Me entero,
gracias a Jérôme Leroy, que en Bouriata en los suburbios de Zakamensk allá en los
límites de Siberia con Mongolia, unos de esos lugares desolados en los que no hay manera de construir el socialismo, una joven de veintiséis
años sin un centavo en el bolsillo y la sangre reseca, fue a pedirle a su vecino de 65 años una botella de vodka. Pero a la vida le gusta ser cicatera con nuestra expectativas y jugárnosla por la espalda. O sea: el vecino le dijo que ni hablar. Nuestra joven, una alcohólica frustrada y furiosa,
no tuvo mejor idea que estrangularlo. Pero como el pulso le saltaba sobre el cuello del viejo, acabó estrangulándolo con su
sujetador (el de ella, claro). Los informes no nos hablan de la talla de la prenda, pero aseguran que esta
historia ha acabado provisionalmente con el hombre muerto, la mujer en la cárcel y el arma asesina a buen recaudo. Tiene más razón que un santo
Jérôme Leroy cuando comenta que hechos de este tipo no nos tranquilizan mucho a los
amantes de la ropa interior femenina. Si un sujetador puede convertirse en arma
mortal, no está de más hacer un repaso a la variedad de prendas íntimas
femeninas potencialmente letales. Lo cual da pleno sentido a aquel aforismo de Louis Scutenaire: “Une femme nue n’a jamais fait de mal à personne”.
Jérôme Leroy no cuenta bien la noticia. Según otros medios, la joven alcohólica fue a casa del vecino acompañada de su novio, con lo que la mujer se encontraba, digamos, más respaldada. La joven no pidió vodka, sino dinero para comprar vodka. Lógicamente, el vecino protestó porque no estaba para pagar vicios ajenos. Una típica y sórdida escena criminal protagonizada por yonquis, que no habría sido noticia fuera de la exótica república de Buriatia de haber sido otra el arma homicida.
ResponderEliminarBueno, a lo que iba: el uso de instrumentos en principio poco letales para matar al prójimo es asignatura obligada para todo aquél que aspire a desempeñar un trabajo de agente secreto o de asesino a sueldo. Los amantes del cine recordarán cómo, en la tercera parte de la trilogía de El Padrino, Lucchesi es asesinado con sus propias gafas por un sicario de Corleone.
http://www.youtube.com/watch?v=5uK3wYrl3aU
A esta mujer, tal vez debió reclutarla el FSB o alguna de las numerosas organizaciones mafiosas rusas por su habilidad para esta clase de trabajos. Un desperdicio, ¿no cree?
La frase de Scutenaire es, claramente, de inspiración pagana, porque desnuda estaba Eva cuando la lió en el Edén.
Aunque la intromisión de la verdad no le hace ningún favor a la noticia, me consuelo pensando que la conclusión de mi post sigue siendo perfectamente válida... ¿o no?
EliminarUy, qué optimista es usted, D. Gregorio.
EliminarMire, ya que estoy en plan cinéfilo, le invito a disfrutar de esta escena de "Faraón" en la que la espléndida Barbara Brylska hace su papel de Lady Macbeth egipcia. Como no está completamente desnuda, el aforismo de Scutenaire no es vulnerado en este caso.
http://www.youtube.com/watch?v=6NvuuuPFTtU
Más tarde le exige al faraón que mate a la judía. Eso sí, para entonces ya se ha puesto algo de ropa. A mí me gusta tanto Barbara Brylska en esta película (tal vez por mala me guste más) que me habría encantado verla desnuda todo el rato, pero no puede ser: es una película de los años sesenta.
¿Pero a dónde vamos a llegar? ¿Es que ya nadie a oído hablar de las mentiras piadosas?
Eliminar¿Sabe lo que le digo? ¡Que en este caso no estoy dispuesto a que la realidad me vista mis mitos!
Por echarle un cable, Don Gregorio, la prefiero desnuda que con pasamontañas. En orden a atender mitos, la ropa es un aditivo claramente innecesario (excepto, claro, en el caso de Conchita Velasco).
ResponderEliminarLe cedo la defensa de mi tesis a Benedetti:
EliminarUna mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda
una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan
una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo
una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.
Sospecho que muy pocos son los que sostienen tal entusiasmo honestamente pensando en su propia señora.
EliminarFuera de ahí... bueno, se podría discutir.
Discúlpeme, don Gregorio. Según la ciencia psiquiátrica, los depresivos tenemos tendencia a criticar y llevar la contraria de un modo que supera lo razonable.
ResponderEliminar¿Me perdonará si añado algunas observaciones más a esa afirmación de Scutenaire?
Diría, por ejemplo, que una mujer muy poco agraciada puede hacer daño a la vista si está desnuda; y puede hacer mucho daño, no a la vista, pero sí a otros órganos, si es la mujer a la que uno ama, a la que uno desea, y se ha desnudado para otros ojos que no son los nuestros.