I
Fui un gran dormilón. Hasta bien entrada mi juventud, el paraíso era para mí un lugar en el que podías dormir ininterrumpidamente cuanto quisieras y nadie vendría a arrancarte de la cama con premuras. Ahora, sin embargo, hay días que a las 5 de la mañana ya estoy leyendo o escribiendo. Y resulta que me gusta madrugar y seguir el amanecer cotidiano, tan igual, tan nuevo, tan distinto día a día.
II
Hay libros que se te resisten. No es que no te gusten. No es que no los consideres relevantes. No es que estén mal escritos... Es, simplemente, que se te resisten. Comenzaste a leerlos hace meses y los tienes aquí delante llamándote la atención. Los coges. Lees unas cuantas páginas. Subrayas tal o cual idea que te parece brillante. Y los dejas para leer otras cosas. Pero no los abandonas. Es lo que me está pasando con "La presentación de la persona en la vida cotidiana", de Erving Goffman (Amorrortu, 1987).
III
Hay encuentros que dejan un sabor largo y cordial en la memoria, y te gusta darles una vuelta y volver a rememorar aquel gesto, aquel detalle, aquella palabra. Es lo que me está pasando con mi visita a la escuela La Pau.
IV
Olga Sanmartín me cita en un artículo de El Mundo: «Sabemos lo que somos capaces de recordar. Por tanto, cuanto menos seamos capaces de recordar, menos sabemos», sostiene el filósofo Gregorio Luri, que arremete contra aquellos que dicen que aprender de memoria no sirve para nada porque todo está en internet. «¿Para qué viajo si todo lo puedo ver en internet? Viajo porque la experiencia es sólo mía. Y lo mismo pasa con el conocimiento», argumenta el autor de La escuela no es un parque de atracciones.
Luri recuerda que una vez un profesor le preguntó: «¿Para qué sirve aprenderse de memoria una fecha histórica?» y él le respondió: «Aprenderse una fecha histórica no sirve para nada. Aprenderse 10 fechas es útil. Y aprenderse 30 permite tener un mapa cronológico de la Historia».
Decir que está todo en Internet es como dar una linterna a quien está en la oscuridad, verá solo donde enfoque, '"saber" es sin embargo como levantar una persiana y dejar que todo se ilumine y ver en su contexto.
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