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jueves, 17 de enero de 2008

Dios bendiga a las enfermeras sutiles

I

Dios bendiga a las enfermeras que saben sacar sangre de una vena sin necesidad de dejarte el brazo como un colador. ¡Dios vierta sobre ellas todas sus bendiciones! La que hoy me ha extraído sangre estaba en estado de gracia y en un abrir y cerrar de ojos ha cumplido con su tarea pulcra y discretísimamente. La última vez que pasé por este trance me tocó una desalmada que parecía un torero ciego buscando la manera de acabar con un toro a estocadas. ¡Dios bendiga a las enfermeras sutiles!

II

Salía yo tan satisfecho de la experiencia vivida con mi enfermera etérea y me he encontrado en la calle con M* y su marido, H*. A M* la trato con mucho respeto, porque tiene poderes. Se le aparecen en sueños los que van a morir, justo dos días antes de palmarla. Ella, cuando recibe la advertencia, se limita a encenderle una vela a San Martín, pero desde que se enteraron en el pueblo, cada vez que aparece encendida una vela a San Martín se pone la gente a temblar. Palabra. H* prefiere vivir ignorante del nombre del futuro difunto, que lo que tiene que pasar, pasará. M* tiene unos poderes muy raros. Por ejemplo resulta un peligro cuando se distrae en un acto público, sea una misa o una ópera. En el momento en que ella se va, se van los oficiantes con ella y el cura comienza a desvariar y el tenor a desafinar. Normalmente la cosa se soluciona con un codazo de H*, que no la deja asistir sola a actos públicos.

III

Después he ido a Barcelona a enterarme de cosas que no puedo contar.

IV

Sí puedo contar que llevo los últimos meses perseguido por un libro. No sé si a vosotros os pasará algo así, pero en mi caso no es nada raro que un libro se empeñe en cruzarse en mi camino. Cuando me convenzo de que me ha elegido como lector, no tengo más remedio que comprarlo. Es lo que me ha pasado en los últimos meses con La estrella de la redención de Rosenzweig. Sus primeras líneas no me dejaban en paz. Me aparecían por los lugares más inesperados: Libros, conferencias, artículos… y ayer hasta me pareció encontrar una referencia a ellas en una serie de televisión. Así que lo he comprado. Esto dicen:

“Por la muerte, por el miedo a la muerte empieza el conocimiento del Todo. De derribar la angustia de lo terrenal, de quitarle a la muerte su aguijón venenoso y su aliento de pestilencia al Hades, se jacta la filosofía.”

15 comentarios:

  1. Gregorio: ¡A mi me tocó hace unos días un enfermero con las mismas características que su enfermera¡ ¡No me enteré ni del pinchazo¡
    Así que... Bendiciones también para los enfermeros sutiles que los hay.
    Como todos un día seremos Perséfones, se me ocurre pedirle a Hades que cuando venga a raptarnos, sea tan sutil como las enfermer@s que nos ha tocado la vena sin enterarnos...

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  2. Neelam: Amen.

    Y, ya puestos, vamos a darle a la jotica:
    «Anda y pínchame una vena
    si piensas que no te quiero
    y verás correr mi sangre
    negrita de pasar penas»

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  3. Yo, como tengo venas enormes, las enfermeras me pinchan casi con deseo.

    Ernst Junger decía que era el Arte el que quitaba el aguijón a la muerte...en breve voy a hacer una entrada histórica muy divertida sobre unos cuantos filósofos europeos y el miedo que tenían a morir, variante ser asesinados.

    H* debe ser digna de verse.

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  4. Calle, calle usted, Don Gregorio, que en mi villa tengo "fichada" a una desalmada en el Hospital -que hagan prácticas con muñecos, por favor- que el día de autos (uséase el de la "teórica" extracción-punción) me dejó un cardenal que en lugar de ir a menos iba a más, día a día, hasta casi envolverme el codo, aparte de ensartarme con dolor y saña, cual sardina malagueña...¡¡¡Histórico y de juzgado de guardia!!!
    Asimismo cabe decir y es de justicia que en el mismo lugar habitan seres angelicales que le entran a uno en la vena con una suavidad, impropia de almas terrenales con bata blanca...¡¡Qué arte!!!.

    Saludos cordiales, y no se quite usted el esparadrapo, no sea que se nos deshinche aún más...

