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martes, 22 de abril de 2008

Un detalle deshonesto en el pensamiento de Yves-Charles Zarka

Esta tarde he asistido a lo que supuestamente era la presentación del libro de Yves-Charles Zarka “Un detalle nazi en el pensamiento de Carl Schmitt”. Tal como ha ido la cosa he entendido perfectamente los palazos que ha recibido este panfleto tanto en Italia (cosa que Zarka ha subrayado) como en Francia (cosa que ha ocultado). El mensaje ha sido sencillo: Schmitt era un personaje perverso, más manipulador que inteligente y, por supuesto, completamente falto de escrúpulos. Y se han presentado abundantes textos –todos ciertos, recalco- para sostener esta tesis.
El problema es que Carl Schmitt fue un personaje complejo e intentar resolver su complejidad ocultando los hechos que no se avienen con el panfleto, no parece muy serio.
Se lo ha acusado de antiliberal, que lo era. Pero hay que añadir: como el 95 por ciento de la población continental europea. Se lo ha acusado de antijudío –que lo fue y de manera notabilísima-, de cínico, manipulador… y, sobre todo, de haber elaborado un sugestivo mito de sí mismo que ha condicionando las interpretaciones poco perspicaces de su pensamiento, que por lo visto son casi todas, excepto la de Zarka.
Voy a limitarme a ofrecer una serie de hechos, perfectamente documentados, que no tienen la intención de reivindicar a Schmitt, sino la complejidad de su figura y, dicho sea de paso añadiré que quien jibariza el pensamiento de un filósofo complejo para poderlo manipular con más facilidad, nos habla más de sí que del filósofo en cuestión.
1. Carl Schmitt fue, durante mucho tiempo defensor de la Constitución de Weimar. Buena parte de su prestigio internacional se lo ganó con sus análisis del derecho constitucional en la República de Weimar. Defendió la aplicación de las cláusulas constitucionales que permitían una salida presidencialista de la crisis en la que se veía inmersa Alemania, para evitar así la parálisis política y la alternativa totalitaria. Coincidió en esto con el jurista socialdemócrata Ernst Fraenkel.
2. Los especialistas de la constitución de la República Federal Alemana han resaltado la presencia latente de las ideas de Schmitt en los debates constitucionales. El mismo Schmitt se reconoció a sí mismo en ciertos aspectos de la Constitución de Bonn.
3. La colaboración de Schmitt con los nazis comienza en 1933 y concluye en diciembre de 1936, al ser desposeído de todos sus cargos oficiales y funciones políticas relevantes a causa de la desconfianza que despertaba en el núcleo duro de las SS, que siempre le reprocharon las relaciones que había mantenido con los judíos, las iglesias y los conservadores. El día 3 de diciembre de 1936 la revista portavoz de las SS, Das Schwarze Korps, le dirigió un ataque directo que se hizo aún más virulento en el siguiente número. Se le acusó de mentiroso y oportunista y se citaban los artículos suyos anteriores al 33 en los que había rechazado la ideología racista.
4. Si el pensamiento de Schmitt contamina, entonces resultaron contaminados todos cuanto lo admiraron, entre los que se encuentran Aron, Kojève, Taubes, Derrida, Agamben…o incluso René Capitant, el jurista de Charles de Gaulle.
5. ¿Y qué decir de la herencia schmittiana del maoísta Joachim Schickel o del ecologista Joschka Fischer?
6. Zarka ha resaltado que Schmitt persiguió con saña el pensamiento judío y que defendió la radical separación del pensamiento alemán del judío. Se le ha olvidado decir que las modificaciones que introdujo en la tercera edición de una de sus obras fundamentales, “El concepto de lo político”, le fueron sugeridas por el judío Leo Strauss, de quien conservó cuidadosamente su correspondencia.
7. Walter Benjamín reconoció abiertamente su deuda intelectual con Schmitt. Cuando le envió su libro sobre el drama barroco (“Ursprung der deutschen Trauerspiels”) le adjunto una carta en la que le decía: “Os daréis bien pronto cuenta de hasta qué punto este libro os es deudor en cuanto a la presentación de la doctrina de la soberanía en el siglo XVII. Permitidme que os diga, además, que gracias a vuestros métodos de investigación en filosofía del Estado, he encontrado en vuestras obras ulteriores, en particular en ‘La Dictadura’, una confirmación de mis métodos de investigación en filosofía del arte’”.
8. Quien quiera comprobar la inteligencia de Carl Schmitt, que lea los interrogatorios a que fue sometido en Nuremberg. En un momento dado le recuerda a su interrogador que en 1936, cuando él estaba siendo difamado por las SS, se celebraron las Olimpiadas en Berlín, “con la participación de todas las naciones del mundo”.
9. Se ha dicho que Schmitt tenía una concepción racista del enemigo, y se ha presentado un texto para confirmarlo. Yo presento otro, y que cada cual deduzca lo que quiera: “¿A quien puedo, en suma, reconocer como mi enemigo? Visiblemente solamente a aquel que puede ponerme en apuros. Al reconocerlo como enemigo, reconozco que puede ponerme en apuros. ¿Y quién puede realmente ponerme en apuros? Solamente yo mismo. O bien mi hermano. Es eso: el otro es mi hermano; el otro se presenta como mi hermano, y el hermano se presenta como mi enemigo. Adán y Eva tenían dos hijos, Caín y Abel. Así comienza la historia de la humanidad” (1947).
10. El día 29 de abril, en el transcurso del tercer interrogatorio a que es sometido en Nuremberg, el interrogador le pregunta: “¿No os da vergüenza haber escrito en su momento cosas como las que escribisteis?”, a lo que Schmitt contesta: “Al día de hoy, sí, evidentemente”.
Pero la tarde, gracias a Dios, no ha acabado aquí, sino con una cerveza con el gran Ferrancab.

