doble significación, pero en algunos sectores, la publicidad por ejemplo, la llegada de profesionales argentinos a Barcelona (sobre todo) y a Madrid, dió un nuevo giro creativo insospechado, por su calidad y frescura, hasta entonces.
Aquñi, la emigración interior, ha sido una enorme tragedia para Aragón, Murcia, Andalucia y otras regiones, entonces. Como irse a hacer las Américas.
Siento, por la parte que me toca, haberte deprimido!
ResponderEliminarpero observa esta frase que escribes; "Hay pueblos actualmente en los que viven más norteafricanos que nativos del pueblo. Y esta es una situación que, viendo como van de caldeados los ánimos por algunas mezquitas hispanas, convendría analizar con prudencia."
Supongamos que en un pueblo de 100 habitantes, hay trenta nativos y setenta immigrantes. Sólo pueden votar treinta. ¿Democracia? A mi eso me parace una oligocracia, que empuja a los de la mezquita a cabrearse con razón. Quizás yo sea un marxista trasnochado, pero me gusta ver la situación más como un conflicto de clases (clase trabajadora lumpen vs. clase trabajadora europea vs. etcétera) que no con tanto matiz religioso o étnico o nacional.
no, no confiamos en nadie, menos en un trabajador de fuera(un exiliado económico). No confiamos que un magrebí, aparte de venir para ganar dinero, quiera vivir en un sistema menos malo que el que tiene en su patria. La mezquita es un problema si en ella queremos ver un problema. Objetivamente, es sólo un edificio donde se reúne gente. me molesta igual un imán radical que Rouco Varela. España es un país con atraso crónico. Eso puede ser malo, pero también puede ser una oportunidad; veamos qué ha fallado en Francia, y lo siento, no me muevo de mis trece; en Francia no se les ha dado dignidad democrática. Y lo reconozco, mis análisis son pueriles, infantiles y poco prudentes. Como el sistema neoliberal lo fue depués de la caída del muro de berlín.
Otra frase tuya; "No creo que podamos, angelicalmente, negar que respecto al reconocimiento al derecho de voto a los emigrantes hay un conflicto entre el reconocimiento de la dignidad personal y la salvaguarda de determinados intereses colectivos."
bueno, y yo respondo con sabiduría popular catalana; "o ens escalfem tots o llencem l'estufa al riu". ¿Quieres decir con esta frase que la democracia es como un bien económico; un bien escaso que conviene gestionar? ¿Que la ley futbolística del fuera de juego sólo vale para un equipo -el contrincante?
No sé si me ha salido un comentario incendiario. Si así fuera, sepan matizar mi discurso, que yo a usted y sus lectores los respeto mucho.
Subal: Bienvenidas sean a este Café de Ocata todas las divergencias. Y sobre todo sean bienvenidad en los temas polémicos. Hay asuntos en los que ptretender estar en posesión de la verdad sólo pone de manifiesto la memez del proponente.
ResponderEliminarCuando hablo de lo que ocurre en algunas mezquitas, lo hago sopechando que quines me aseguran que en ellas se está aplicando la ley coránica a espaldas de la legislación constitucional, tienen razón. Y eso me parece absolutamente condenable. Y perseguible penalmente.
No solamente creo que la democracia es un bien escaso. Creo algo peor: que es escaso y frágil. Y esta creencia va acompañada de una constatación: en Europa hay latente una vena fascista que aunque se manifiesta de manera diferente en países diferentes, está presente en (casi) todos. Para poder acoger emigrantes tenemos, primero, que generar riqueza y, segundo, preservar la estabilidad democrática. Y aquí enuncio un problema, no ofrezco una solución.
Portorosa: efectivamente tu eres el responsable indirecto de este post, ya que a tí he tomado la foto. Gracias por ello.
ResponderEliminarEstoy más cerca de las opiniones de Subal aunque no sea marxista de estricta observancia. Nuestro recelo frente a la inmigración musulmana es irracional. Es el “repelús” que nos produce la forma del cráneo y el color de piel, la indumentaria, las comidas, las prácticas religiosas..., que son distintos a las nuestras. Salvada la distancia, es el caso, que en España conocemos muy bien, de los gitanos. Recelamos de las minorías que conservan celosamente sus creencias y costumbres (¿no ocurre igual con la minoría por excelencia, la de los judíos?).
ResponderEliminarEl problema no son los inmigrantes, sino (y aquí Luri tiene razón) un Estado débil, que no ejerce de ‘pedagogo del ciudadano’ y que le adula (¡ya sabemos por qué!), sin recordarle con la debida autoridad paterna que, junto a las libertades y derechos, todos tenemos obligaciones y deberes, y el primero de todos respetar al vecino.