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  5. Esto ya parece la conversación de ancianos del banco " del sino fos".
    Estais todos enfermos o sois hipocondriacos? que es esto de hablar de pinchazos y enfermeras, ya llegara.....de momento sigamos en nuestro cafe con alguna copita de mas.
    Don Gregorio en su comentario “Por la muerte, por el miedo a la muerte empieza el conocimiento del Todo. De derribar la angustia de lo terrenal, de quitarle a la muerte su aguijón venenoso y su aliento de pestilencia al Hades, se jacta la filosofía.” Estoy absolutamente de acuerdo, pero queria añadir si conoces bien la muerte, ya nada te angustia y es tal la paz y luz que proporciona que creo ya no es necesario nada mas.

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  6. Compañera de café "Glauka": me limité a echar verbigracia sobre la tertulia encendida por el dueño y máximo hacedor del garito, uséase Don Gregorio. Tráigase usted todas las copas de más que quiera a nuestra mesa, que las penas, con vino, son menos. Y que luego nos saquen lo que quieran de las venas, si pueden...

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  7. Dhavar: Nada más pensarlo, me da miedo.
    Y eso que a mí me han metido diez (DIEZ) inyecciones intratimpánicas de cortisona.

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  8. Pedro: Glauka es una persona excepcional. De las que cuidan con solicitud y sabiduría a quienes acuden a dormir al templo de Asklepio. Además su tacto y sabiduría la capacitan para elegir los mejores albariños.
    ¡¡¡SALVE GLAUKA!!!

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  9. Pedro: Creo que la próxima vez que nos tengan que sangrar, enviaremos de comisionado sanguíneo a Dhavar.

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  10. Dhavar: H* es él. Ella es M*. Es -ambos lo son, de hecho- una persona extraordinaria, muy generosa. Yo le tengo un gran aprecio.

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  11. Con y sin su permiso, Don Gregorio, me voy a salir por la tangente, con el beneplácito de Glauka y su Albariño:
    Hace meses que, si me pinchan, no me sacan ni gota de sangre. Tal es mi asombro y mi incredulidad ante el tren de sucesos que transcurre ante el teatro de mi vida, que muchas veces debo pellizcarme (malditas agujas, una vez más) para saber que uno está aún vivito y coleando. Estaré conmigo de acuerdo en que aquí no hay enfermera experimentada que valga...

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  12. G Luri:

    Respecto a su propuesta de ser un comisionado sanguíneo, como diría mi admirado Bartelby..."preferiría no hacerlo".

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  13. Hoy comí morcilla.

    Por darle un toque surrealista a la conversación...

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  14. ¡¡Buena jotica don Gregorio¡¡ Me ha dado una gran alegría recordarla. La cantaba mi madre y además era su preferida.
    Así que alcemos las copas y cantemos don Gregorio.

    ¡¡Ahí va este villancico de Juán de la Encina que bien pudira ser una jota por el jolgorio que se monta al cantarla¡¡
    -------
    Oy comamos y bebamos
    y cantemos y folguemos
    que mañana ayunaremos.

    Por onrra de san Antruexo
    paremonos oy bien anchos,
    enbutamos estos panchos,
    rrecalquemos el pellexo,
    que costumbres de concejo
    que todos oy nos jartemos,
    que mañana ayunaremos.

    Honremos a tan buen santo,
    porque en hambre nos acorra,
    comamos a calcaporra,
    que mañana hay gran quebranto.
    Comamos, bebamos tanto,
    hasta que nos reventemos,
    que mañana ayunaremos.

    Bebe Bras, más tú, Beneyto,
    beba Pidruelo y Llorente,
    bebe tú primeramente,
    quitarnos has deste preito.
    En beber bien me deleyto,
    daca, daca, beberemos,
    que mañana ayunaremos.

    Tomemos oy gasallado,
    que manana viene la muerte,
    bebamos, comamos huerte,
    vamonos para el ganado,
    no perderemos bocado,
    que comiendo nos iremos,
    que mañana ayunaremos.

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  15. buenas, soy una enfermera que por casualidad pasaba por aqui... y escribo para recomendaros a los que tengais malas venas, que pidais que os saquen con 'palomita' (es una aguja muy fina con la que hay menos probabilidad de que se rompa la vena).

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