Gracias a Ricard consigo el teléfono de la hija de Conxita Brufau. Resulta que vive en Madrid. La llamo con cierto nerviosismo. Descubro inmediatamente a una persona extraordinariamente amable con la que hablo un buen rato y que acaba poniéndome en contacto con su tío, el hijo de Mariano Brufau y, sobre todo, con su padre, David, que vive en Moscú. Tengo los dos números aquí adelante y no sé a quién llamar primero.
Clío, la musa de la historia,es, como todas sus hermanas, hija de Zeus y Mnemósine (la memoria). Pero es la más desmemoriada de todas. Sin embargo, cuando se le antoja, puede llegar a ser generosa y amable, como un perrillo faldero. Claro que antes hay que haberse ganado su confianza.
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