sábado, 10 de mayo de 2008

A Pau Llanes, arterapista suicida

Esperanza.

Quiero que seas

la última palabra

de mi boca.

La mortaja de sol

que me cubra y resuma.

Como en la despedida sólo hay bruma

en el entendimiento

y hasta el aliento traiciona a la voluntad,

grito ahora tu nombre a los cuatro vientos.

Te juro, mientras puedo, lealtad

por toda la vida y en todos los momentos

MIGUEL TORGA, Canto libre del Orfeo Rebelde



Gervasio Sánchez, en su discurso de recepción del Premio Ortega y Gasset de Periodismo, ha dicho lo siguiente: "Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad".

3 comentarios:

  1. Ni ver a un enfermo "incurable" seguir "viviendo"

    Muy hermoso, Gregorio.

    Mar

    ResponderEliminar
  2. Resilientes. Y lo son, lo somos porque encontramos belleza en todo lo posible. Y eso tantas veces es la felicidad. Algo muy hermoso sí y Sanador.

    KSNDR

    ResponderEliminar
  3. Buenas, es la primera vez que visito este blog y lo hago con placer.
    Espero que me permita poder visitarlo más veces.

    Bello texto, bellísimo.

    La frase de Gervasio Sánchez, es demasiado optimista. Una víctima suele quedar marcada sine sie.

    Y es que la vida es dura.

    Saludos muy cordiales

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

El elusivo yo

Por la Plaza de Ocata apareció hace algún tiempo un reputadísimo neurólogo y, como el roce hace el cariño, hemos acabado de tertulianos. No ...