Queridos amigos... me asomo un poco al El Café de Ocata para nombrar -sólo nombrar- algunos pinchos: el "escondido de bacalao" del Bar Olary, la "deconstrucción del pimiento del piquillo" del Bar Baviera, la "costra de migas sobre niebla de uvas" del Nuevo Casino Principal, el "no smoking" del Ulzama, el -¡lo juro!- "satélite de patata con comandante huevo frito y tripulante jamón" del Bar Ona, el "nido de morcilla y piquillo al cobijo de crema de Idiazábal gratinada sobre alfombra de hortalizas" de La Parrillada, el "vuelo de pato entre las nubes" del Caserío del Baztán, el "nostálgico" de La Hacienda, el "bacalao confitado sobre torriija borracha de sidra natural" del Astarriaga de Estella, los "caracoles fritos" del Café Bar 40 ligues de Cintruénigo.
Y esto es todo lo que os puedo decir, porque no doy más de mi. Me voy a la cama que mañana hay que madrugar.
¡La vida es dura!
Es que hasta los pinchos son posmodernos ...lo digo por los nombres :)
ResponderEliminarjo...
ResponderEliminary yo sin haber podido desayunar
Espero que no le de gota, don Gregorio :)
ResponderEliminarSi es dura, sí, esa vida. A mí cada vez que la tomo me pasa factura pero es que estoy vieja.
A seguir disfrutando pero ¿y el vino navarro, qué tal? Los nombres deliciosos.
Un abrazo.
KSNDR
Esa, precisamente esa, es la cultura que más me gusta. Ya puedo viajar a visitar docenas de museos y regresar con miles de fotos para descargar, que lo que mejor y más gratamente recuerdo son las mesas a las que me senté a comer.
ResponderEliminarQue bien vive Don Gregorio!!!, pero el nombre de los pinchos, es que son obras de arte o se quedan con el publico? Con la materia prima tan buena, que tienen en Navarra, creo que con o sin nombre todo sabe a gloria. Traigase una chistorrilla, de las de siempre, que con pan de Alella y un vinillo, da para mucho.
ResponderEliminarSigo su viaje con los dientes largos, largos, largos...
ResponderEliminar:]
Porque usted lo jura, porque de no ser así jamás hubiera creído que el ramo hostelero dedicaría tanta creatividad al nombre del pincho. Además con una gracia que ya la quisieran para sí los "estrellados michilenescos". Mis mejores deseos para su viaje.
ResponderEliminarCómo ha podido olvidar el fósil de salmonete,la pluma y el tintero,los rascacielos de berenjena con pisos de calamar y verduritas del tiempo nevados con bechamel y tinta de calamar?Influencias poéticas de La Maga?
ResponderEliminarY ven ustedes, por la reprimenda de Anónimo, que hay cosas que sólo pasan en la realidad... navarra.
ResponderEliminarGregorio: En la descripción de esos parajes "tan suyos" se nota claramente el amor que profesa a esa tierra. Es un regalo para los sentidos poder disfrutarlo a través de su relato. Gracias. Sólo un apunte: ¿No salió de su garganta una jotica al viento por la sierra de Aralar?
ResponderEliminarNeelam