I
Cada vez que critico públicamente alguna conducta fanática del islamismo, me veo en la obligación de hacer frente a un tipo de razonamiento basado en la falacia “tu quoque” (que es esa falacia parvularia del "¡Y tú más!"), que pretende poner en cuestión mis posiciones mediante una crítica generalizada de lo que el cristianismo ya NO es para exculpar (implícita o explícitamente) al Islamismo radical por lo que SÍ que es. Y es agotador discutir cuando no hay posibilidad de sostenerse sobre un suelo común.
El cristianismo ha sido históricamente muchas cosas, y ahí está su compleja historia, para encontrar ejemplos de todo tipo, de lo mejor y lo peor. Varias veces he sacado a relucir en este Café al Agustín empeñado en convertir a infieles a cristazo limpio. Pero lo peor del cristianismo pasado no puede legitimar de ninguna manera ninguna conducta del islamismo presente. Quienes desde la afirmación de los derechos inalienables del hombre critican al cristianismo por esencialista y, al mismo tiempo, justifican al islamismo porque ellos (los críticos) no lo son, no debieran descartar que en la teoría de la ley natural cristiana se encuentre el antecedente imprescindible de la teoría de los derechos del hombre. Desde luego lo buscarán inútilmente en la sharia.
II
Sólo se puede ser poscritiano si previamente se ha sido cristiano.
III
Leo en la prensa que algunos musulmanes residentes en España preguntan lo siguiente: “¿Si se ha legalizado el matrimonio gay, por qué no legalizar la poligamia?” Les responden algunos con un curiosísimo argumento: “Porque no se puede respaldar una práctica vejatoria para la dignidad de las mujeres”. ¿Y quién define qué es la dignidad de la mujer? Me imagino que, visto como van las cosas, las propias mujeres. Bastaría con garantizar, entonces, que hay mujeres que asienten libremente a la poligamia para legalizarla. Y, de paso, legalizamos también la poliandria. Si el deseo es el fundamento de la ley, ¿por qué no defender los Deseos Universales del Hombre y del Ciudadano?
IV
Con los diarios daneses, por supuesto.
El teritorio para legalizar es ancho y extenso: puede llegar incluso al exterminio de nuestras propias convicciones, relativizadas hasta el sumum. Lo sorprendente es asistir a un fenómeno que parece físico: la sociedad del bienestar, desideologizada, está dispuesta al suicidio a través del abandono de sus propios valores, puestos en cuestión.
ResponderEliminarNo sabía que la poligamia se refiriera solamente al caso de un hombre casado con muchas mujeres, pensé que también abarcaba el caso de una mujer casada con muchos hombres.
ResponderEliminarGLuri:
ResponderEliminarMuy de acuerdo.Hace unas "entradas" justifiqué mi rechazo al matrimonio homosexual y la adopción dando una serie de razones, más o menos válidas como cualquiera.Pero razones al fin y al cabo.Y los contradictores, sólo pudieron argumentar con el "es que lo quiero, por tanto tengo derecho, y si me lo niegas me discriminas". El problema es que el derecho como deseo o capricho es otro nombre para la imposición por la fuerza desnuda, como se ve claramente con el Islam en Europa.
Yo no sólo estoy con los periódicos daneses sino con los daneses que les han dejado sin colegio, sin tienda, sin coche, y que viven amedrentados.
No acabo de entender la presente apología del deseo como fundamento del derecho. Pero es un hecho. NO hace mucho tiempo que un alto cargo de una administración pública catalana defendía en la presa que lo separa a la izquierda de la derecha es que la primera no reprime el deseo.
ResponderEliminarTodo este despropósito me recuerda al ideario de una ikastola municipal navarra que en el primer punto defendía que "no hay que reprimir nunca el instinto revolucionario del niño"!.
