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viernes, 14 de junio de 2024

La circunstancia o lo ajeno íntimo

 I

Agradabilísima comida en el Círculo Ecuestre con un -ya- viejo amigo, Toni Garrell. Hemos hablado de mil y un temas, hemos recordado los tiempos del ESDI (Escola Superior de Disseny) y hemos esbozado proyectos para el futuro. La ida y la vuelta en el cercanías, un martirio. No sé si me estoy volviendo elitista, cascarrabias, o las dos cosas, pero no soporto las conversaciones a gritos por los móviles en los transportes públicos. Tenía un teleconversador a la derecha, otro enfrente y uno más a mis espaldas. ¿Por qué apreciamos tan poco el silencio? ¿Y por qué no nos guardamos nuestras trivialidades para nosotros mismos?

II

Es cierto: yo soy yo y mi circunstancia. Soy, estrictamente, esa "y". Pero mi circunstancia as lo menos mío que tengo. Se me impone. Quizás la felicidad consista en no sentir la circunstancia impuesta.

III

A veces la circunstancia es aquello en lo que no deseas, en absoluto brillar. Más bien quisieras huir y no tener que compartir tu mediocridad con la ajena.

IV

Leído en los Carnets de Camus: "Tengo necesidad de escribir cosas que, en parte, se me escapan, pero que son la prueba precisamente de lo que en mí es más fuerte que yo mismo."

V

¿En mí? 

VI

Los movimientos del alma son más epidérmicos que los de la circunstancia.

VII

Soy aquel a quien le sucede una circunstancia.

VIII

Mañana aparece mi primer artículo de mi vuelta al ARA.

2 comentarios:

  1. Pero esa circunstancia es la que te hace ser "tú".
    Sin esa circunstancia seríamos otra persona distinta.

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  2. Dos cosas. Sí me gustara el fúmbol, y fuera del At. de Madrid, propondría un grito para el hincha del equipo, a raíz de una frase de Ortega&Gasset (que no es ninguna marca de moda) y este grito de guerra en las gradas del estadio sería: "Hay un Logos del Manzanares y esa es nuestra circunstancia" (J.Ortega y Gasset. 1914. "Meditaciones del Quijote").

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Jerusalén

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