Tenemos que adaptarnos con rapidez, porque la inmigración es una dinámica instaurada y creciente. A la vista de cómo va la natalidad interna, para sostener la actividad económica y los sistemas de protección social, Europa necesita, cada vez más de mano de obra extranjera. Reconozco que el paisaje humano del solar europeo se alterará a marchas forzadas.
Tercio porque creo que hay 2 realidades:
ResponderEliminar- La que es: una emigración indiscriminida, deesesperada y carente de recursos a la que necesitamos para mantener nuestros objetivos sociales de futuro, entre lo que las pensiones no son los menos.
- La que creemos que es:
a/ para unos pura y hermosa
b / para otros siniestra y conspiradora
c / un mix de todo ello y más
- La que debería ser: una emigración adaptada ba la observacia contitucional
La democracia se defiende democráticamente aunque no sea esta la más popuylar de las soluciones. Recordar a Goethte: prefiero un injusticia al desorden. Yo no. a Camus (ya se amigo Luri, ya se) En la duda me alineo con las víctimas.
Para aclararme con algunas interpretaciones, ya que todos hemos optado por elegir la vía de la ambigüedad más o menos calculada que no nos aleje en exceso de lo políticamente correcto: ¿Hay alguien entre vosotros que propugne la eliminación de las fronteras españolas? Tal cosa exigiría la salida de la UE, así que reformulo la pregunta: ¿Hay alguien que defienda la conquista momentánea de la autarquía para a acontinuación declarar abiertas las fronteras a todos los necesitados del mundo? Si se opta por las fronteras se opta por los derechos de los ciudadanos; si eliminamos las fronteras optaremos, al menos teóricamente por los derechos del hombre.
ResponderEliminarVenga ( y por cierto,sigo felicitándote, Gregorio, por tu hospitalidad abierta, popperiana. En pocos blogs, se puede discutir tanto y con cordialidad. Sin lo cual, la opción de comentarios deja de tener sentido).
ResponderEliminarCon fronteras, a favor de los ciudadanos. Es por eso (no sólo) que ya hace años que ando revisando mis ancestrales posiciones de una Catalunya independiente. No podemos permitirnos de debilitar los estados democráticos ya existentes, en estos momentos. Lo que está en juego con el Islam es la democracia, en el sentido de que ha tomado un cariz claramente expansionista, brutalmente guerrero contra Occidente.Huelga decir que no, por suerte, no todos los musulmanes, ni muchísimo menos; pero hay movimientos históricos con un ímpetu muy peligroso, y ese es el caso, que si no se les para se van consolidando y a la que la mayoría se acaba por apuntar. Lo dicen sus proclamas y sus actos.
Sin democracia no hay ciudadanos ni derechos humanos, por tanto. O sin orden (constitucional) no hay justicia.
Pero, mi principal temor somos nosotros: el fascismo brutal que se va gestando como reacción. Ante lo cual creo que no se puede ser "buenista", sino lo más realista posible, siempre con el norte puesto en la democracia, en su defensa.
Viva Poppper, que quereis que os diga. No suena nada épico, pero debería.
Lola
Gregorio, tu pregunta (retórica) me recuerda a una anécdota que se atribuye a un viejo e ilustre rector de la Universidad Hispalense, don Ramón Carande.
ResponderEliminarUn alumno, en clase de economía política, le preguntó: "Don Ramón, ¿por qué no el Banco de España emite más billetes y los reparte entre los pobres?", a lo que el profesor Carande le contesto: "Hijo mío, que Dios te conserve la inocencia".
Anécdota que se ponía como ejemplo de las preguntas ingenuas.
¡Pues claro que no renunciamos ni a las fronteras (exteriores) ni a la defensa del país!
Creo que impedir la inmigración económica es como poner puertas al campo, como vulgarmente se dice. Lo que ahora se discute en Europa (y trasluce de toda esta discusión) es que debe ser, cómo no, una inmigración ordenada.
Otra cosa es que se junten el hambre y las ganas de comer: la crisis de las democracias occidentales, y la irrupción en el espacio europeo de importantes contingentes de extranjeros, que no comparten nuestras ideas de fondo (si es que conservamos todavía alguna).
Joaquín: es decir: ¡QUE DEBEMOS ELEGIR PERJUDICADOS!
ResponderEliminarY es que la política es exactamente esto: el arte de elegir perjudicados. La pregunta pretendía ser retórica en tanto que quería animar a despojar a la discusión de reclinatorios. Porque una política en la que todo el mundo sale beneficiado deja de ser un asunto de la "polis" para convertirse en un asunto teológico.
