Algunos párrafos de El Destierro, de Julio Camba. Cuanto más trato con la escritura de este hombre, más gran escritor me parece. Creo, además, que cuando vuelva a leer a Pla, le encontraré cierto regusto a Camba.
I
Orsini era un anarquista italiano, gordo, barbudo y jovial. Su padre tenía en Buenos Aires tres grandes comercios, y el anarquismo del hijo debía parecerle un sport bastante más caro que el automovilismo, la bibliomanía o el amor de los cuadros antiguos. En cuanto a Orsini, yo creo que un día de aburrimiento, reflexionando sobre su porvenir, se dijo:
- La verdad es que, puesto que dispongo de un apellido terrorífico, yo debiera hacerme anarquista.
II
Arturo, además de ser feo, era fabricante de tiradores de goma para matar pájaros.
III
... desempeñaba la cátedra de Neuropatología en la Universidad central, y tenía un consultorio médico muy acreditado; pero cuando le llamaban a ver una joven enferma, él se sentía más artista que médico y, en vez de reconocerla científicamente, la examinaba con arreglo a los preceptos de la estética.
- ¿Qué le aprece a usted mi chica? -le preguntaba el padre.
Y él formulaba este solemne diagnóstico:
- Es muy bonita.
Enseguida extendía una receta y cobraba treinta pesos.
IV
... desnudaban los sables y se lanzaban sobre nosotros. Los mítines terminaban casi siempre en carreras, lo que les daba un carácter gimnástico muy agradable.
V
La ley de la expulsión torció el destino de muchas vidas, con lo cual unas fueron ganando y otras perdiendo. ¡Qué importa! El hada Aventura puede no ser buena, pero siempre es bella y nosotros la amábamos. No habíamos vivido nunca en la realidad, y no era cosa de inquietarse por lo que de ella hubiésemos podido perder. Para soñar es igual cualquier rincón de la tierra, y para mirar al porvenir nada mejor que deshacer el pasado.
Era una forma violenta y valiente de pensar, muy nietzscheana por otro lado, viajera y ciudadana del mundo.
ResponderEliminarSalud
Reconozco que he llegado a Camba muy tarde. Justo cuando he dejado de leer novelas casi completamente. Si siempre sorprende, esas memorias suyas sobre su juventud anarquista en Argentina son increíbles. Nos encontramos en ellas algo así como una premonición del realismo mágico, pero no porque introduzca la magia en la realidad, sino porque la realidad, vista por Camba está llena de magia. Hay cosas que, como diría Pla, sólo pasan en la realidad, y Camba tiene una mirada muy sagaz para captarlas y, sobre todo, para vivirlas.
ResponderEliminarEfectivamente. En la superficie de la realidad está esa magia que el talento práctico del hombre, su pensamiento, es capaz de ver con clarividencia sin sumarle un ápice de impropia fantasía. Ya lo dijo Calderón:
Eliminar¿Qué es la vida? Un frenesí,
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.