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sábado, 21 de octubre de 2006

Más sobre el Purgatorio

G. Doré, El Purgatorio

Haciendo tiempo con mi mujer para ver “El perro mongol”, hemos entrado en La Central, donde he topado casualmente con la Carta XX de las “Cartas eruditas y curiosas" del gran Feijoo, titulada “Reflexiones críticas sobre las dos disertaciones, que en orden a apariciones de espíritus, y los llamados vampiros, dio a luz poco há el célebre benedictino, y famoso expositor de la Biblia D. Agustín Calmet.” Es de 1753.

Resulta que este tal Calmet era tan crédulo que no dudó en hacer pasar por auténtica una selección de las más truculentas historias de terror que circulaban por Europa sobre apariciones, resurrecciones, vampiros y fantasmas. Y claro, el bueno de Benito Jerónimo acudió puntualmente a deshacer el entuerto. ¡Ay, si hubiese habido nada más que media cuadrilla como él en nuestro siglo XVIII!. Con esta intención recoge una jugosa historia transmitida por el benedictino que quizás pueda aclarar las impresiones de las Biblias del Museo del Purgatorio, una de cuyas imágenes podéis ver más abajo.

La protagonista es "una mozuela" francesa apellidada Petit, "que servía a una señora principal” y que empezó a sentir un buen día, sin previo aviso de intenciones, una presencia que la inquietaba, puesto que la seguía a todas partes. No tardó en imaginarse que se trataba de un espíritu y, para salir de dudas, lo abordó directamente interesándose por sus intenciones.

Respondióle el espíritu, que no temiese”. Le explicó que Dios lo había mandado a hacer lo que hacía para poder cumplir una penitencia. Como no hay nada que el diálogo y la buena voluntad no solucionen, pronto comenzaron a intimar, contándose sus cosas y haciéndose compañía. Dos años estuvieron tuteándose. Un día la mozuela se atrevió a pedirle detalles sobre la condición de las ánimas en el Purgatorio. El espíritu, ni corto ni perezoso, se abrió el vestido y “le mostró el cuerpo todo rodeado de fuego, añadiendo, que le presentase un pañuelo para dejar en él un testimonio visible de la verdad que le decía. Presentando el pañuelo, le aplicó el espíritu la mano abrasada, de modo que quedó en él estampada una mano como de hierro encendido, con distinción de los dedos, palma, y carpo”. Feijoo añade que “la ama de la mozuela conservó el pañuelo hasta su muerte; y después, pasó a otras manos, y era visto por todos con admiración y horror.”

Por cierto que Feijoo también habla, de pasada, del prodigio de la niña de Arellano”. Espero que alguno de los clientes navarros del Café de Ocata se preste a informarme de este asunto.

15 comentarios:

  1. Por la alusión a Benito Feijó, tan entrañable y malhumorado, copio un párrafo de su carta sobre los Filosofos Materialistas, que es una delicia por los nombres que cita:

    "Mas si entre los antiguos hubo uno u otro filósofo que afirmase la corporeidad del alma,
    parece que entre los modernos creció considerablemente el número de los sectarios de este
    delirio, a quienes se da el nombre de materialistas, pues no admiten sustancia alguna que no
    sea material o corpórea. Yo ningún autor he visto de los que sostienen tan pernicioso dogma,
    y ojalá ninguno aparezca por acá jamás. Pero sí varios autores extranjeros amargamente se
    quejan de que esa impía doctrina tiene bastante séquito, por lo menos en Inglaterra. Tomás
    Hobbes, ingenio muy celebrado en aquella nación, todos asienten que en sus libros la procuró
    establecer. Juan Locke, a quien algunos hacen príncipe de los metafísicos de estos últimos
    tiempos, parece debe agregársele, aunque acaso no se explicó muy claramente. ¿Pero qué
    quiere decir el que no repugnan algunos grados de inteligencia en una piedra? Para este
    desbarro le vi citado en buenos autores"

    Es de esos autores que cuando no hay cosa de más enjundia, vale la pena coger sus cartas o su Teatro Crítico y solazarse leyéndole.

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  2. Juan Locke
    jejejeje

    Vengo así de pasada, que Luri me tira de las orejas...

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  3. En el blog Bilbaopundit, nuestro contertulio Claudio ha insertado un link a una importante reseña de Terry Eagleton, acerca del último libro de Dawkins, "The God Delusion", en 'London Review of Books':

    http://www.lrb.co.uk/v28/n20/eagl01_.html

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  4. En tiempos de Feijoo no sé pero ahora a eso lo llamamos esquizofrenia, ¿no?

    Yo tengo una cuñada que lo es. Asegura hablar con todo tipo de cosas. Ve abrirse puertas infernales en el pasillo. Y ha llegado hacer cosas tan heavys con su cuerpo como esa de estampar la propia mano ardiendo en un lienzo.

    ¿Sabe? A mí me da pena tanta infelicidad pero no puedo hacer nada para evitarla. Una vez que la química se desordenó, sólo la química puede ''aliviarla''.


    Riamos pues mientras podemos ser felices. Quizás algún día, quién sabe, nos abrasemos en el infierno :))


    Lo demás ya se lo dejé dicho hace unos minutos en algún comentario por allá abajo. Ahora sólo usted decide si me invita a ver ese museo... contando con su mujer, por supuesto. Les aseguro que no les daré mucha guerra :))


    Es que tomé clases con Isadora Duncan. ¿Se sabe usted la anécdota que se le atribuye?


    De Doré me gustan especialmente sus grabados del paraíso.