Yo, que soy un zoquete según para qué temas (éste, por ejemplo),veo un efecto secundario de lo que estáis denunciando... y se refiere precisamente a quienes no sabemos nada de qué es el derecho, sus fundamentos, su justificación, etc... excepto por "lo que hay". La confusión actual en la población de a pie procede del mal uso que hace el legislador del derecho. Como se legaliza lo que no es legalizable se transmite la idea equivocada de que sí, ese punto y todos los de su categoría lo son.Me explico de pena,lo sé,pero tengo fe en vuestra benevolencia y vuestra capacidad.
ResponderEliminarEn el tema de la poligamia confió en que el supremo ,creo que esta pendiente de sentencia ,que sin influencias externas aplique nuestro derecho de "orden publico" , ese que prohibe en el código civil y penal varios matrimonios .El conflicto actual de estas multiculturas , es como le paso a Roma , la inadaptación del derecho Vigente en un territorio a la existencia de otros derechos de "leyes personales " que son legales en otras culturas .Como dije , Confió que nuestro cuerpo legal utilice la barrera de estos derechos universales consolidados "Erga omnes " para frenar las ingerencias .....porque el conflicto que se avecina seria tremendo , no solo por cuestiones evidentes de menosprecio del sexo femenino , si no por las económicas de cobro de pensiones , herencias ...etc .
ResponderEliminarCon un pensamiento surrealista malévolo , podemos elucubrar ,admitir la poligamia conllevaria la poliandria , por aquello de la igualdad entre sexos , y a su vez estas formulas entre heteros podrían derivar a las mismas soluciones entre homosexuales , que no se como se llamarían la verdad ....confiemos pues en la sensatez del derecho , aunque algunos graznen .
Gracias,Peggy... poliandria.
ResponderEliminarLo que faltaba.
ResponderEliminarDespués de las afirmaciones del Williams, The Times revela hoy un acuerdo entre la monarquía inglesa y el reino de Marruecos para introducir la sharia a cambio de una mayor paz social.
Vivir para ver.
http://www.timesonline.co.uk/tol/comment/columnists/graham_stewart/article3378885.ece
Sobre el enunciado del político en cuestión (no por ello pensador o pensante necesariamente), está claro que con el enunciado: "nosotros no reprimimos el deseo", lo dice todo sobre su nula capacidad para pensar más allá de los tópicos.
ResponderEliminarEso es lo mismo, que decir que los posmodernos piensan sin representar.
Es la misma falacia. Ambos enunciados son aún esclavos del postestructuralismo y de creer que el inconsciente solo fué y será freudiano. Vaya payasos!
Qué sabrán ellos del inconsciente no freudiano! (perdón es que me lo ha puesto a huevo)
ResponderEliminarClaudio,el link que incluyes está cortado, el final es éste (tras columnist):
ResponderEliminar/graham_stewart/article3378885.ece
Don Gregorio, fíjese usted con que cuidado anda el personal a la hora de criticar al islam y sus costumbres, en contraste con la alegria que se empeña en criticar a la Iglesia Católica. La diferència entre una actitud y la otra son quinientos años.
ResponderEliminarEs sólo cuestión de dejar que fluya el tiempo.
Me gustaria Gregorio que prestara atencion a este ataque
ResponderEliminara mano armada del patrimonio Historico
“http://todorelativo.blogspot.com/2008/02/salvemos-la-casa-arizn.html
Don Gregorio, en lo del dibujante danés no veo nada que discutir. Sí que veo a uno que quiere matar a otro porque se siente ofendido por un dibujo. Un disparate. De código penal.
ResponderEliminarPues yo quiero tres maridos: quien satisfaga mi intelecto quien a mis caprichos y quien a mi pasión.
ResponderEliminarPor naturaleza el hombre es puro deseo. Pero cada día, cuando se despierta hace el esfuerzo de reprimirse intentando ser persona.
La poligamia, como tal, es una cuestión de sociedad civil. Que es lo que es el matrimonio. Obviamente no el canónico. Pongamos un ejemplo: ¿quien impide a un individuo (del sexo que sea) mantener relaciones con tres socios del otro sexo, establecer una sociedad de bienes entre ellos y en caso de tener descendencia, dar sus nombres y sus derechos legales a cada uno de los descendientes?