32 comentarios:

  1. La complejidad de muchos personajes resulta muy molesta a los partidarios de las etiquetas, poco dados a la reflexión y que abundan bastante.

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  2. Júlia: Tienes toda la razón, es mucho más tranquilizador reducir el mundo a unas cuantas fórmulas manejables que aceptar su complejidad.

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  3. 5. ¿Y qué decir de la herencia schmittiana del maoísta Joachim Schickel o del ecologista Joschka Fischer?

    No entiendo ese punto: Heidegger fue un pedazo de nazi, y media izquierda lo reivindica ahora como suyo.

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  4. Será porque alguna cosa verán en Heidegger o en Schmitt que no ven en el "Mein Kampf".

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  5. Y uno puede ir más alegremente etiquetando si le resbala que el grado de complejidad de las etiquetas que pone se corresponda con el grado de complejidad del etiquetado.
    Es curioso que los que dicen captar la complejidad del mundo no sean capaces de pensar en la posibilidad de etiquetas "complejas".

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  6. si le resbala que el grado de complejidad de las etiquetas que pone se corresponda con el grado de complejidad del etiquetado.

    Un hideputa es un hideputa es un hideputa, como diría Gertrude Stein, y ya se puede poner todo lo complejo que quiera, que seguirá siendo un hideputa complejo... pero hideputa de todos modos.

    A Carl Schmitt no lo conozco, pero a Heidegger sí, un poquito, y la sarta de sandeces a la que dedicó su vida no le redimen de todo el daño que hizo. ¿Que la izquierda vio en Heiddeger algo que no vio en Mein Kampf? No sé, pero esa gente está siempre viendo cosas que no existen. También ven cosas en Nietzche, que tan mal cae a Tumbaíto.

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  7. Me caen mucho peor los nietzcheanos que Nietzche.

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  8. ... y yo que te tenía por uno de ellos. Pero dime, ¿te cae igual de mal Heidegger? Porque a nazi, le gana la partida: hablando con propiedad, cuando Nietzche no existía el nazismo, así que nunca sabremos (excepto en la historia-ficción) qué opinión le habría merecido al Federico. En cambio, sí sabemos para donde tiró la cabra... perdón, Heidegger, cuando la soltaron en el monte.

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  9. No le tenga en cuenta sus pecadillos nazis; es un "iteletua". Y los "iteletuales" si no son chaperos, entonces alaban al régimen (directamente o caracterizándose así mismo como un idiota de los "otros").

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  10. No quiero hablar ni de nazis, ni de Nietzsche, ni de Heidegger, ni de Schmitt..bueno de Schmitt me interesa eso del Otro como hermano. Sí leyendo esa cita, ya comprendo porque los nazis se lo sacaron de encima. Lo único que preguntaría era, que si para Schmitt el Otro es e hermano, ¿quién era el Otro para los nazis?.
    Sobre las etiquetas, me hace gracia que todo el que las odie, las utilice continuamente. Las etiquetas son cartas de una baraja limitada en número, lo que interesa no es la etiqueta sino la combinación de estas etiquetas. Es un problema de cálculo de probabilidades. El numero de combinaciones posibles (y cuenta el orden con que se combinan) con tantas cartas.Las cartas son los conceptos o las etiquetas.