Bueno, señor Luri, no son estos temas que reclamen soluciones -sólo- nacionales; alguien decía por aquí creo, o por allá, no sé, que regularizar immigrantes no es más que poner parches al problema.
ResponderEliminarLa solución, en mi modesta opinión, pasa por que la gente del país A no se vea obligado a largarse al país B para sobrevivir. Es así de sencillo. En su país A existen problemas internos, que internamente deben ser solucionados... Y problemas que vienen provocados por otros países, a los que nos interesa tener un país A bien jodido, para poder saquear tranquilamente. Justícia global. Esa es la solución, tan utópica, tan borrosa, lo sé. Llevamos décadas de capitalismo salvaje. Nos han vendido la globalización, pero en verdad lo que existe son países globalizadores y países globalizados. Y, yo, si viviera en un país globalizado, sería el primero en cojer un cayuco... ¿usted no?¿no cree immoral que exista la libre circulación de capitales y nos neguemos a aceptar la libre circulación de personas? He ahí la gran mentira del capitalismo global. Los españoles hemos estado descapitalizando Latinoamérica desde... desde siempre, vamos. Justicia global.
Pero claro... ¿la justícia global de la OMC? Ne pas, mon ami; los resultados saltan a la vista. Así pues, ¿qué Justicía Global?
Y mi discurso no quiere ser paternalista y condescendiente con los paises menos desarrolados; no toda la culpa es nuestra. Pero si estudiamos un poco de economía mundial, y sobretodo la economía latinoamericana, observamos que hubieron muchos intentos de desarrollar económicamente estos países en los sesenta y los setenta (Industrialización por Sustitución de Importaciones e Industrialización por Substitución de Exportaciones), y tales intentos se vieron siempre frustados desde el Norte, a quien siempre le ha interesado un sur paupérrimo y arrodillado a nuestros intereses.
Un excelente libro que saca a relucir las vergüenzas del capitalismo global lo encontrará usted en "El malestar de la Globalización", de J. Stigliz, a quien no se le puede acusar de ser un peludo antiglobalización.
En este post ya no soy marxista, sino que me convierto por arte de magia en neokeynesiano, alehop!
De todas formas, esto no tiene solución alguna; no soy tan alegre en mi pensamiento. El capitalismo es un sistema depredador, y ya ve usted, cuando ya lo ha depredado todo, ahora empieza el canivalismo. Las miserias del capitalismo las empezamos a sufrir los inventores del capitalismo, y una vocecita interior me dice, la muy católica; os está bien empleado.
Lola: Yo tengo actualmente mis querellas con Popper, al que tanto y con tanta pasión he leído. Si bien la discusión democrática ha de ser abierta; no tengo tan claro (y aquí creo poder coincidir contigo) que las sociedades no deban garantizarse algún tipo de clausura para preservar aquello en lo que creen. Si es que creen en algo, caro está.
ResponderEliminarGracias, sinceras, por tu alabanza. Pero está claro que aquí no habría pluralidad de voces si vosotros no vinierais al Café de Ocata con afán polémico.
Subal: Créeme, por favor, si te aseguro que me gusta que te pases por aquí. Y no te tomes esto como una palmada complaciente a la espalda.
ResponderEliminarYo estoy dispuesto a ser marxista en el sentido que lo era, por ejemplo, E.P. Thompson (especialmente en su polémica con Althusseer: en "Misería de la teoría", por ejemplo), lo cual exige diferenciar conceptualmente entre el capital (y aquí me uno a todos los improperios que le quieras dedicar) y el capitalismo, que es aquel sistema en el cual se puede ser anticapitalista subvencionado.
Tiendo a creer que los problemas humanos o son técnicos (y entonces requieren respuestas técnicas) o no son técnicos, y entonces difícilmente los vamos a disolver en juegos de palabras.
Creo que me estoy perdiendo y trato de centrar mi posición:
ResponderEliminar- la emigración forzosa de seres humanos se corresponde con las necesidades de demanda de población de sociedades democráticas.
- la absorción de la emigración necesaria (no la total que desequilibre los patrones económicos de la sociedad instalada) debe hacerse tendiendo a conseguir una igualdad de derechos de los ciudadanos y una igualdad de deberes para con la constitución democrática.
- la emigración aceptada debe aceptar los principios democráticos, que rigen para todos y en ningún caso deben crear guetos donde las prácticas culturales muestren rasgos delicuenciales (¿está bien la palabra?) en el seno amplio de la sociedad.
