sábado, 3 de mayo de 2008

Mi Agente Provocador es una mujer biónica

Estar casado con una mujer biónica tiene sus ventajas. La prueba es que ya llevo 30 años embridado a su cintura. Pero, ¡para qué engañarnos!, hay que pagar un alto precio. Os pondré un ejemplo. Ayer, a las 15.45 salimos de casa con la intención de caminar un rato. El día era magnífico, soleado sí, pero con un sol alegre y liviano. La primavera ha asomado finalmente su rostro tras las últimas lluvias y la tarde invitaba a perderse un poco por esos caminos de Dios. Así que andando andando acabamos en la cima de Mont Cabrer, en Vilassar. Habíamos hecho 12,5 kilómetros. Pero como el castillo de Burriac estaba cerca, decidimos seguir para adelante. 4 km adicionales. Y una vez conquistadas las asperezas del castillo, visto que aún había tarde por delante, en lugar de volver atrás decidimos bajar hasta Argentona. 2,5 km. La tarde seguía magnífica, los caminos llenos de flores, los árboles lucían sus brotes nuevos y los mirlos no paraban de cantar a nuestro paso. Así que enfilamos hasta la playa de Cabrera de Mar. 6 km. Al llegar a la playa ya había anochecido, pero el mar estaba tan bonito y romántico que total podíamos seguir un poco más hasta un chiringuito de la playa de Premià. 3,1 km. Tras una cerveza y un bocadillo, seguimos el camino. Sólo faltaban 4,5 km para llegar a casa. Cosa que haríamos a las 0.30 del sábado.

Resumen: En números redondos salen 35 km. O lo que es lo mismo, un paseo normal para una mujer biónica.

Claro que se cansa, pero no podemos parar. Si paramos y caigo en la humana debilidad de sentarme, me cuesta Dios y ayuda levantarme, mientras que ella aprovecha para sacar de su fondo de reservas energía suplementaria y poner el contador de cansancio a 0.

¿Alguien entiende lo que significa esto para el poso de machismo hispano que aún queda vivo (hoy más bien convaleciente) en mi alma?

Burriac desde Mont Cabrer. La mujer biónica pensando que, total, estamos a un tiro de piedra. Yo contemplaba lívido el ascenso final que nos esperaba.

Una vez en lo alto del castillo intenté hacer cuantas fotos pude, para calmar el resuello. Mataró al fondo.

El Montseny desde Burriac. El Montseny ya saben ustedes que es a la orografía catalana lo que Tomàs Arias a su poesía.

Montcabrer desde Burriac. Nosotros ascendimos por la vertiente de mar, la del extremo de la izquierda. Ocata está tan lejos que ni sale en la foto.

Llegando a la playa de Cabrera. Montcabrer a la izquierda y Burriac a la derecha.

La guinda: Hoy teníamos que ir a Premià de Mar. Josep Pedrals recitaba en la Galería Aimara. He tenido que recurrir a mi fondo de argucias para encontrar un motivo convincente que nos permitiera ir en coche.

En Premià me he encontrado con Subal Quinina. Hoy es su aniversario, así que alzo mi copa y brindo porque cumpla muchos más.

19 comentarios:

  1. Pues muchas gracias, senyor Luri!

    En vida seva!

    A los pies de su señora, tan guapa,

    S.Q.

    ResponderEliminar
  2. Yo diria que es una buena senderista , y hay que estar a su altura :)

    ResponderEliminar
  3. Realment una excursió ben maca, tot aprofitant la bonança d'aquests dies. El Maresme és excepcional. Fa dies, anys, que no m'hi endinso. I ja toca. Me n'has fet venir ganes, gràcies!
    El Pedrals suposo que devia estar tan axcepcional com sempre, com a mínim tant com el Maresme. No?

    ResponderEliminar
  4. Don Súbal, es usted un tío cojonudo.

    ResponderEliminar
  5. Peggy: NO sabe usted lo que dice. ¿Estar a su altura? Eso es imposible. Cuando se cansa de andar, descansa corriendo.

    ResponderEliminar
  6. Arrebatos: ¿Envidia? ¡Será usted usted cínico!

    ResponderEliminar
  7. Abelunimbus: Pedrals no para de créixer. És un espectacle de la natura.
    Realment les zones més altes i humides, una mica a la penombra, estaven magnífiques. El millor es que gairebé no ens van creuar amb ningú.

    ResponderEliminar
  8. Vigile, señor filósofo, que a muchos señores, queriendo seguir el ritmo de sus parejas, biónicas o no, les ha dado un patatús, sea humilde y abandone cuando esté agotado.

    Es envidia, me causan una gran admiración los dos!!!

    ResponderEliminar
  9. Júlia: Esto no es nada. ¡Ay si le contara yo el brillo de sus ojos cuando ve las montañas del Pirineo! ¡Y lo jodido -perdone la expresión- es que en el Pirineo, detrás de cada montaña hay otra más alta que es para ella una incitación!

    ResponderEliminar
  10. Me pareció lindo el tributo a tu mujer biónica.
    El alto precio que debes pagar, por otra parte, te debe mantener en forma.
    Un Saludo!

    ResponderEliminar
  11. Es envidia de la buena, don Gregorio. Ya sabe usted que yo de mayor quiero ser como Espinàs. No se me ocurre nada mejor que gastar suelas y libretas.

    ResponderEliminar
  12. Rita, especifique, por favor, el sentido de su "tributo":

    1. ¿Aquello que se tributa?

    2. ¿Carga continua u obligación que impone el uso o disfrute de algo?

    3. ¿Obligación dineraria establecida por la ley, cuyo importe se destina al sostenimiento de las cargas públicas?

    ResponderEliminar
  13. ¡Qué maravilla! Pero no podemos bajar la guardia, no sabiendo que un rector tiene en vilo a un pueblo entero. ¿Que de qué hablamos? Pues precisamente por hablar tememos por nuestra integridad. Podéis saber más sobre lo que está ocurriendo en www.elsmiraclesdelrector.blogspot.com, y quizás por nuestras obras alguno nos reconozca.

    ResponderEliminar
  14. Tributo = Halago Público
    (en Venezuela es uno de sus usos)
    Como siempre digo, unidos y separados por el mismo idioma...
    Saludos

    ResponderEliminar
  15. tengo una foto de una mujer de maraton, sus hijos y esposo detras , plantando 30000 plantas de tomate, eso si que es poderio. la finca se llama el sobacaz.

    ResponderEliminar
  16. Sobacaz: Esa mujer es el tesoro de esa familia.

    ResponderEliminar

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...