Sigamos con
Sostiene Heidegger que el yo es tan débil que no es ni dueño de sus estados de ánimo, sino que son estos los que se apoderan a su antojo de las riendas del yo y lo llevan de aquí para allá como un trotón sumiso (esto último lo digo yo).
Tampoco los mecanismos de nuestro pensamiento dependen completamente de nuestra voluntad. Me he pasado toda la mañana intentando redactar una página sobre un problema aparentemente sencillo: el de la relación de la filosofía con su tiempo. Y no ha habido manera. Después de comer lo he intentado otra vez, y tampoco. Y sin embargo, cuando más desprevenido estaba, en medio de la conferencia, he dado con el extremo del hilo del que he podido tirar la coherencia de un razonamiento convincente. Llevaba papel y lápiz y he comenzado a tomar notas. Después alguien me ha felicitado por mi atenta dedicación a las palabras del conferenciante. “He visto que no parabas de tomar notas”.
Hacía un poco de fresco, pero la temperatura, con el cuello de la chaqueta levantado y protegido por la bufanda, una gorra y el calor de mi mujer a mi lado era más que soportable. Nos hemos encontrado con algunos pescadores, pocos; y tres muchachos jugando a fútbol en torno a una hoguera.
Y entonces nos hemos puesto a cantar.
“Roooosa d’abriiiil, Morena de la Seeerra deee Montserraaaat esteeel…”
El “Virolai”, ni más ni menos. ¡Ya me diréis si esto tiene sentido!
Arriba, en lo alto, un cielo estrellado parecía acoger con complacencia nuestro canto y las olas a nuestra izquierda venían a romper a nuestros pies con toda mansedumbre.
Después, ya puestos, hemos seguido con el “Caballo prieto azabache” de Miguel Aceves Mejía.
¡Hay que ver qué rica sabe a veces la libertad del sinsentido!
Oiga don Gregorio, mucho mejor ustez que don martin H, onde va a parar!
ResponderEliminarDon Ferrancab: Ya sabe usted cuánto aprecio sus palabras.
ResponderEliminarSin el hilo, ya se sabe, no se puede hilar fino.
ResponderEliminarQue suerte tiene, desatiende el conferenciante y gana puntos en fama de atento, que más quiere, así canta cualquiera y lo que sea
Dejar fluir al sinsentido es salud mental .....
ResponderEliminarParece que la inspiración llega con la condición que no la llames.
ResponderEliminarSoy del parecer que nuestro cerebro trabaja mejor en un problema cuando lo hace de manera subyacente. Cuando llega a una solución (o inspiración), avisa. He llegado a despertarme a la cuatro de la mañana por haber hallado algo, lo he escrito todo y a dormir otra vez. Por la mañana siguiente uno llega incluso a sorprenderse de su locuacidad.
Un saludo
Dejar fluir el sinsentido es la pre-condición para la aparición del sentido.
ResponderEliminarTambien taliesin:) y el drac, totalmente deacuerdo , las soluciones aparecen cunado se olvida el asunto...misterios de la mente
ResponderEliminarNo acabo de encontrarle el sentido al post.
ResponderEliminarEl sinsentido no es, así lo entiendo, sino un atajo en el recto y lógico camino del sentido. De no ser atajo sería locura siempre que ese acto sin sentido perdurase y se convirtiese en comportamiento, sentido ya de la vida el comportarse sin sentido..
ResponderEliminarTan sinsentido es cantar cogidos del brazo (porque supongo que ibais así) el Virolai, como tomar notas con fervor de orador interior desatendiendo al exterior, quien acaba presumiendo (otro sinsentido) que el amigo Luri se ha interesado vivamente por sus palabras.
"Y tan solo unas horas después, ya en su casa, el orador, todavía henchido de orgullo, estuvo navegando por internet para acabar hundido en la miseria. Su mujer todavía no se explica este cambio de humor tan brusco."
ResponderEliminarMe encanta como se presenta siempre su musa, una mancha en la camisa, ahora en mitad de una conferencia. Las musas son insometibles a los estados del yo; un estado de ánimo sólo es un estado. Que tiene que convivir pacíficamente con las demás soberanías de su universo. Perdóneme que le hable como siento...
ResponderEliminarMe encanta el amor que le acompaña y me encanta que sepa amar usted a su compañera y vuelva con un zapatito de cristal a casa; hermosa manera de decirle, para que no se la robe la monotonía invisible de la convivencia, que es su princesa...
Lo dicho, me encanta. Y que pena que hoy mi ratito de libertad sea tan corto. Delicioso su café.
A mi me parece que es usted un poco fantasioso, don gregorio. Nos embellece su realidad y eso es encantador. Nos cuenta cuentos. Supongo que no halla usted las ideas tan brillantes como le gustaría y por eso está perdido antes de una conferencia, pero seguro que incluso así tiene mucho que opinar y compartir. Supongo que al dar por finalizado el tiempo se relaja y entonces fluye. Como los niños esperados que no aparecen y en cuanto se dejan de buscar: ZAS!
ResponderEliminarY por último, me parece lleno de sentido compartir canciones bajo la luz de la noche con la mujer que ama. Que suerte.
Que sepa que me ha llegado usted al alma, don Gregorio.
ResponderEliminarY que dice mi amiga que es la que se gasta muchas pelas en buenos vinos... que beber ese vino por algo que no sea un decantador es un sacrilegio.
Lo que nadha quería decir era eso, que es usted como uno de nuestros vinos buenos.
Besos
KSNDR