lunes, 4 de febrero de 2008

Diccionario filosófico: Relativismo

La mejor definición del relativismo que conozco es la que ofrece el cursi de don Ramón de Campoamor en su fábula “Las dos linternas

Y es que en el mundo traidor

Nada es verdad ni es mentira;

Todo es según el color

Del cristal con que se mira.

Parece, por cierto, que el tan olvidado poeta asturiano se inspiró al componer su redondilla en la siguiente de “El defensor de su agravio” de Moreto:

Que quien por un vidrio mira

Que hace algún color distinto,

Todo cuanto ve en él

Está del color del vidrio.

Una vez una alumna me presentó un trabajo, por cierto magnífico, sobre los sofistas en el que defendía con entusiasmo la relatividad de todo saber. Le puse un cero. Como me conocía bien a la muchacha, que era –seguro que lo seguirá siendo- de armas tomar, esperaba que se presentase en el despacho hecha un basilisco para protestar airadamente contra la evidente injusticia del cero.

“Si tu trabajo es sincero –le contesté yo- y todo es relativo, deberás aceptar que me merezca un cero de la misma manera que a mi no me cuesta aceptar que a ti te pueda merecer un diez; y si no es sincero, el cero está más que merecido”.

Argucias de la pedagogía, que no puede permitirse el lujo de ser relativista.

19 comentarios:

  1. a mi su pedagogía me hubiera hecho llorar como una magdalena...

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  2. Bueno, tras reconocerme que su sabiduría era relativa al tiempo, ya que lo que le parecía cierto cuando estaba haciendo el trabajo no se lo pareció al ver la nota; ni lo que le parecía cierto al ver la nota se lo pareció al hablar conmigo, aceptamos que el relativismo tenía sentido y le puse un 10.
    La letra con lágrima entra, Celia.

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  3. Profesor Luri. Tengo una pregunta. Si usted hubiera preguntado en un examen "¿Qué es el riesgo?" y un alumno le contesta;

    "El Riesgo es:


















    ... esto"

    ¿Qué nota hubiese merecido susodicho alumno?

    Curiosidad, simplemente.

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  4. Don Súbal, no me tienda usted trampas saduceas.
    ¿Yo qué sé cómo hubiese evaluado a ese alumno? Un bloguero no es exactamente un profesor corrigiendo un examen. El bloguerío es mucho más narcisista.
    En todo caso le aseguro que nunca he admirado demasiado a los alumnos que siempre se sabían la lección. Tendía a sospechar que olvidaban tan rápido como aprendían. Un alumno que te sorprende es un regalo del cielo.
    Puedo decirle que un alumno me hizo una vez un comentario del famoso "pienso, luego existo" cartesiano interpretándolo en clave bovina. "Pienso", además de una forma verbal es un sustantivo. Me pareció genial, porque tiene razón, el cartesianismo tiene algo de filosofía bovina.

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  5. Lo que me gustaría saber es la nota que le ha puesto Jordi

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  6. Ah, cúando la pedagogía se aproxima a la tortura! Ni un maestro Zen habría solucionado tan bien la "iluminación" de esa jovencita.

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  7. Realmente es verdad Gregorio ,
    en general solo se pide que el alumno vomite una serie de conocimientos ,alimentados deprisa sin sentido, que después del examen ni siquiera dejan resaca de algo de saber, en mi época de estudiante juvenil eso me enrabietada , creo que era un defecto del profesorado , un alumno que cuestiona no era agradable , en alguna medida ponía en evidencia al profesor mediocre , otros académicos en cambio agradecían la oportunidad de derivar a temas colaterales también interesantes .
    No obstante, en las universidades para gente ya mas mayor , la tendencia es hacer opcionalmente dos tipos de examen , el clásico , y el de interrelacionar , parece que se dan cuenta del sentido critico que tenemos .

    En todo caso el relativismo , no implica arbitrariedad

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  9. D. aprobó. Al del riesgo le hubiese dado dos besazos,le hubiese puesto un sobresaliente y no me hubiera arriesgado a preguntarlo nunca más.

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  10. Supongo que es usted un profesor excelente.

    Dicho esto, he de decir que creo que todo es -más o menos- relativo, efectivamente, me he tropezado con una gran cantidad de profesores, a todos los niveles y en todos los niveles, que querían leer lo que creían y enseñaban. Es más, en muchos casos, cuando los ibas conociendo, 'sabías' como sacar nota y, en esa práctica, era peligroso tanto 'no decir' como decir más de lo que querían leer. He constatado que en historia y filosofía abundan más.