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  11. Augusto: A mi me interesa -mucho- Schmitt por su crudeza a la hora de plantear preguntas sobre la política o la soberanía, en las que, a mi modo de ver, es heredero de Donoso Cortés. Otra cosa son sus respuestas, que va modificándolas a lo largo de su vida. Mi interpretación de la concepción de Schmitt sobre lo político (y resalto lo de MI interpretación) es, de manera muy resumida, la siguiente:
    1. La política es un asunto de fronteras.
    2. Las fronteras se crean inmediatamente que se afirma un valor.
    3. No hay afirmación posible de sí mismo sin afirmarse como portador de valores.
    4. Las convicciones nos abocan a los enfrentamientos amigos-enemigos.
    5. La falta de convicciones nos aboca a la desaparición.

    El Otro, para los nazis, es básicamente, el judío. Y en esto se presenta heredero, más que de una determinada filosofía, de una larga tradición cristiana.

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  12. Permítanme que me meta en medio, don Augusto y don Gregorio, pero es que me gustaría que concretaran el tema del otro para el nazismo.
    Por lo que he entendido, el otro no es el hermano, entonces ¿quién es?
    el abuelo, el primo, la tía...
    Y lo pregunto muy en serio.
    No permitiré que se lo tomen a broma.

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  13. Enrri: El Otro, para el nazismo y para todo el mundo es aquel que insiste en afirmar su diferencia dentro de lo que considero mi propia casa.

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  14. Ya que sale el tema, o yo le extraigo por mi propia percepción, no recuerdo (lo que no quiere decir que no se haya analizado) el análisis seguramente, o necesariamente, sicológico de un hecho: el territorio común de muchos discuros internos y privados, del mismo Himmler, sobre lel alcance de sus obras:

    "hoy deben mantnerse en secreto y algún día serán reconocidos como un bien para la humadad". Ello entraña una aceptación del horror como elección (lo que es categoria moral) en beneficio de un bien social.

    Lo saco a colación porque creo que etiquetar es sumamente complejo, y dentro de un sentido cristiano, uno siempre puede arrepentirse de sus actos cuando han sido tomados desde la sinceridad.

    Espero que nadie tome esto como una defensa del nazismo, pero si entienda que etiquetar, una etiqueta de por vida, es sumamente peligroso y subjetivo.

    ¿Se puede hacer el mal (o ser cómplice) cuando se cree hacer el bien?

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  15. Ni blancos ni negros
    ni luces ni sombras

    en la penumbra
    como en ninguna parte.
    Todos somos una cosa y la otra,
    por lo menos encierta medida.

    Por lo menos siempre
    hay una gélida rubia,
    pelirroja o morena guiness
    que esperan burbujenates
    a la última hora de la tarde.
    O un timido vinillo para calentar el cuerpo y la mente.

    Le invito a un café.
    ¿Lo envío por fax o burofax con acuso de recibo?
    (es que me estoy modernizando),

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  16. Espero que nadie tome esto como una defensa del nazismo, pero si entienda que etiquetar, una etiqueta de por vida, es sumamente peligroso y subjetivo.

    Sobre todo, cuando la persona etiquetada ha manifestado su arrepentimiento en una etapa posterior de su vida... algo que nunca hizo Heidegger.

    De todos modos, si Heidegger hubiese creado algo, no importa si hermoso o si meramente útil, darían igual sus fobias o sus filias. Pero cuando la vida y la profesión de alguien se reduce a una justificación más o menos elaborada de esas fobias y esas filias, es más complicado abstraerse y olvidarse de la existencia de las mismas. ¿Y qué, si no, es un filósofo (con perdón de los presentes)?

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  17. Werner Heisenberg, por ejemplo, era un cachorrillo nazi, y al parecer fue la influencia de Niels Bohr la que le impidió hundirse más en esa ciénaga. Sin embargo, Heisenberg descubrió un mundo impensable para muchos de nosotros. Heisenberg, o esa parte suya inmune a la mierda, es un héroe para mí.

    ¿Fue un buen poeta Ezra Pound? Yo creo que sí. Me da igual que, además, fuese un redomado fascista. Y no es que su obra lo redima, sino que puedo leer su obra sin pensar en el escritor, igual que puedo disfrutar de Love of my life a pesar de que, probablemente, Freddy Mercury estuviese pensando en un maromo peludo al componerla.

    Es como el famoso chiste: Freddy Mercury, Oscar Wilde, Chopin... fueron homosexuales. Zerolo sólo es un marica.

