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miércoles, 16 de agosto de 2006

Futesas II

I

Tras la tormenta de ayer, la terquedad de los charcos por reflejar el cielo antes de convertirse en fango. Incluso parecen querer congelar el paso de las nubes. Esta insistencia en la herejía tiene algo de metáfora del Nietzsche que sostenía que todo es metáfora, que no existe el texto original y que todo son interpretaciones. Si Nietzsche desde una roca altiva de los Alpes, vigía sobre el mar de nubes, descubrió el eterno retorno de lo mismo, quizás parado ante un charco una mañana temprano, como esta, cuando la luz es más sesgada y el horizonte esta lleno de promesas, descubrió que la verdad es la más verosímil de las metáforas.

II

Cielos de Ocata



III

Rodrigo de Triana

¿Qué habrá de verdad en esa leyenda que quiere que Rodrigo de Triana acabe sus días entre los moros de Marruecos, como un ferviente confeso del Islam? ¿Encontró en su fe de apóstata el ¡Tierra! ¡Tierra! que buscaba?

IV
Más información sobre los tracios

Ruja Popova me ha enviado un mail esta mañana con esta página del catálogo de la reciente exposición de Roma sobre la cultura tracia.

V

Julián Benda: “No puedo dejar de admirar lo bien hecha que está la vida humana, gracias a su brevedad: un hombre de setenta años puede acordarse de lo que leyó a los quince -¡está tan cerca!- y sacar provecho de ello. ¡La de bienes perdidos si viviéramos tres siglos!

VI

Schleiermacher: “El hombre pertenece al mundo que él ha ayudado a hacer”.

VII

El diseñador Peter Miller hace publicidad de su urinario con el lema “your penis is perfect”. Sostiene (no sé si el verbo es muy adecuado en este contexto) lo siguiente: “When peeing, a man is afforded a brief and private ritual of contemplation and a very intimate moment with his member. This urinal mat offers him a thought to consider. If men just loved their penes, perhaps the entire world would be a happier place. Edition of 10, distributed at a gay bar, a bar with an electric bull and a museum of contemporary art”.

VIII

Era tan inseguro que no sabía ser leal.

IX

Un viajero intrépido

El inglés James Holmanm en pleno siglo XIX atravesó Siberia, Australia y Brasil, ascendió al Vesubio durante una erupción, cazó elefantes en Ceilán y mil cosas más. E hizo todo esto a pesar de que era ciego. O porque era ciego, no lo sé. Todo son aquí interpretaciones. “I see things better with my feet”, decía.

X

Dos metáforas del Café de Ocata



Nota final:

¿Si todo son metáforas, qué metaforiza la inevitabilidad de la metáfora? ¿Si todo son interpretaciones, qué interpreta la añoranza del texto original?

14 comentarios:

  1. La observación de Julien Benda puede bautizarse como "principio biblio-antrópico fuerte" (hemos venido para leerlos).

    Si lo pensamos bien, los libros son la forma precibernética de Matrix.

    Por no salir de los libros, y recordar a otro gran bibliómano (ciego y sepultado en una biblioteca) el relato borgiano de 'Los inmortales' medita precisamente sobre la dimensión óptima de la vida.

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  2. Rodrigo de Triana: «¡Tierra, tierra!»; pero al final de su vida: «¡Cielo, cielo!».

    javier

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  3. Me alegra comprobar que Nietzsche escribe sobre las interpretaciones en el mismo sentido en que más tarde lo hará Sartre acerca de la interpretación de la obra escrita. Coincido que, desde el punto de vista del lector, no hay texto original. A lo sumo un guión interpretable.
    La frase de Schleiermacher me parece una de esas banalidades que tiene uno ganas de responder: ¿y qué?
    Enhorabuena por tus futesas. Aligeran al ambiente y alimentan una sonrisa.

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  4. Ya regreso. Tus post merecen más de una lectura.
    Aprendo y nunca es demasiado.

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  5. Benda sugiere que la memoria es algo así como el guante de la vida. Si la vida perdurase más que la memoria sería vivida por diferentes protagonistas. Nietzsche de nuevo.

    La vida de Rodrigo de Triana es tan interesante como desconocida. Colón le niega el premio prometido al primero qe viera el nuevo mundo. El almirante aunque era, sin duda, grande, no era ajeno a la mezquindad. A la terca mezquindad. En este post que va de metáforas cuyo sentido último se escapa, Rodrigo se ha inmiscuido con razones sobradas.

