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lunes, 25 de febrero de 2008

Rorty sobre Strauss

Cuando se trata de Strauss, inevitablemente se lo tiende a medir con el rasero de alguno de sus discípulos neoconservadores, mientras que se ignoran aquellos, que no son pocos, que han sido críticos con el neoconservadurismo. Allá cada cual con sus varas de medir.

Pero Strauss es mucho más complejo que lo que pretenden los que lo leen desde el reclinatorio, el púlpito o la trinchera. Y como ejemplo, ahí está en nombre de Richard Rorty. Posiblemente sorprenderá a alguno saber que fue alumno suyo en Chicago, pero nunca lo ocultó. Más aún, siempre habló de Strauss con aprecio. Hay más declaraciones de Rorty sobre Strauss que de Kristol, pero las de Rorty se ignoran y las de Kristol se magnifican. Nada nuevo bajo el sol, ciertamente.

Me voy a limitar a dos entrevistas que le hicieron en el año 2003, en plena fiebre antistraussiana.
La primera apareció en “Philosophy New”. Cuando el entrevistador le pregunta qué profesores lo influenciaron más, Rorty nombra, por este orden, a Leo Strauss, Charles Hartshorne (discípulo de Whitehead) y Rudolph Carnap.

De la segunda, en “The Believer”, extraigo algunas frases de sus respuestas:

  • “Hay algunos straussianos en la administración Bush, pero no creo que eso tenga ninguna relevancia, porque mucha gente que se identifican como intelectuales straussianos no tienen nada que ver con Strauss”.
  • “Se pueden tener dudas sobre la democracia. Posner tenía dudas sobre la democracia, Schumpeter tenía dudas sobre la democracia, todo el mundo tiene dudas sobre la democracia. Hay muchas cosas preocupantes en ella: siempre se corre el peligro del populismo fascista, las asambleas representativas son siempre corruptibles. Todo el mundo lo sabe".
  • "No estoy en absoluto seguro que Strauss hubiera estado interesado en votar a Bush antes que a Gore, porque pensaba que el liberalismo Americano, incluyendo el sistema de protección social (welfare state), era un acuerdo perfectamente razonable. Por el hecho de que ambos estaban en Chicago, la gente asocia a Milton Friedman con Leo Strauss, pero no hay ninguna conexión particular”

  • “Strauss podría haber desaprobado la idea del complejo military-industrial”.

  • “Strauss hubiera encontrado increíble que pudiera ser relacionado con la campaña por la moralidad de la ‘Southern Baptist Convention’”

  • “No creo ni por casualidad que pueda hallarse ninguna conexión entre Strauss y la administración Bush”.

  • “La arrogancia del intelectual es la misma en la derecha que en la izquierda. Y si quieres una manera de ser arrogante, Marx te proporciona un ejemplo mucho mejor que Strauss”.
Que conste que a mi me parecen algunas de estas ideas de Rorty más que polémicas, tan polémicas al menos como algunas ideas de Kristol sobre Strauss.

Recupero el hilo del post anterior. Por pura casualidad me he encontrado con un artículo de Morton A. Kaplan, un influyente profesor de filosofía política en Chicago que nada tenía que ver con Strauss (más bien estaba en una posición ideológica opuesta a la suya) en el que menciona la conferencia de Popper a la que hacía mención. Dice que Popper "rechazó la necesidad hegeliana señalando la existencia de accidentes en la historia, sin darse cuenta de que para Hegel la historia es el reino del accidente". Realmente la incapacidad de Popper para comprender a Hegel le hace caer en la parodia, lo que es un índice de su inteligencia filosófica.

25 comentarios:

  1. Puesto que no tengo otro sitio, quiero aprovechar este para manifestar que estoy plenamente de acuerdo con su artículo publicado hoy en "La Vanguardia". Tomar como modelo la educación en Finlandia también me parece inadecuado. Cordialmente,
    Jordi Manzanera

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  2. Jordi, muchas gracias. Este es un sitio tan bueno como cualquier otro. Ya veo, por cierto, que ninguno de los dos está siguiendo el debate. Respecto a Finlandia, me parece una muestra perfecta de papanatismo. Lo normal sería que transformáramos nuestra propia experiencia en nuestra ley, no la experiencia ajena. Pero ya ve usted...

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  3. Grata sorpresa hoy en La Vanguardia. Una "Contra" de altura y su artículo tremendamente estimulante. ¿Conoce la novela de Arto Paasilina "Deliciosos suicidio en grupo"? El autor recuerda que Finlandia es uno de los países de Europa con un índice más alto de suicidios...
    En cuanto a sus textos de hoy, no conozemos nada a Strauss y sólo un poco a Popper pero simpatizamos más con él que con Hegel, la verdad. ¿Seremos unas gatas kantianas?