    Claro que la puntuación no era tan drástica, como la de su argucia pedagógica, pero entre un bien y un sobresaliente, la gama dependía de los gustos del examinador. Mi hija pasó por experiencias parecidas y recuerdo que me decía, ante algún éxito acadèmico: 'he puesto lo que querían que pusiera'.

    Por eso me gustaron siempre, en cierto modo, las asignaturas evaluables de forma más objetiva, diez problemas de mates resueltos, un diez, seis, un seis.

    Por cierto, no me llame cursi -sin matices- al pobre Campoamor, que tiene una parte poética muy filosófica y reivindicable, por ejemplo aquello de 'las hijas de las madres que amé tanto, me miran hoy como se mira a un santo'. Y lo del cristal, es una genialidad.

    Y es que 'casi' todo... es relativo.

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  11. Por cierto, vea en ese poema 'relativista' de don Ramón, como opina el descastado del filósofo:

    ¡Pobre Carolina mía!
    ¡Nunca la podré olvidar!
    Ved lo que el mundo decía
    viendo el féretro pasar:
    Un clérigo. Empiece el canto.
    El doctor. ¡Cesó el sufrir!
    El padre. ¡Me ahoga el llanto!
    La madre. ¡Quiero morir!
    Un muchacho. ¡Qué adornada!
    Un joven. ¡Era muy bella!
    Una moza. ¡Desgraciada!
    Una vieja. ¡Feliz ella!
    —¡Duerme en paz!—dicen los buenos.
    —¡Adiós!—dicen los demás.
    Un filósofo. ¡Uno menos!
    Un poeta. ¡Un ángel más!

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  12. CCCCCCCooooooooooooñññññññññññooooooooooo !! era usted Don Gregorio¡¡¡¡¡¡¡

    !que pequeño es el mundo¡ habia oido de esta anecdota en otros foros y a algun amigo; pero haga justicia Don Gregorio, el resultado final del 10 esta desvirtuado, porque de eso no se habla.

    Saludos cordiales

    Ruben

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  13. Júlia: ¡Pero si yo reivindico la dignidad de lo cursi!

    El profesor de filosofía tiene un problema diferente al de los demás. Su objetivo no es que sus alumnos aprendan datos filosóficos, sino que aprendan a filosofar. Y eso no es nada fácil, entre tras cosas porque su el profesor supiera como filosofar probablemente lo estaría haciendo, en lugar de dedicarse a dar clases de filosofía. De ahí que una cierta excentricidad sea inherente a su papel.

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  14. Dhavar: Ponerlo difícil sin desanimar. ¡Ese es el reto del profesor! Nada fácil de conseguir.

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  15. Peggy: El relativismo no significa arbitrariedad si hay algo no relativo que le sirve de referencia. Es decir, si, en el fondo, es más escepticismo que relativismo.

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  16. Ruben: La alumna, por cierto, es ahora profesora de filosofía en un centro asociado de la UNED. Le abrí las puertas yo.

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  17. GLuri:

    En 3º, en Derecho Político, D. Pedro Juan Viladrich dió las notas de todos en diciembre menos la mía.
    Entonces me citó a su despacho y me dijo:He pedido un aire campestre y Ud. me ha hecho El Tanhausser.Pero como sé que no tiene remedio, le propongo lo siguiente:No venga más a mi clase.Dedique el resto del curso a hacer un comentario sobre "La Estructura del Conocimiento Jurídico", de Martínez Doral.Entréguemelo en Junio y yo le pongo ya hoy sobresaliente.Así fue.Todavía hoy sigo sin entender de qué iba aquello.A veces son Uds. demasiado enigmáticos.

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  18. Don Gregorio, existe otra anecdota si no mal recuerdo en la facultad de historia, parece ser que el examinador pregunto, ¿qué sabe usted de... (un referencia historica de la que no me acuerdo)?

    Y el Alumno contesto que no sabia nada, y el profesor le suspendió, parece ser que el alumno reclamo el examen y lo tuvieron que aprobar. No se la causa ni el desarrollo. Puede que sea una leyenda como creia que era el caso que comentabas y que se ahora que es cierto.

    Saludos muy cordiales

    Ruben

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