ResponderEliminarEsa fórmula civil, que no es matrimonio canónico, pero si sociedad libremente aceptada por la ley, no entra dentro de la sharia, que es otra cosa: unión bendecida por la tradición (el profeta tenía a varias mujeres y una libre interpretación sobre un hecho que figura en el Corán relativo a la última, le costó a Rusdie una fatwa, condena a muerte).
La cuestión no es la poligamia, que no es fórmula matrimonial, estoy de acuerdo, pero si acuerdo tácito entre partes, sino la bendición del hecho por una tradición religiosa.
Otra cosa sería la opinión del entorno, pero es otra cosa.
La poligamia, como tal, es una cuestión de sociedad civil. Que es lo que es el matrimonio. Obviamente no el canónico. Pongamos un ejemplo: ¿quien impide a un individuo (del sexo que sea) mantener relaciones con tres socios del otro sexo, establecer una sociedad de bienes entre ellos y en caso de tener descendencia, dar sus nombres y sus derechos legales a cada uno de los descendientes?
ResponderEliminarEsa fórmula civil, que no es matrimonio canónico, pero si sociedad libremente aceptada por la ley, no entra dentro de la sharia, que es otra cosa: unión bendecida por la tradición (el profeta tenía a varias mujeres y una libre interpretación sobre un hecho que figura en el Corán relativo a la última, le costó a Rusdie una fatwa, condena a muerte).
La cuestión no es la poligamia, que no es fórmula matrimonial, estoy de acuerdo, pero si acuerdo tácito entre partes, sino la bendición del hecho por una tradición religiosa.
Otra cosa sería la opinión del entorno, pero es otra cosa.
Los usos y costumbre no pueden desligarse del contexto, recuerdo hace años las explicaciones de misioneros de aquellos de entonces, algo progresistas, hablando del problema que representaba 'obligar' a la monogamia, en un sistema social basado en familias polígamas. Por otra parte, más allá de la oficialidad, ha existido la tolerancia, con las queridas, por ejemplo. Las señoras era otra cosa, claro, ahí esta el tema.
ResponderEliminarSobre lo que dices, el recurso a 'el catolicismo también' es frecuente en muchos campos, como, por ejemplo, justificando disparates en un bando de la guerra -o de 'una' guerra- porque 'los otros' mataron más gente.
Con el islam existe una especie de relación amor-odio rara, muchos prejuicios y mucho miedo y,por otro lado, esa alegría de fiesta multicultural un poco suicida. No veo, de momento, una salida razonable en ese asunto.
Sobre l'apología del deseo, interesante tema, que incide también en esa infantilización a que nos someten con todo tipo de límites a la privacidad, castigándonos por tonterías, como esa anécdota del cinturón del coche de Francesc. Y por otro lado, deseamos cualquier juguete, pues tenemos derecho a ello y si no es así cortaremos la carretera.
Un problema de las democracias es la exigencia de ser tolerante con los intolerantes, exigencia no resuelta.
No sé, quizá me vuelvo cascarrabias.
Sobre lo que dices, el recurso a 'el catolicismo también' es frecuente en muchos campos, como, por ejemplo, justificando disparates en un bando de la guerra -o de 'una' guerra- porque 'los otros' mataron más gente.
ResponderEliminarEs un argumento de doble filo. Escucho con frecuencia, en el bando progre, la queja de "por qué se bloquea a Cuba y se negocia con China". Cuando la gente detecta una condición "A y no B" suele exigir "no A y no B", perdiendo de vista que a veces lo indicado es "A y B". Utilizo este lenguaje para hacer ver que no hace falta el Zen para entender que lo contrario de un error suele ser otro error.
Hace poco me reprochaba alguien que me metiese con la iglesia católica, alegando que así le hacía un favor al Islam. Las cosas que hay que oír...
Los DD. HH. son por supuesto el misterio de la Encarnación en versión laica.
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