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  4. INteresante post. Sería muy saludable polemizar sobre esas opiniones polémicas.

    Cuando yo digo que en La Vanguardia, 'a pesar de' se encuentran las mejores perlas periodísticas del presente...

    Sobre Finlandia, totalmente de acuerdo con lo que usted dice, escribe y razona. Ahora bien, respecto al comentario gatuno, y sin ánimo de dar la lata, eso de recurrir a los suicidios nórdicos para mostrar los defectos inherentes al tema, tampoc me parece sano. Hace años, cuando éramos muy pobretes, ya salía todo eso, con Suecia, y los suicidios nórdicos, como muestra de la insatisfacción espiritual que comportaba la satisfacción material -y sexual, incluso, en aquells lejanos años reprimidos-. Los suicidios obedecen a complejas causas, tampoco los podemos despachar com un 'mira que les pasa, a ellos'.

    El suicidio todavía comporta una extraña condena social, habría que ser más ponderados respecto al tema e incluso 'normalizarlo' un poco, cada caso es distinto y valorable. Incluso en una novel·la tan 'nostrada' como la del Jordi Fraginals, el suicidio es una muestra de libertad y no de fracaso vital.

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  5. Bueno, yo sólo vine aquí a preguntar por si era posible obtener algo de información útil al respecto de ciertos comentarios de I. Kristol sobre Strauss.

    Veo que me tengo que conformar no sólo conque se me diga que no es posible explicarme nada en pocas palabras sino conque se insinúe que me dirijo a ustedes desde "el reclinatorio, el púlpito o la trinchera".

    ¿Acaso no caben otras opciones?
    Pues muy bien.
    Saludos.

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  6. Cuando pensé seriamente en suicidarme ... esa idea me lisonjeaba liberadora. Cuando me liberé de esa idea, me sentí realmente liberada. Si no sufro no pienso en liberarme acabando con mi vida. Si disfruto con mi vida, se desarrolle ésta en las condiciones-circunstancias que se desarrolle, no pienso en la muerte. ¿Entonces por qué sufría? El sentirme apegada a determinada aspiración... si no conseguía eso la sensación de fracaso era asfixiante, trágica, dolorosísima. Vivir así era insufrible. Y estamos hablando de cuatro días. Contados con los dedos de una mano. Me imagino una vida que vaya sumando días en su haber, días de esos... que a uno le hacen sentir como un fracasado. Y que las manos no nos basten para contarlos...

    No digo que esa sea la única manera de enfrentarse al suicidio. Digo que es la postura que yo conozco.

    El fracasado (el que se siente así) no sabe disfrutar de lo cotidiano, sólo puede experimentar el amargo sabor/er de su fracaso, su sangre le amarga la boca, el gusto de su sangre fracasada, temerosa, cobarde.

    Me siento cobarde en el recuerdo de aquellas ideas de abandono de la existencia. Mentalizarse hubiera resultado sencillo. ¿Siento cuando duermo? Estoy muy cansada, muy cansada. Necesito dormir pero ya no voy a despertar, mañana no experimentaré este dolor. Pones esa idea fija en tu mente, un día y otro. Y esto no contado desde el vacío espiritual. El vacío interior no llegué a saber lo que era. Quizás sea eso lo que sugería que no estaba lista para suicidarme. Tampoco he sabido ni querido nunca mantener una depresión más de cuatro días contados. Me apabulla la idea de la depresión real, que se instala un día en un individuo y ya no remite. El diluvio de la depresión. Creo que no me la puedo permitir, como sé que no me puedo permitir otras cosas. Ni agradables ni desagradables.

    De esto, perdóneme don Gregorio, y discúlpeme. Se que no tiene que ver con el tema del artículo del día de ayer y de hoy. Pero me ha resultado más llamativo al pasearme por los comentarios.

    De lo otro... me dio un poco de pena ayer. No, sí está bien presentarnos a los filósofos como seres tan pequeños. Porque vamos a ver: se estaban haciendo la cama, ¿no? Pasa en todos los trabajos. Pero yo aunque el señor Strauss haya pensado maravillas, ya no podré evitar leerle con un asco de muerte. Y sentirlo de paso por mí, cuando en mi pequeñez me he comportado como él.

