Todos los que vimos -cuando puso verse- Barbarella estamos de luto. Se ha muerto el ángel ciego que Roger Vadim metió en nuestra imaginación como una melancólica compañía que ya no nos abandona ni de noche ni de día.
viernes, 16 de mayo de 2008
Adiós también a ti, John Phillip Law
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La Isla de Siltolá
I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...
Mucha necrológica ¿no?
ResponderEliminarSaludos cordiales
Los jóvenes que hoy vean la peli comprobarán que ya no se hacen pelis como aquellas, ni músicas como aquellas, ni... o me lo parece a mí?
ResponderEliminarNo sé porque el guapo hermano de Jane no hizo muchas pelis, me tenía loca.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDe niño, estaba fascinado por Jane Fonda. Estaba todo el día hablandode ella.
ResponderEliminar¿Un ángel rubiales sin una pluma?
ResponderEliminarraro, que no imposible.
Con un ángel como ése
hasta yo tendría pluma.
Arrepentido de cuantos pecados nunca cometí: fantástico, don Gregorio, fantástico.
ResponderEliminarUn abrazo.