De nuevo los Estados Unidos defienden sus intereses en Europa. Hacen bien. Los que hacemos mal somos los europeos, que continuamos sin saber cuáles son nuestros intereses en Europa. Albania se ha convertido, de facto, en un Estado asociado más (de los USA, claro) y Kosovo en un Estado asociado de Albania. Lo que ocurre nos arrolla, aunque no parezcan saberlo los que pretenden mirarse en las aguas turbulentas de este río.
El desorden de los Balcanes es la medida justa del orden que es capaz de garantizar Europa.
El desorden de los Balcanes es la medida justa del orden que es capaz de garantizar Europa.
"El desorden de los Balcanes es la medida justa del orden que es capaz de garantizar Europa"
ResponderEliminarTriste y cierto.
La cuestión es que Europa no existe, fuera de los mapas de geografía y de las agrupaciones territoriales de las multinacionales y al parecer los centros neurálgicos del poder en los EE.UU. lo saben muy bien.
ResponderEliminarLo que no existe es el vacío en política. El espacio que uno no ocupa inmediatamente lo ocupa otro.
ResponderEliminarConvendría no equivocarse: Las relaciones internacionales se rigen por criterios hobbesianos.
¿Por qué la guerra de Irak era ilegal por no tener el beneplácito del consejo de seguridad de la ONU y la independencia de Kosovo es legal sin tenerlo?
La verdad, hace años pensaba que Europa sería mucho más que un gran supermercado turístico, pero, como bien dices...
ResponderEliminarSí, este es el orden europeo, el de llamar a EEUU cuando es necesario y, claro, no saber sacárselo de encima cuando la cosa comienza a convertirse en al defensa de los intereses de EEUU y nada más.
ResponderEliminarLo de la "guerra ilegal" no se entiende, bien lo sabemos, pero creo que esto sí es claramente "ilegal" dentro de lo que pueda considerarse como tal en Derecho internacional, que si uno se pone estricto no es gran cosa, pero bueno.
Saludos y felicidades por el proyecto
Tal vez no deberíamos ponernos tan dramáticos sobre el ser de Europa.
ResponderEliminarComo leí hace un par de dias por otros lares.
En lo que nos toca a nosotros, con esperar a que en la próxima banda de albaneses que detengan, los jefes vengan ya con inmunidad diplomatica, tenemos suficiente.
Eso si, nuestras tropas defienden el nuevo minimicro-estado, y nuestros impuestos pagan sus carreteras. Pero no preocuparse, los Mercedes y los BMW, ya se los "procuran" ellos solitos.
Lo que cabría poner "entre paréntesis" es que E.E.U.U. esté defendiendo realmente algo interesante para sí. Porque habría que plantear si, en el largo plazo, la política del divide y vencerás (con la cuestión militar al fondo, pero no necesariamente en primer plano, creo yo) es la más adecuada para un Imperio. Y habría también que plantear que raíces principiales son las que conducen a tal idea.
ResponderEliminarPero nos quedaremos, como siempre, con cierta tristeza tal el cristal: suave mari magno turbantibus aequora ventis...
Los versos a los que hace referencia "Otro" son los primeros del libro II del "De rerum natura" de Lucrecio, para mí uno de los mayores libros de filosofía jamás escritos.
ResponderEliminarSuave, mari magno turbantibus aequora ventis,
e terra magnum alterius spectare laborem;
non quia vexari quemquamst iucunda voluptas,
sed quibus ipse malis careas quia cernere suave est.
"Es dulce cuando sobre el vasto mar los vientos revuelven las olas, contemplar desde tierra el penoso trabajo del otro; no porque ver sufrir a uno nos proporcione placer y contento, sino porque es dulce considerar de qué males te eximes".
LO que ocurre es que esto es precisamente lo que como Europeos no podemos hacer, no porque no queramos, sino porque somos nosotros ese "otro" del poema.
Muchas gracias por los versos.
Supuesto el desplazamiento que propone don Gregorio, es decir, que seamos ese otro (supuesto que existe Europa más allá de la famosa beca erasmus) entonces quien dulcemente nos observa tras el cristal habría de ser el emperador. Pero entonces no debería ser tan dulce su estancia, a no ser que en su inconsciencia no sea capaz de ver que está tirando el bebe con el agua de la bañera. O que se le cuela por el ventanuco lo que cree estar lanzando "por la puerta grande". Por eso digo yo, cínicamente también: allá ellos.
ResponderEliminarOtro:
ResponderEliminarLa cita del De reum natura ya me ponía la mosca detrás de la oreja. La imagen del niño y la bañera, me lo confirma:
¿Don Antonio?
Los versos de Lucrecio se refieren al "Otro" de esta manera: "Es dulce cuando sobre el vasto mar los vientos revuelven las olas, contemplar desde tierra el penoso trabajo DEL OTRO; no porque ver sufrir a uno nos proporcione placer y contento, sino porque es dulce considerar de qué males te eximes".
Es ese otro incapaz de eximirse de sus males el que me se antoja Europa. Existe Europa, puesto que se ahoga. Quien dulcemente nos observa tras el cristal es, efectivamente el emperador, que estos días está en África, labrando futuro. Porque el emperador ha sido más generoso con África que Europa, mucho más.
¿Está tirando el bebe con el agua de la bañera?
Nunca le interesó una Europa unida.
Juega su juego.
Aunque como usted y yo sabemos, la última palabra en política se la reserva, siempre, Fortuna.
El Emperador en África
No, don Gregorio, no nos conocemos, desde luego que para desgracia mía.
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