- no tenemos un problema de emigración musdulmana sino de delincuentes de profesión de fe islámica que subvierten el orden social constitucional, financiados por paises que tienen relaciones diplomáticas con nosotros: el wahabismo saudí.
- no tenemos un problema ecuatoriano o dominicano, pero tenemos un problema de delincuentes organizados en bandas juveniles (o no) que ejercen una violencia atípica en nuestra sociedad.
- no tenemos un problema con emigrantes centroeuropeos, pero tenemos u problema con mafias rusas, albano kosovar, ruimana, etc.
Los restos de mi marxismo no me impiden ver esto. Tampoco la lectura de Popper.
Y termino: tenemos la tendencia mediterránea, de, ante un problema, remontarnos al factor primigenio, en este caso la globalización. El problema real es que un grupo de delincuentes ponga unas bombas en un tren oi en un avión, y lo harán con o sin globalización. A nuestro estado, que tiene y debe seguir teniendo fronteras abiertas con el resto de la UE, le toca, blindar sus fronteras a los excedentes que puedan desequilibrarnos y alos delincuentes que traten de fastidiarnos.
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ResponderEliminarLuis:
ResponderEliminarSi convertimos a tus conclusipones en premisas de un silogismo:
Si tenemos un problema con "delincuentes de profesión de fe islámica que subvierten el orden social constitucional, financiados por paises que tienen relaciones diplomáticas con nosotros: el wahabismo saudí", si tenemos un problema con "delincuentes organizados en bandas juveniles (o no) -entiendo que ecuatorianos o dominicanos- que ejercen una violencia atípica en nuestra sociedad" y si tenemos un problema "con mafias rusas, albano kosovar, ruimana, etc".
Ergo.... (¿cuál es aquí la conclusión?)
Que tenemos un problemón. Y como creo que decía Subal sin soluciones. Claro que habrá que blindar la sociedad abierta (el mismo Popper, con su sensatez admirable, lo diría en las actuales circunstancias), pero para que lo siga siendo lo máximo posible. Seguridad-libertad y mucho ojito para que no se nos vayan colando soluciones fascistoides. Un desastre.
ResponderEliminarY el conflicto con los cada vez más numerosos estados fallidos o al borde de ( en manos de mafias internacionales y/o grupos terroristas), pues no sé yo cómo se arregla.
Qué mundo. Afortunadamente, hoy está haciendo un día espléndido, con un sol que despunta otoñal y qui dia passa any empeny i que déu hi faci més que nosaltres, que diría mi padre ateo.
"Vivió, como todo hombre, en una época de tránsito", no sé si consuela, pero es de Borges.
Lola
No dispongo de estadísticas, así que haré a modo de hipótesis, sujetas a comprobación.
ResponderEliminarSe sospecha que todos estos colectivos (musulmanes, latinos, rumanos...) han traído delincuencia a España, ¡como si antes hubiésemos vivido en el Edén!
El hecho de que en los USA la delincuencia se concientre en la población negra, no supone que la sociedad norteamericana tenga un problema con los afroamericanos, sino, tal vez, con un sistema educativo y laboral que genera desigualdades.
Y llegamos a la verdadera cuestión, que es la integración social de los inmigrantes. No puedo aceptar que se haga recaer la responsabilidad de la delincuencia y el terrorismo en los colectivos inmigrantes.
Se da un contrasentido, y es que las economías europeas (la española entre ellas) está dispuesta a absorber estos contingentes de mano de obra, pero, ¿está igualmente dispuesta a ofrecerles oportunidades educativas y de bienestar?
Estoy convencido que las políticas internas en Europa van a ir por ahí.
Gregorio: la respuesta es democracia en ambos sentidos. derechos y deberes. Y pensar que la actuación policial debe ser nuestra garantía, frente a la delincuencia. Ni somso excluyentes ni tontos.
ResponderEliminarLola, creo que hay otra de Borges que dice: mi abuelo vivió como todo el mundo la peor época de la historia. Vendrán peores y luiego el valle y otra vez. Aquí, en el biosqué de Segovia fa bó.
Joaquín: no soy maniqueo, los buenos son los buenos y los malos son los malos sin tener que identificarlos por colonias. Antes no era el Edén, pero el delito estaba menos internacionalizado y había menos expertisse, que diría un profesional del marketing. Hay tres delincuencias:
- la profesionalizada: mafias
- la sociológica: no encuentra su lugar en la sociedad y aplican su reglas violentas: bandas
- la de siempre
Y en todas ellas actúa como una amalgama la droga. El otro día, los patereños de una embarcación auxiliada por un ferry de pasajeros, tiraban al mar los fardos del hachis. Origen: la mafia internacional en Senegal, por ejemplo, o en Marruecos. Que los ejemplos no sirvan de generalización y tampoco los neguemos.