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  5. Por cierto, en esa instantanea del purgatorio me ha parecido verme a mí. Soy la mujer tendida sobre la roca estirando mis brazos en uno de mis trances frenéticos. O eso, o tengo una doble :)

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  6. Claudio.

    A Joaquín.

    Si le ha interesado la reseña de Eagleton, es posible que también se lo parezca la referencia a unas conferencias de Zizek en este link.

    http://tikkun.org/magazine/specials/article.2006-09-29.3539

    Si lo lee, quizá estará de acuerdo conmigo en que la reacción a Eagleton y a Usted en Bilbaopundit hacen venir a cuento el chiste con el que Eagleton da título a esas conferencias.
    Saludos.

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  7. Veamos si me aclaro. Templeton es un profesor de literatura que concede más importancia al conocimiento de Rahner y Derrida que a la teoría de la evolución. Y Žižek...Žižek que aún se considera un "leninista" y que era partidario de "reinventar la ética", ¿Qué tiene que ver con todo esto?

    Cuéntenme el chiste, que a lo mejor me rio.

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  8. Eduardo, estoy preocupado: ¡Coincido contigo en lo de Zizek!

    Por cierto, ¿Qué demonios entiendes por humanismo? Me imagino que nada que pueda coincidir con Heidegger.

    Verás lo que me ocurre: yo siempre he considerado el humanismo como una debilidad filológica por mantener legibles los textos de los antiguos con la convicción de que en ellos puede haber argumentos relevantes para entendernos a nosotros mismos. En este sentido me interesa el último Derrida -el ultimísimo-. Pero la arremetida que has dirigido en Bilbaopundit contra el humanismo me ha dejado perplejo.

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  9. Acabo de aterrizar y he leído con interés el artículo de este Zizek, recomendado por Claudio, ¡muchas gracias!

    Como no tengo cuerpo, de momento, para entrar en batallas dialécticas, me zambullo directamente a la conclusión: hay que tomarse la religión y la libertad religiosa en serio.

    Y añado: y también hay que tomarse el ateísmo en serio. El fanatismo antirreligioso, ya se ha dicho, provoca a medio plazo peores daños que los fanáticos amparados en un credo.

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  10. Gregorio, más que contra el "humanismo", he arremetido contra las humanidades entendidas "al modo Templeton", con ese clásico desprecio por el "cientificismo" con el que la Academia se engolfa en la tradición y pretende establecer verdades de espaldas a la ciencias. Templeton, ese sofisticado humanista, desprecia a Dawkins porque -entre otras cosas, al parecer, éste no había leido a Rahner y Moltmann...De ahí viene la arremetida contra el "humanismo" sordo a las ciencias.

    Heidegger no, por favor (aunque el humanista era Sartre, en la famosa polémica, ¿no?).

    Lo último de Joaquín me deja relativamente descolocado. ¿Es una llamada a la apologética, pero a la vez compatible con la "libertad religiosa"? ¿Es una llamada a la "libertad religiosa" contra los ateos? ¿O es un modo de retirarse de la discusión? Creo que su confusión proviene también de Zizek. Zizek establece una falsa distinción entre el fundamentalismo que "sabe" y la religión moderada que "cree". Pero la religión, por moderada que sea, también es una forma de saber. El cristiano, por decirlo con Hegel, no puede fingir no saber qué es Dios -aunque con la razón natural no pueda abarcar toda su naturaleza, no pueda desvelar todos los misterios de la trinidad y la revelación sea conocida "en enigma" por el estado de caída en que se encuentra el hombre.

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  11. Que conste, Eduardo, que me siento muy a gusto cuando introduces en El Café de Ocata tu vozarrón vehemente y un poco estentóreo. Este Café como la ciudad de Aristóteles, también quiere hacerse de diferencias. Yo te tengo -y, espero no mlestarte-, por un hombre de fe.

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  12. Claudio.

    Mea culpa haber metido a Eagleton en Bilbaopundit y a Zizek aquí.
    Lo he hecho porque sus reflexiones me parecían pertinentes, aun que mis más que limitados conocimientos sin duda han dejado fuera otras más valiosas.
    De todos modos, me ha resultado chocante que esos dos autores marxistas (y Eagleton es bastante rígido) tuvieran más cintura con el tema de la religión que Dawkins.
    A mi entender, éste hace las preguntas equivocadas. Y para ideas tontas, la de los "memes" (me abstengo de juegos de palabras).
    Y una nota a Don Eduardo: cuando Eagleton cita a Derrida es solo para comparar a los que lo critican sin haberlo leído con Dawikins y su rechazo de la teología.
    Saludos.

    PS: No soy ni marxista, ni leninista, ni lacaniano y no soporto a Derrida. En cambio, leo con mucho gusto a Dawkins y compañía cuando escriben de lo que conocen. Cuando no, son, en el más literal sentido de la palabra, intelectuales.

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  13. Don Claudio: No se le vuelva a ocurrir pedir disculpas por opinar libremente en El Café de Ocata, que aquí, menos los rebuznos, todas las voces son muy bien venidas. Y, desde luego, yo además de divertirme (que no es poco), me voy instruyendo (que tampoco está mal). Espero que los que venimos por aquí estemos en condiciones de decir en su momento lo que de aquel anciano encorvado del grabado de Goya: "Aún aprendo".

    El que a mi Zizek me parezca i ncomprensible no significa que no lo puedan traer de invitado ustedes cuando se les antoje. ¡Faltaría más!

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  14. Para mí un café irlandés, por favor.

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