domingo, 13 de agosto de 2006

¿Para qué sirve la filosofía?

I

Todos comienzan a filosofar –escribe Aristóteles en su Metafísica- movidos por interrogación de si las cosas son como parece que son, como ocurre con los que contemplan los autómatas de los ilusionistas. Alejandro de Afrodisia explicó este pasaje añadiendo que Aristóteles llamaba admirables a los muñecos que parecen moverse por sí mismos, automáticamente.

II

En la entrada “Filosofía” del Diccionario de prejuicios de Flaubert: “Reírse siempre con sarcasmo de ella”.

III

En la entrada “Filosofía” deL Diccionario del diablo de Ambrose Bierce: “Ruta con muchos caminos, que conduce desde ninguna parte hasta la nada

IV

Marx: “El hombre ordinario no cree anticipar nada de extraordinario al decir que hay manzanas y peras. Pero el filósofo, al expresar esta existencia de manera especulativa, ha dicho algo extraordinario. Ha hecho un milagro

Marx: “Hay que dejara un lado la filosofía; hay que saltar fuera de ella y afrontar como un hombre sencillo y corriente el estudio de la realidad… Entre la filosofía y el estudio del mundo real media la misma relación que entre la masturbación y el amor sexual

V

Kierkegaard: “Lo que los filósofos dicen de la realidad es a menudo tan decepcionante como el cartel que puso en su tienda un mercader: ‘Aquí se plancha’. El que llevaba su ropa a planchar, se llevaba un chasco: el cartel estaba en venta.”

VI

Nietzsche: “La valentía de no retener ninguna pregunta en el corazón es lo que constituye al filósofo.”

7 comentarios:

  1. Tengo una sospecha muy buena: cada vez que venga aquí aprenderé algo nuevo.

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  2. En cualquier caso, Diana Laura Caffaratti, serás siempre bien recibida en este café pequeño de la hiperpatria de los blogs.

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  3. A las agudísimas citas que nos trae Gregorio Luri, me gustaría añadir otra reflexión, tal vez más tradicional. Bertrand Russell dedica el último capítulo de su librito “Los problemas de la filosofía” (1912) a discutir sobre el valor, no la utilidad de la filosofía. La conclusión, exhortando a la contemplación filosófica, es majestuosa, a la manera de otros textos conocidos de Aristóteles.

    En ese texto Russell dice que el mayor valor de la filosofía es que la grandeza de los objetos contemplados nos libera de los estrechos límites de la vida doméstica, y de sus enfebrecidas preocupaciones. Me parece muy sensato y realista.

    Me recuerda lo que comentabe el guasón de Antonio Machado: “la costumbre de Sócrates de echarse a la calle y de conversar en la plaza con el primero que topaba, revela muy a las claras al pobre hombre que huye de su casa harto de sufrir la superioridad intelectual de su señora”.

    Me hace también gracia el dibujo de Daumier que ilustra la “Guía” de Gregorio Luri, porque refleja una situación doméstica enteramente diversa a la que nos trasmiten las fuentes (Sócrates parece regañar a una adorable y tierna Jantipa).

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  4. Se me ha ocurrido ir al Diccionario Fiolosófico de Voltaire, (que siempre me ha parecido una delicia para entretener las horas) y descubro atónito que cuando llega a "Filosofía" lo que hace es tocar a rebato contra (matizadamente) la filosofía y los griegos. Una perla: "siempre me ha parecido que los griegos, quer fueron nuestros maestros, más escribían para ostentar su ingenio que para instruir Resulyta curioso que Voltaire critique a los griegos por escribir bien. Manuel Azaña decía que una cosa es pensar bien y otra tener ocurrencias.

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  5. Joaquín: hay que hacer más caso de lo que Russell decía que de lo que hacía. Yo tengo mis dudas sobre la utilidad social de la filosofía y en cuanto a la personal creo que lo que hace es confirmar una fatalidad (Heidegger diría que confirmar la propia esenca del filósofo).
    El dibujo de Daumier representa a ócrates bailando ante una muchacha que toca el violín. Posiblemente Daumier intentaba quitarle trascendencia a la imagen de Sócrates recordando aguna cosa que cuenta Jenofonte en su "Banquete" sobre las debilidades socráticas.


    Sobre Voltaire. Efectivamente en la Sección cuatro de la entrada "Philosophie" dice: Section IV.

    Précis de la philosophie ancienne.

    J’ai consumé environ quarante années de mon pèlerinage dans deux ou trois coins de ce monde à chercher cette pierre philosophale qu’on nomme la vérité. J’ai consulté tous les adeptes de l’antiquité, Épicure et Augustin, Platon et Malebranche, et je suis demeuré dans ma pauvreté. Peut-être dans tous ces creusets des philosophes y a-t-il une ou deux onces d’or; mais tout le reste est tête-morte, fange insipide, dont rien ne peut naître.

    Il me semble que les Grecs nos maîtres écrivaient bien plus pour montrer leur esprit qu’ils ne se servaient de leur esprit pour s’instruire".

    Pero a continuación añade: "Je ne vois pas un seul auteur de l’antiquité qui ait un système suivi, méthodique, clair, marchant de conséquence en conséquence".

    Efectivamente a Voltaire como en el fondo a todos los Ilustrados (Rousseau como se sabe era ora cosa) era la construcción de un sistema coherente y cerrado lo que caracterizaba a la filosofía. Pero es precisamente eso lo que, a mi modo de ver la convierte en ideología. La filosofía para merecer su propio nombe hade ser siempre "zetética" (cuestionadora, interrogadora). Más aún: una filosofía comienza a hacer aguas cuando la conciencia de sus propias verdades comienza a extender el olvido sobre las preguntas que la hicieron posible.

    Me gusta este ejercicio de idas y venidas entre los libros y el ordenador. Es una buejna gimnasia mental.

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  6. El dibujo de Daumier... Es verdad, Socrates va calzado para danzar... Y el crédito de la ilustración se refiere, cierto a Aspasia, y no Jantipa. Aquí me dejé llevar por la primera impresión...

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  7. En cuanto a Russell... yo no recomiendo leer sus escritos morales, que pueden estar condicionados por su vida privada.

    Ahora se me viene a la cabeza el "caso Althusser", que podréis comentar vosotros mejor que yo.

    A propósito de los afanes filosóficos, siempre recuerdo esa historieta de San Agustín en la playa viendo que un niño quería recoger el agua del mar con un canasto.

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