    Para que luego hablen de las ''marujas''... ¿quién se libra? Luego no sé si estaré equivocada. Pero ayer me pareció leer que era un asunto entre alemanes y austriacos (1938. ‘Anschluss’ anexión de Austria al III Reich)... Seguro que estoy equivocada. Pero no sé por qué lo asocié con aquella guerra tan tonta que sostuvo Hundertwasser(austriaco) por el asunto de las matrículas de los coches. Simplemente porque ser austriaco se convirtió en importante, defender de alguna manera su nacionalismo frente a la invasión. ¿Estarán los filósofos tan libres para que su tradición (trayectoria) histórica no les influya? ¿Se ve sólo la idea del individuo o ésta es inseparable del resto de la persona y su circunstancia? Esas cartas-críticas no me parecen tan diferentes de lo que hacemos en nuestros cafés. ¿No sería mejor el debate cara a cara que la conspiración? De alguien que conspire me cuesta aceptar una idea luego. Pienso que estará contaminada por sus conductas. Claro, que el filósofo es humano. ¿Entonces qué es la inteligencia filosófica? Si no sabes de Heggel no eres nadie. ¿Y qué si he leído a Heggel y a mí no me ha dicho nada? Yo a todo esto ni idea de la filosofía de ninguno. Me reconozco ignorante de momento. Pero mi moral me dice que esas cartas no estuvieron bien, y que ponerle la zancadilla a otro con el que no comulguemos no está bien, porque con ese acto privamos a un número equis de alumnos de haber podido acceder a las clases de Popper en directo y no sabremos nunca ya lo que eso habría podido suponer para ellos ni su condición social como individuos que se realizan. Tampoco es importante esto, imagino. Pero pienso que podría haberme sucedido a mí, y yo sin saber que esas personas que me parecían tan admirables... se comportaban como vulgares mujerzuelas. Voy a empezar a pensar de la filosofía como alguna vez usted ha hablado de la historia. Gracias por humanizármela tanto, don Gregorio. Me hace usted sentir... (lo)

    Se entiende que es a la filosofía. Por la filosofía y sus figuras humanas. Pero nada es puro, ¿verdad?

    Me voy con mi Krishnamurti... para mentes como la mía el tal, está muy bien

    Besos :)

    KSNDR

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  7. Me ha encantado el comentario de KSNDR. Estoy de acuerdo en que la unilateralidad del pensamiento proyecta una sombra que hace dudar de los productos de la filosofía. Hay en muchos autores tal carencia de feeling humano que mueve a desconfiar de su entera filosofía.

    Con la razón sé que el pensamiento de Heidegger en nada se disminuye, por su papel durante el Reich. Pero hay algo, un sentimiento, una inquietud que me hace desconfiar de estos autores y de mis propios esquemas, que separan filosofía de otras circunstancias vitales.

    Y sí, Krishnamurti, aparece como alguien en que vida y obra se revelan coherentes, como es habitual en el lejano oriente. Y cuando se vuelve a ellos, ¡¡qué serenidad!!

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  8. Sus comentarios son muy interesantes para alguien como yo que desconoce estos temas tan historico filosoficos, no obstante permitanme decir que deberiase distinguir entre el pensar filosoficamente y el historizar acerca de lo filosofico.
    Sobre el apasionado y apasionante moralista comentario de la señorita, dejenme una vez más decirles que si bien desconozco todo acerca de los filosofos se bien como se deberia escribir Hegel.
    Acerca de esta ultima intervencion, tan solo comentar que la filosofia en su peculiar preguntarse encontraria precisamente el camino opuesto a lo que usted denomina serenidad.
    Buenas tardes a todos.

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  9. Acabo de leer "¿Retorno o Progreso? de Strauss y es evidente que este hombre defiende los principios más tradicionales del judaísmo. Es un nostálgico de los estadios primarios de la cultura occidental: Atenas y Jerusalén. Para él lo más importante es la familia patriarcal y la ley de la Torah. El pensamiento de Rorty es en cambio progresista pero no sería la primera vez que dos filósofos de ideologías opuestas se respetan e incluso se admiran. Que uno sea conservador no significa que no pueda ganarse el cariño de una persona de izquierdas. Bueno, ésa es la única explicación que se me ocurre a esa buena relación Strauss-Rorty. Lo viera o no Rorty, yo creo que efectivamente hay una conexión entre Strauss y el clan neocon, liderado por un grupo de intelectuales judíos que añoran el judaísmo clásico de corte esotérico. Como Strauss, creo - y corrígeme si me equivoco- estudian a Maimónides, partidario de reservar el estudio de las grandes verdades filosóficas a un grupo de elegidos. El problema es que las grandes verdades filosóficas no existen y además las sectas y los lenguajes camuflados no han traído más que confusión y violencia a este mundo.

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  10. Los filósofos (o los intelectuales en general) son humanos sí, y por ello pueden ser pedantes, alcahuetas, charlatanes, creerse en posesión de la verdad, o saberse en posesión de la mentira (y a pesar de ello...). Por eso es bueno colocar al filósofo en sus circunstancias (como a propósito de Heidegger), etc. Y claro, los hay mejores y peores.

    Pero también se pueden interpretar las palabras de ellos, independientemente de la persona, intentado extraer y adaptar su pensamiento a las circunstancias.

    El discurso moralizante y humanista, puede que carezca de todo sentido, después de todo eso de la "naturaleza humana" y la "moralidad", es bastante discutible.