Me decía un amigo el otro día que puestos a ser atracado prefería el atracador nacional. El mismo se dió cuenta de la estupidez que acababa de decir.
Yo lo que quiero es que no me atraque nadie, o que mis oportunidades para que me atraquen sean las mínimas, y que el emigrante aquí encuentra un futuro y que el delincuenta sea enviado a su lugar de origen. Son tres líneas de actuación.
Esto no tendrá que ver con los comentarios, pero me quedo con esa imagen y me intriga saber qué más dice. Porque no, no fue así como la mayoría de los canarios emigraron...
ResponderEliminarParalelo 49: Tienes más información sobre esta noticia en http://incluso.es/?p=296
ResponderEliminarTe agradezco Gregorio, la información sobre esa noticia. La estuve leyendo y la verdad es que escuece, bastante, ya que se deja intuir cierto poder de manipulación en ella. No puede resumirse en un hecho concreto, o en un viaje en concreto, toda la emigración canaria o española en general (más de 300.000 españoles fueron contados cerca del año 60, al final serían muchos más. Esta cifra tengo que decir que sólo está contrastada en vivencias familiares, en las noticias que allí se escuchaban en aquellos años). La situación no la considero comparable en ningún caso, ni aquí ni allí. La emigración no fue en esas circunstancias, ya que para entrar entonces en Venezuela donde gobernaba la dictadura de Pérez Jiménez, hacía falta un permiso de trabajo, un examen médico muy riguroso y ser reclamado por algún familiar o conocido. Muchos de los que fueron en las primeras embarcaciones ilegales era debido a que no pasaban ese exámen médico, un ejemplo de esto podía ser que uno hubiera sido operado de pleuritis, o incluso el Consulado que era quien aprobaba estos exámenes, ponía pegas a tener unas simples varices.
ResponderEliminarYo desde luego, sólo podré hablar con propiedad de la parte que a mí me corresponde. Mi familia fue una de esas, el pueblo de mi familia lo fue, y los vecinos de mi familia también, y no viajaron en El Elvira, sino en El Santa María, en el Begoña, en el Veracruz...
No digo que no hubiera inmigrantes ilegales que llegasen en penosas circunstancias, desde luego no lo desmiento, pero lo que no creo es que esa imagen pueda resumir la emigración de aquellos años. Y no, no es esa historia la que se está repitiendo ahora, en mi modesta opinión.
Paralelo 49: Tienes toda la razón. Sin embargo yo no pretendía hacer un análisis objetivo de los flujos migratorios, sino desarrollar desarrollar una reflexión sobre la singularidad de la emigración actual a partir de esta noticia y de esta imagen, sin duda impactante. Te agradezco tus muy sensatas observaciones, que contribuyen a dejar bien asentados los puntos importantes sobre las íes relevantes.
ResponderEliminarImpresionante y desconocida esa foto, la verdad que es asombroso ver el hacinamiento en que venian, cuantas mas de estas embaracciones llegarian? Sería interesante conocer esto.
ResponderEliminarLa cuestión creo si es por racismo, en Venezuela , desde hace años llegaron numerosos grupos de Colombianos de la región montañosa, mas tarde los costeños, dominicanos , ecuatorianos,peruanos, todos o casi todos ilegales, entran por los caminos verdes. Se han residenciado en los barrios ya existentes y han formados verdaderos " pueblos" nuevos en los cerros.
Los venezolanos se han vuelto a mestizar con estos inmigrantes, hay numerosas uniones de ecutorianos con venezolanas , inclusive abandonando éstos a sus antiguas parejas con quienes llegaron, igual venezolanas con Dominicanos y Colombianos .
Pero son bien recibidos como se hzo con los europeos? Pues no, siempre surge la añoranza por aquellos que viniern a trabajar , que nos dejaron sus hijos y una sangre nueva, que ayudaron a crear riqueza, en comparación con éstos que vienen a ser vendedores ambulantes, a crear zonas marginales y a traernos vicios que en Venezuela no se conocían. Entonces la migración se convierte en problema cuando se es negro, mulato, o indígena.
Saludos
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ResponderEliminarUsuario Anónimo: e parte encontrarás respuestas a tus preguntas en el comentario de Paralelo 49.
ResponderEliminarBienvenido a este Café de Ocata.