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sábado, 22 de junio de 2024

Textos

 I
Me decía David Cerdá en Sevilla que leo libros raros. Yo prefiero pensar que leo libros que se han hecho raros a su pesar. 

II
Leo unos apuntes de Miguel Morayta (1834-1917) sobre la juventud de su íntimo amigo Emilio Castelar, el gran orador. Asegura que muchas familias tenían enmarcados en sus casas párrafos enteros de sus más importantes discursos. 

III
Hoy tendríamos fotos del político, en absoluto sus discursos. Se me puede decir que los adelantos técnicos hacen mucho más fácil y asequible la reproducción de imágenes que en tiempos de Castelar, pero, sea por las razones que sea, nuestros bisabuelos guardaban, lucían y memorizaban, párrafos enteros de los principales discursos de los políticos a los que admiraban, mientras que nosotros, si guardamos y lucimos algo de ellos, son sus fotos.

IV

Los textos envejecen más lentamente que los retratos. Nosotros hemos visto envejecer a todos nuestros ídolos. Estamos rodeados, de hecho, de tumbas de nuestros héroes muertos. Los textos importantes siguen ahí, aunque no sean muchos los que los lean. La cultura de la imagen es, pues, una cultura melancólica; mientras que la del texto es más afirmativa y menos evanescente. 

V

Curiosamente hay muchas personas que entienden los textos en analogía con las imágenes y nos aseguran que todo lo pasado ha caducado y que el presente ha de ser observado desde el presente, que el pasado no nos enseña más que la lección fatal de la universal obsolescencia.

VI

Entender el texto en analogía on la imagen es no entenderlo. 

VII

El historicismo es la ideología que nos anima a poner los ojos en el texto con el mismo hábito decorativo con que los ponemos sobre una imagen.

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