A través de la ventana que queda encima de la cama donde escribo veo en lo alto de la loma más próxima blancos resplandores sordos. Empieza a nevar.Se oyen pisadas y una tos. Un herido pide que le den la vuelta y otro esputa. Una enfermera con gripe se prepara para una visita de su novio pintándose los labios.
James Neugass,
La guerra es bella.
Diario de un brigadista americano en la guerra civil española
En la portada del libro hay una frase de Antonio Muñoz Molina: "Como español cerré el libro con una sensación de gratitud". No ha sido mi caso. Como español he cerrado el libro, a las 4:48 de la madrugada de este sábado con una profunda desazón. Con una sensación de punto y seguido.
Una sensación parecida tuve yo, a una hora más temprana, cuando acabé de ver la infumable "Tierra y Libertad" de Loach. Me pareció una exaltación del tópico y una representación impostada hasta el rizo rizado del simulacro, esto es, sin un ápice de verosimilutud y menos aún de "verdad". La izquierda española tiene sus altares, sus santos y sus devociones inquebrantables, como tiene la derecha los suyos, y así seguimos, como ya dijera Azaña: detrás de los religiosos para colgarlos o para rezar con ellos..., con el cirio o con el garrote.
ResponderEliminarLo que me repele es la visión acrítica de esas devociones. Suspenden el uso de la razón para mecerse en el fervor. Demasiado empalagoso, la verdad.
A su manera, me parece más meritoria la desapasionada visión de Joseantonio -lo escribo como se pronuncia- que nos traslada, por ejemplo, Mendoza en "Riña de gatos". Del mismo modo que me parece "ejemplar" el libro de Pla El advenimiento de la República.
En este país nos ha perdido siempre la devoción del papanatismo.
Lo más ridículo es que Loach considere que sólo es pensamiento crítico el que coincide con el suyo.
EliminarHe estado leyendo artículos de Miguel Hernández sobre la guerra. Pobres, dogmáticos y exaltados: "Eso: la alegría de morir, de ir a los peligros mortales con el corazón en su puesto y su serenidad en la boca: eso es lo que queremos que relumbre en cada rasgo de cada hombre, de cada guerrero de nuestro batallón, de nuestro pueblo".
Tengo un poco de miedito.
ResponderEliminarEso es propio de los espectadores de una partida de mus. Están subiendo todos las apuestas... pero alguno -no tenga duda de ello- va de farol.
EliminarPues espero que sea el chusquero aquel del "por encima de mi cadáver".
ResponderEliminarEs que ando estos días pensando que estamos muy entretenidos con el rollo del todos a una y no vemos que justo ahora, tal como anda el patio, es el típico momento en el que aparece el héroe, o sea, el loco.
ResponderEliminarCuando Mussolini mando a los suyos a tomar Roma, todos se lo tomaron a Risa.
EliminarEfectivamente: Siempre nos tomamos a risa lo que nos parece improbable. Pero a la historia -que es más espasmódica que lineal- le importan un bledo nuestras probabilidades.
Por cierto: "En toro al héroe todo se vuelve tragedia", decía Nietzsche.
Acabo de mantener una larga conversación telefónica con Victor Manuel Arbeloa. Podría haberse unido perfectamente usted a nuestros miedos.
A ver: en "toro al héroe", que me gusta, es, lamentablemente, "en torno al héroe"
EliminarPodría haberse unido usted a disentir cuanto le hubiese placido, claro. O no.
Víctor Manuel Arbeloa. El nombre me acaba de retrotraer a los noventa, empezando a leer todos los días el Diario de Navarra en el ascensor de casa, al subir de comprarlo. (Luego, siempre, alguien me lo tenía secuestrado hasta la tarde). Ahora acabo de descubrir que tiene una gran obra ensayística. Esa conversación a tres que dice usted, habría sido diálogo suyo de ustedes dos y ruiditos de boli apuntando por mi parte.
ResponderEliminarEl tema de la guerra -civil- cada vez me parece más inquietante, la verdad. Cuanto más leo sobre el tema, peor lo paso y más absurdo me parece todo, puede que sea la edad.
ResponderEliminarPero la verdad es que estoy escuchando muchos discursos dogmáticos, indignados y exaltados, aunque no de tan 'pobres' como los de antes, por parte de gente joven, con estudios y, en teoría, suficientemente preparada y con licenciaturas, incluso doctorados en historia, solicitando guillotinas, anarquismos viscerales, luchas heroicas y todo eso, puede que sean faroles, ojalá. Si a eso le añadimos el todo por la patria -la que sea- que me quede como estoy.
Júlia: En la naturaleza de las cosas humanas parece encontrarse la condena a tropezar siempre en las mismas piedras. Nunca aprendió un hijo de las lecciones de los padres.
Eliminar