domingo, 26 de agosto de 2012

Helmut Plessner

Algunas frases de Plessner extraídas de Límites de la comunidad:
  • La humanidad pide a sus líderes el coraje de pecar. Ajustar cuentas con la realidad significa ajustar cuentas con el diablo.
  • "La indignación no es un concepto político", escribió Bismarck al margen de un documento.
  • Tras recibir la noticia de la muerte de Talleyrand, Metternich exclamó: "¿Y con ello qué querrá decir?"
  • Quien llega a las decisiones y a los cargos supremos y todavía cree poder permitirse el lujo de la armonía de la conciencia típica de un rentista tal vez merezca simpatía, pero no puede ser tomado en serio ni siquiera un instante.
  • Bismarck: "En cada asamblea, cuando algo debe llegar a su conclusión, puede surgir la necesidad de juzgar a cara o cruz para decidir cómo debe acabar. Entonces, es preciso que alguien por fin diga: '¡Tiene que ser así!'".
  • "Dos elementos impiden la posibilidad de un equilibrio político definitivo: el carácter irrealizado de las personas en la esfera pública y el carácter irracional -la imprevisibilidad- de la realidad."

11 comentarios:

  1. Buenísimo lo de Metternich. Tayllerand decía poco antes de morir que iba a pactar con Dios unas condiciones aceptables y tal.

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    1. En una anécdota de poco más de una línea están reflejados perfectamente los dos personajes.

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    2. La pregunta de Metternich es un ejemplo estupendo, llevado al absurdo, de cómo reacciona el sabueso de la sociedad (intrigante, político, trepador, etc) ante cualquier conducta humana: no le cabe en la cabeza que no haya siempre detrás una intención malévola, perversa, retorcida, o simplemente peligrosa para él.

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  2. Me parece que he vuelto a borrar sin querer varios comentarios. So sorry.

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  3. Lo de Metternich me recuerda aquel chiste sobre la muerte de Fidel Castro.

    Toda la cúpula está velándolo y entonces el ministro más joven se acerca a Raúl y le comenta al oido: "¿De verdad está muerto?"

    Y Raúl contesta : "Sí , y todavía no sé cómo voy a decirsélo"

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  4. He leído la reseña entera en otra página, en cualquier caso quería agradacer a Gregorio Luri!
    Me alegro mucho de que alguien comparta admiración por ese casi desconocido de la filosofía europea que era Plessner. La verdad es que sus palabras sorprenden por vivacidad y “excentricidad”! También en el ámbito social y político, en el cual no tenía una colocación fija. Además, a mí me encantan los liberales, es más, los los ultra-liberales (y no me refiero liberistas), que supieron ver cosas de las que, mucho después, se quejarán hasta los más audaces “revolucionarios” !!

    Un saludo,
    Tommaso

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    1. Gracias, Tommaso

      La verdad que en la academia española Plessner es conocido únicamente en los ámbitos de la antropología filosófica. Y como el saber va por departamentos, fuera de la antropología filosófica es casi completamente ignorado. Yo lo entiendo más como filósofo político que como antropólogo. No sé si acierto.
      Es, efectivamente, un pensador valiente, que siempre te deja rumiando. Sus libros no encuentran acomodo nunca en las estanterías porque siempre acudes a ellos en busca de alguna cosa.

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    2. Gregorio:

      tienes razón, Plessner como filósofo político (o filósofo social, expresión que le gustaba mucho al alemán) es más divertido y genial que como antropólogo. No es casual que en los próximos días se celebre en Alemania un congreso internacional sobre una obra suya sumamente interesante: "Die verspätete Nation", "La nación atrasada", un ensayo sobre el malestar social y político alemán de los años veinte y treinta del siglo pasado. Un librito exquisito, que he citado en el prólogo de "Límites de la comunidad". Una verdadera joya, junto a "Macht und menschliche Natür (Poder y naturaleza humana), de 1931: ¡ojalá hubiera más editores atrevidos, como lo ha sido Siruela en este caso!

      Un abrazo.
      Tommaso

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    3. Gregorio:

      efectivamente, Plessner es mucho más genial y divertido como filósofo político (o filósofo social, como a veces decía él) que como antropólogo. No es del todo casual que en en los próximos días se celebre en Alemania un congreso internacional sobre una obra suya titulada "La nación atrasada", un librito exquisito (que he citado en el prólogo a "Límites de la comunidad") sobre el malestar social y político en la Alemania de los años veinte y treinta, y sobre sus dificultades para aceptar los mecanismos de la democracia liberal. Hay otro libro suyo, breve pero muy "sabroso", que se titula "Poder y naturaleza humana". ¡Ojalá en España hubiera más editores atrevidos, como lo ha sido Siruela en este caso!

      Un abrazo,
      Tommaso

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    4. Señor Tommaso Menegazzi: el prólogo es magnífico. Mis felicitaciones sinceras.
      En cuanto a los editores, si tienes algún proyecto al respecto que no encuentra salida, yo puedo ponerte en contacto con algún editor que puede estar interesado.
      Tengo subrayada la frase que recoges de "Poder y naturaleza humana": "La política es el horizonte en el cual el hombre conquista las estructuras de sentido para sí y para el mundo". Efectivamente: los ámbitos de copertenencia son los ámbitos de sentido. Nunca acabamos de pensar bien la doble tesis aristotélica de que, por naturaleza:
      1) El hombre es un animal político
      2) el hombre es un animal lingüístico.

      Me parece intuir -no soy, ni mucho menos, un buen conocedor de Plessner- que bajo su proyecto late la invitación nietzscheana a renaturalizar el hombre. Pensar esta renaturalización ha sido, en definitiva, el proyecto inacabado de la filosofía del siglo XX.

      Le devuelvo el abrazo con toda cordialidad.

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    5. Gregorio, muchas gracias por tus palabras.
      Estoy de acuerdo contigo, el proyecto plessneriano, tan diferente respecto a las corrientes tradicionales (la hermenéutica, el existencialismo, etc.) del siglo pasado, echa raíces en el afán de renaturalizar al hombre, pero sin llegar a extremos reduccionistas, o sea sin renunciar a pensar la naturalidad del lógos y de lo "político". Y esto se ve muy bien en "Poder y naturaleza humana", como se puede intuir ya desde el título. Con lo cual, también podemos decir que su pensamiento ahonda en esa doble tesis aristotélica, pero teniendo en cuenta la "conciencia" del siglo XX. Esto es lo que, en mi opinión, sigue haciendo de Plessner un pensador atractivo para nuestra época.

      Un saludo!
      Tommaso

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