    Luis: yo no comparto tu admiración por Sartre. Siempre me ha parecido más ampuloso que sincero y, sobre todo, poco original. Y ya se sabe que es más fácil renunciar a los principios que a las manías. Sartre, en todo caso, no niega la existencia del texto original, aunque sostenga que cada lectura lo rehace. Nietzsche, sin embargo, lo que niega es la presencia de la referencia. No hay una referencia a la que se remitan las interpretaciones. Todo es ya interpreación. Por eso me pregunto yo al final por la interpretación de la interpretación. Con respecto a Schleiermacher, no estoy seguro de que en esta España, que es una gran metáfora política, puesto que es un país permanentemente impugnado por sus muchas fronteras interiores (a veces pienso que una definición posible de España sería único país del mundo cuyas fronteras son todas interiores) esa frase sea una obviedad.

    Gracias, Dilaca, por tu comentario: Aprender es exponerse. Cuanto uno más aprende más se expone. A la ignorancia, por supuesto.

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  6. En Sevilla esta mañana está cayendo un aguacero. No voy a decir aquello de que "ni los más viejos del lugar, etc.". Hacía años que no veíamos un agosto otoñal.

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  7. De las tres acepciones que da el dicionario RAE a banalidad "trivial, común e insustancial" lo he aplicado en su acepción de comun, probablemente debería haber usado "obviedad" con mejor precisión, pero adolezco de escribir los comentarios a vuela tecla. Algo que está muy claro, salta a la vista. Aunque critico siempre el intento del autor de explicar lo que ha querido decir, intentaré aquí matizar un poco.
    La frase contiene un matiz importante, un pronombre "él" que inmediatamente convierte al tiempo de la frase en presente, contemporáneo mundo y hombre. Responsabiliza al hombre en general de haber ayudado a hacer el mundo en que está viviendo. Es obvio, tal y como lo entiendo.
    Sabes por otra parte que toda frontera me es ajena, parafraseando al romano y no puedo pòr menos que estar totalmente de acuerdo contigo en esa impotencia española para aceptar su realidad, o mejor, para aceptar una realidad común.
    En cuanto a Sartre, mi admiración es generacional y no desprovista de añoranza. No le veo ampuloso, pero eso forma parte de la mirada de cada uno.
    Y Joaquín, aquí, en el espinazo serrano que separa a Madrid de Segovia, en un día gris y otoñal que incorpora una caida de temperaturas muy apreciable, está cayendo agua, como se dice en Catalunya, " bots i barrals". Llueve a espuertas.

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  8. Por otra parte, amigo Luri, me empieza a preocupar esta adicción diaria de acudir a este blog para ver en que nos vamos a embarcar durante las siguientes 24 horas. De momento no la voy a combatir (la adicción) claro está, y trataré de cultivarla en la medida de mis capacidades.

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  9. La insistencia es para referenciar un hecho curioso de lectura/interpretación en el que caigo ahora al releer los comentarios.
    Sobre la frase de Schleiermacher:
    1 - yo he escrito banalidad en su acepción de cosa común, pero sin aclararlo.
    2 - Tu has leído obviedad puesto que esa es la referencia que haces en tu comentario (no estoy seguro de que sea una obviedad)
    3 - Yo contesto a tu comentario convencido de que he leído banalidad y justifico el uso de banalidad en la precipitación, y referencio como mejor vocablo a usar "obviedad" que es el que tu me atribuyes.

    Curioso, ¿verdad?

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  10. Hola gregorio. He aprovechado para leer la historia de Comte y Clotilde (los amores no consumados tienen siempre un halo de romanticismo) y la relación entre Luis XIV y Lina Morgan antes de meterme en tus futesas. Me quedo con el explorador ciego e intento explicarle cómo es el cielo amarillo de Ocata. Y no encuentro palabras. Saludos muy cordiales.

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  11. Gracias Isabel, tus visitas son siempre de mucho agradecer.

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  12. Me quedo con el cielo de los charcos... y con la misteriosa luz del éter infinito, el saberse fugaz, efímero en los cables suspendidos.

    Lo único que recuerdo de ese lugar era a una señora de voz inocua que decía : "propera estació: Ocata"

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  13. Bien venida al Café de Ocata, habitante del Paralelo 49.

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  14. El texto original debe ser el silencio uterino, con el ruido de fondo del agua placentaria.

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La piel de la culebra

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