Buscar este blog

miércoles, 25 de octubre de 2006

Al prójimo como a ti mismo

Le comentaba el otro día a Antonio Lastra el desprecio con que Leo Strauss y Gershom Scholem tratan en su correspondencia a Jacob Taubes, del que dicen lindezas de este tipo:

1. Carta de Scholem A Strauss, 2 de junio de 1952: “Estoy muy decepcionado con Taubes. Utiliza sus indudables talentos para pasatiempos filosóficos que no puedo tomar en serio (…) (carece) de coherencia interior »

2. Respuesta de Strauss. Chicago, 22 de junio de 1952: “En lo que concierne a Taubes, se han confirmado mis peores temores. No he visto nunca una ambición tan descarada. ¿Podrá corregirse alguna vez? »

3. Strauss a Scholem. Chicago, 27 de octubre de 1955: "Taubes está empeñado en un trabajo de antisemitismo filosófico (…). Intentará venir a Chicago, pero no quiero verlo".

¿Por qué este desprecio? Creo que Strauss está convencido de que Taubes se ha puesto a favor de Pablo y en contra del pueblo judío, lo que significa dicho de otra manera, que ha caído en la trampa del amor paulino, que es radicalmente contrario a la ley hebraica. La cuestión es enormemente complicada y es imposible desplegarla aquí ni tan siquiera en sus grandes líneas, pero, efectivamente, Taubes ha visto la radicalidad de Pablo y, además, ha notado que esta radicalidad corrige incluso al Jesús de los Evangelios.

Cuando a Jesús le preguntan qué mandamiento es el más importante, responde: “Estimarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda el alma con todo el pensamiento.” Y añade a continuación: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo

Sin embargo Pablo va más allá: “No tengáis deudas con nadie –les escribe a los romanos-, más que la deuda de amaros los unos a los otros; porque el que ama a su prójimo ha cumplido plenamente la ley. En efecto, los mandamientos ‘No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás’, así como todos los otros, se resumen en esta frase: ‘Amarás al prójimo como a ti mismo’

¿Y el prioritario amor a Dios? ¡Ha desaparecido! En esta corrección ve Strauss, a mi parecer, una semilla radicalmente antipolítica que siempre está germinando en el alma de los cristianos y que acabará generando el discurso sobre los derechos humanos.

Por cierto que en el libro de Taubes, recientemente editado por Barcelonesa d’Edicions, “Teologia política de Pau”, se encuentra la siguiente anécdota: “Con ocasión de una visita de Breznev a Alemania (entiendo que a la antigua RDA), hará unos cuantos años, la visita va tener lugar el día de la Ascensión, es decir, un día que era fiesta en Alemania. Breznev preguntó: “¿Qué se celebra hoy?” ¿Pero cómo se le podía explicar a Breznev que se trataba de la Ascensión de Jesucristo? Le contestaron, entonces, que se trataba del “Día del ejército del aire alemán”, ya que ambos tenían en común la dirección hacia arriba.”

15 comentarios:

  1. Hombre, yo contestaría con otro texto evangélico: "¿cómo dices que amas a Dios, a quien no ves, y no amas a tu hermano, a quien ves?". Pienso que sólo un creyente en Dios (es decir, la realidad que supera a toda realidad) es capaz de amar incondicionalmente al prójimo, con amor desinteresado. ¡Pero qué difícil!

    ResponderEliminar
  2. la mala literatura bíblica vive o brota?

    "ataja las corrientes para que no fluyan
    y saca a la luz lo más escondido"

    El hombre pone un límite a las tinieblas
    y escuadriña con exactitud las rocas
    que están en densa oscuridad;
    excava galerías lejos del os hombres
    y no se acerca a ellas el pie del viandante,
    estando como están en lugares inaccesibles.

    la plata tiene sus veneros en las minas
    y el oro tiene un lugar donde se forma-
    el hierro saca de la tierra
    y la piedra derretida con el fuego se convierte en cobre.

    ResponderEliminar
  3. ¿Y si uno se ama poco a sí mismo? ¿También vale?

    ResponderEliminar
  4. Joaquín, pero si se necesita la intermediación de Dios, ¿Es el amor realmente desinteresado? El amor absolutamente desinteresado sería, entonces, el de un ateo que amase sin que le gustase amar y sin obtener ningún provecho del amor.

    ResponderEliminar
  5. Septentrionano, también se lee en Job que "la adquisición de la sabiduría es mejor que las perlas". Me quedo con la perla literaria, pero soy incaaz de alcanzar la saiduría, que, me imagino, oculta tu pregunta.

    ResponderEliminar
  6. Umla: si uno se ama poco a sí mismo -sospecho que- está incapacitado para amar a los demás. ¿Qué puede darles de valor? Pero es que además, normalmente uno se ama poco a sí mismo cuando es invisible para los ojos ajenos. Y, entonces, ¿cómo puede amar al otro?

    ResponderEliminar
  7. ¿Será por eso que el mundo está lleno de gente deseosa de llamar la atención? ¿Será por eso que hay tantos ansiosos de reconocimiento?

    Habrá que mirarse más al espejo.

    Firmado: una chica gris.

    ResponderEliminar
  8. Quede constancia de la pretendida ironía de las dos últimas frases, que luego no se me entiende. Aunque los chistes explicados no tienen gracia.

    En fin, ciao.

    ResponderEliminar
  9. Cuando comparo las páginas aristotélicas sobre los distintos grados de amistad, siempre interesada, humana, política... con esa pretendida república de amantes, me quedo perpleja ante "el ama al prójimo como a tí mismo", todo y admirando su osadía y su grandeza.
    He leído en Octavio Paz que el amor es por naturaleza antipolítico, subversivo, tiende a desgajarse de la comunidad.
    Aunque también se puede leer lo contrario: que el amor es el arma más perfecta de sumisión social (Fasbinder lo dice, por ejemplo).