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  18. Freman habla de la imposibilidad de saber si Nietszche se hubiera adherido al nazismo, y7a que en su tiempo no existía. Es cierto que, como tal, el partido nazi no existía, pero si actuaban ya dos de sus núcleos ideológicos fundamentales: el antisemitismo y el militarismo pangermánico. Y su posición ante éstos, a pesar de algún juvenil escarceo con el círculo wagneriano, es rotunda: desprecia en la camarilla wagneriana, precisamente, el antisemitismo y los ardores expansionistas y se declara a sí mismo como enemigo de los patriotismos y "buen europeo". Por otro lado, ¡qué cierta la superioridad de Nietszche sobre los nietszcheanos!

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  19. Es cierto que, como tal, el partido nazi no existía, pero si actuaban ya dos de sus núcleos ideológicos fundamentales: el antisemitismo y el militarismo pangermánico.

    Muy cierto. Sólo quería mostrar que, quien encuentre motivos para perdonar a Heidegger, encontraría muchos más para justificar a Nietzche. Es muy probable que el carácter de ideología de masas del nazismo le hubiese revuelto el hígado a Nietzche, que era más bien elitista. Y es más que probable que le hubiese repugnado verse con gente como Heidegger en una misma habitación, balbuceando memeces y lugares comunes sobre el "Ser" y su carácter inefable.

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  20. Por lo que hace a las herencias, no cabe duda que parte de lo que atrae a la izquierda de Scmitt y de Heidegger, es su caracter antiliberal.
    Más difícil le es recibir la influencia de, Aron o Oakeshott, pongamos.
    Lo cual no quiere decir que en Schmitt o Heidegger no haya otros muchos aspectos a valorar pero, claro, eso requiere entrar en matices.

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  21. Luis: "¿Se puede hacer el mal (o ser cómplice) cuando se cree hacer el bien?": Sí, sin duda.
    Hasta de nuestras plegarias, como decía Santa teresa, debemos desconfiar.

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  22. ¡Conejito rabioso y malo!

    ¡Le llamo al orden! Si fuese verdad lo que usted dice al menos los últimos treinta años de tesis doctorales de las universidades de filosofía serían basura (y sólo las excepciones se salvarían).

    ¡Modere sus comentarios!

    (O hágase cargo de la limpieza.)

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  23. Almatina: Muchas gracias. Y recuerdos a la gata Flora.

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  24. Freman, Borja: Hay algo que sí sabemos: cómo manipulo la hermana de Nietzsche sus textos para hacerlos perfectamente nazis.
    No, Nietzsche no podía ser nazi: Basta con leer sus comentarios sobre los alemanes y los judíos.

    Freman: Yo, se lo confiero, he aprendido mucho de Schmitt y de Heidegger. Un gran pensador es como un gran edificio, como una de esas catedrales construidas a lo largo de siglos, que incorporan diversos estilos. Es difícil no disfrutar de ella, aunque en ningún caso nos quedaríamos a vivir en su interior.

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  25. Claudio: La cuestión es si la filosofía debe negarse a pensar algo por que este algo sea potencialmente peligroso.

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  26. Tranquilo, Sr. Luri, eso de que los filósofos piensan es un mito.

    Por cierto, ¿qué aprendió de Heidegger?

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  27. Entre otras cosas importantes relativas a mis estados de ánimo, aprendí de él a leer a Aristóteles y, en parte, a Platón. Y por eso le estoy muy agradecido

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  28. Me sorprende que alguien pueda leer a Aristóteles. Estoy convencido que Aristóteles sólo se puede memorizar y esperar que alguna neurona "rara" relacione frases de obras diferentes y a quilómetros la una de la otra.
    (Efectívamente, es un organon.)

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  29. ¡Le llamo al orden! Si fuese verdad lo que usted dice al menos los últimos treinta años de tesis doctorales de las universidades de filosofía serían basura (y sólo las excepciones se salvarían).

    ¿Te extrañaría que así fuese? Desengáñate: la filosofía es una extraña religión para élites que se inventaron los griegos. Puede resultar confortante, como afirma don Gregorio, pero nada tiene que ver con el funcionamiento de las cosas aquí fuera, en la intemperie. Y guarda la misma relación con la ciencia que la que guarda la astrología respecto a la astronomía. O la alquimia respecto a la química.

    Eso sí: es un tema estupendo de conversación. Igual que los ascendentes, los trinos y las cuadraturas.

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  30. ¿Me lo dices o me lo cuentas? jajajajajaja

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  31. Por es regla de tres
    pensar
    ya en sí mismo
    es, al menos
    "potencialmente"
    peligroso.

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  32. “Al día de hoy, sí, evidentemente”....y antes que pasaba? tanta inteligencia y no lo había visto venir? a veces se apuesta al caballo ganador y otras al perdedor, él apostó al último

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