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  11. Evidentemente, el discurso moralizante y humanista es tan discutible como cualquier otro. En realidad, apelaba a la base instintiva de ese discurso, al sentimiento que es directo en sus juicios, sin discursos. Un me gusta o no me gusta, es bueno o es malo, en las entrañas. Facultad que se desarrolla (se hace consciente) como se desarrolla la facultad de pensar, pero que está más cerca de las raices instintivas. Ese refinamiento es al que me refiero con feeling humano. Y esa facultad se queda primitiva cuando desarrollamos unilateralmente el pensamiento.

    Que luego venga un obispo y nos hable de buenos sentimientos ya es otra cosa: cursilería como la fábula de niña con trenzas y lazos creciendo en el suelo patrio.

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  12. Gatas: Me gusta eso de ser tremendamente estimulante. Se lo diré a Bacallà Salat, a ver qué opina.

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  13. JÚlia: ¿Y por qué sin ánimo de darla lata? Les Gates Maules, estoy convencido, no tienen ningún miedo a las latas.
    Por otra parte no es lo mismo dar la alta que ser latosa.
    ¡De usted la lata cuanto quiera!

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  14. Antonio: Esto es lo que hay. En cualquier caso llevo cinco años intentando aclararme con Strauss. Y he estado trabajando de una manera muy intensa. No he hallado respuestas. Por eso no se las puedo resumir.

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  15. Kasandra: Yo no tengo nada que perdonarle a usted. Y si tengo mucho que agradecerle. Es usted un lujo para este café. De verdad.

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  16. Taliesin: ¿Pero es el deber de la filosofía ofrecer serenidad?

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  17. Augusto: Kasandra tiene autoridad de Hegel, directamente confirmada, para escribir su nombre como se le antoje.

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  18. Primo: Pues está usted con la mayoría de los intérpretes de Strauss. Lo único que puedo decirle es algo que seguramente usted ya sabrá: ¿Para qué leerlo más?

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  19. El Straussianismo se fundamenta en la idea de que la democracia liberal, con su énfasis en las libertades individuales, ha conducido a las sociedades occidentales a la decadencia y el desastre. Para Strauss había llegado el momento de que una élite se alzase para superar la debilidad y la falta de cohesión social causadas por el relativismo inducido por la filosofía post-socrática. La principal herramienta de esta nueva élite sería una mitología artificial, construida alrededor de la noción de que Estados Unidos goza de un destino único y asentada en el control de las masas ignorantes a través del engaño, el fervor religioso y la guerra perpetua. Esta mitología o “Texto Straussiano,” habría de tomar la forma de un cuerpo de pensamiento filosófico, articulado deliberadamente en dos niveles: un significado “exotérico,” accesible al lector medio, y otro “esotérico,” el verdadero, dirigido a sus reales destinatarios, la jerarquía social. Para Strauss, el renacimiento de las sociedades modernas debía ser protagonizado por una casta de políticos aptos, dispuestos a difundir con convicción estos mitos destinados a otorgar propósito y significado a las vidas de la gente corriente. Al hacerlo, habrán de apoyarse en valores morales o religiosos absolutos, distinciones maniqueas, que arranquen a la sociedad de las garras del relativismo. Pero no es necesario que un buen político crea en ellos, ni siquiera que sea religioso. Basta con parecerlo.
    [...]
    En 1948 se convierte en profesor por la Universidad de Chicago, puesto que ocuparía hasta 1968. Durante ese periodo, su actividad académica se caracterizaría por un grado de secretismo y heterodoxia notables. Raramente dejaba textos escritos. Sus clases consistían en debates a puerta cerrada con sus estudiantes.
    http://es.wikipedia.org/wiki/Leo_Strauss

    JJ.

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  20. JJ: Ese es un cuento creado al mismo tiempo por los paleoconservadores americanos y los periodistas de Le Monde.
    Strauss era un filósofo. Desde mi punto de vista uno de los mejores del siglo XX, que escribió para quien quisiera pensar, no para quien quisiera aprender.

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  21. Gregorio,
    Me imagino el filosofar como la experiencia de observar el batallar de los contrarios, de la chispa haciéndose lenguaje y de la generación de un fuego del conocimiento.

    Si no creyera que contemplar ese fuego aporta serenidad no encontraría sentido humano, no digo sentido de la Filosofía con mayúscula, a toda esa tensión del frotar y frotar.

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  22. "JJ: Ese es un cuento creado al mismo tiempo por los paleoconservadores americanos y los periodistas de Le Monde. "

    Tienes alguna prueba de esto que estás diciendo, o simplemente hay que creerlo porque lo dices con mucha seguridad?
    Tu respuesta bien podría ser un cuento creado por los straussianos para intentar neutralizar una verdad incómoda.

    JJ.

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