    Lo dejo abierto, en el bien entendido que me quedo con Aristóteles (como casi siempre).

    Lola

    ResponderEliminar
  10. Hay, al socaire de este, un tema que me intriga mucho y es el camino hacia el amor de la sociedad romana, pagana, que empieza a evidenciarse en Cicerón, es más claro en Séneca. Yo creo que el encuentro entre Pablo, romano, con el jesucristismo (y que se me perdone el bocablo que me acabo de inventar, pero e spor diferenciar a quello del cristianismo post paulino) pudo unir dos fuentes que manaban en la misma dirección.
    No hay que pensar que el paganismo estaba exento de amor, por lo menos yo no lo pienso, sino que caminaba a su encuentro a partir de una realidad social de potencia dominante.
    Virgilio, Ovidio, Tíbulo, Horacio, Séneca, Lucano, elm mismo Lucrecio, y tantos más, estaban escribiendo en una sociedad que percibía al hombre natural. La crueldad propia de la sociedad podía ser ajena a muchos de ellos: Cicerón odiaba el circo y la sangre y le parecía un absurdo.

    ResponderEliminar
  11. Lola, Joaquín: Lo de Pablo es la monstruosidad más atractiva que se le haya pedido nunca al hombre. Lo que ocurre es que es muy difícil situar la posición de Pablo respecto a Jesús. No olvidemos que los evangelios son posteriores a Pablo, es decir, que la imagen del Jesús de los Evangelios fue descrita por personas que conocían las cartas paulina, lo cual, evidenemente, complica sobremanera la crítica.

    En cualquier caso, es evidente que la alternativa que presenta Pablo es de la máxima radicalidad: O Roma o Jesús. No hay posibilidad de síntesis, por eso habla con frecuencia de "el tiempo de ahora" (ho nyn kairós) que es un tiempo nuevo, sin parangón con ninguna experiencia anterior de la temporalidad en el mundo antiguo. Es un "mientras tanto", un paréntesis que se abre entre la primera y la inmediata segunda venida del Mesías. Sólo ante esta inminencia el amor paulino tiene -a mi modo de ver- sentido. Por lo tanto, a medida que la segunda venida se va alejando de lo inmediato (pensar en Agustín y el saqueo de Roma)lo político vuelve a imponerse como lo inmediato lo cual supone, inevitablemente la problematización, pero nunca la completa relegación del amor paulino.

    En el cristianismo, a diferencia del judaísmo o del Islam siempre ha estado viva la llamada de Pablo a romper con la ley para atender en exclusiva al amor al prójimo. ¿Es esa una de las paradojas que conforman esa inasibel alma de Europa?

    Planteando la cuestión de manera radicalmente temporal: ¿Es el Islam nuestro prójimo?

    ResponderEliminar
  12. Claudio.

    Hoy sale Strauss, anteayer Platón. Hay una contínua búsqueda de respuestas en los antiguos.
    Me encuentro esta cita de Strauss, que traigo aquí algo confuso:
    "En realidad, es completamente imposible comprender ni que sea una línea de Platón si no se está interesado en las mismas cosas en que lo estaba Platón, es decir, la verdad en relación a las cosas más importantes (...) La reflexión sobre los temas de Platón no puede limitarse a lo que el mismo Platón dijo o pensó (...) y permanecer fiel a las intenciones de Platón significa OLVIDARSE DE PLATON Y PREOCUPARSE EXCLUSIVAMENTE DE LAS COSAS DE SUPREMA IMPORTANCIA" (On Collingwood´s Philosophy of History).

    ResponderEliminar
  13. Claudio: ¡Protesto! ¡No en los antiguos, sino en los grandes, es donde buscamos respuestas!

    Conozco bien ese texto de Strauss, donde se muestra meticulosamente agresivo contra los que usan el pasado para hacer turismo intelectual. Strauss no soportaba -intelectualmente- ni a Popper ni a Collingwood.

    Tratando sobre Heidegger, Strauss plantea la siguiente custión: Heidegger es un pensador mucho más grande que nosotros. Pero es también un enemigo del liberalismo y de la democracia. ¿Cómo podemos entocnes rebatir sus argumentos? Strauss considera que los granes filósofos (y Heidegger, sin duda, es uno de los grandes) están siempre discutiendo entre sí. Nosotros, que somos enanos a su lado, podemos, sin embargo, educarnos para entender sus debates. Podemos afinar nuestro oído con el paciente ejercicio de la lectura para ver cuáles son los argumentos de uno y de otro. Quizás nosotros seamos incapaces de rebatir a Heidegger, pero Platón puede, perfectamente, haber desmostando sus argumentos.

    ResponderEliminar
  14. Claudio.

    Gracias por la lección comprimida. Ahora voy aver si la asimilo.

    ResponderEliminar
  15. Somos hijos de Dios en teoría, ¿no? Nos ha hecho supuestamente a su imagen y semejanza. Pero un buen padre orgulloso de sus hijos siempre quiere para ellos un mundo mejor del que él acertó a crear.

    Pablo entiende lo más básico de Dios, de un buen padre orgulloso. Y resume: No hacer al otro nada que no se desea para uno mismo. Así la semilla del Amor celestial se perpetúa, así se conserva implícita.

    La política desde luego sólo trata con los intereses.

    ResponderEliminar

Las águilas no cazan moscas

 I Respuesta de Rémi Brague al periodista que le pregunta cómo logra un estilo tan claro: «El bolígrafo rojo de mi mujer» II Viaje casi relá...