I
Agradabilísima comida en el Círculo Ecuestre con un -ya- viejo amigo, Toni Garrell. Hemos hablado de mil y un temas, hemos recordado los tiempos del ESDI (Escola Superior de Disseny) y hemos esbozado proyectos para el futuro. La ida y la vuelta en el cercanías, un martirio. No sé si me estoy volviendo elitista, cascarrabias, o las dos cosas, pero no soporto las conversaciones a gritos por los móviles en los transportes públicos. Tenía un teleconversador a la derecha, otro enfrente y uno más a mis espaldas. ¿Por qué apreciamos tan poco el silencio? ¿Y por qué no nos guardamos nuestras trivialidades para nosotros mismos?
II
Es cierto: yo soy yo y mi circunstancia. Soy, estrictamente, esa "y". Pero mi circunstancia as lo menos mío que tengo. Se me impone. Quizás la felicidad consista en no sentir la circunstancia impuesta.
III
A veces la circunstancia es aquello en lo que no deseas, en absoluto brillar. Más bien quisieras huir y no tener que compartir tu mediocridad con la ajena.
IV
Leído en los Carnets de Camus: "Tengo necesidad de escribir cosas que, en parte, se me escapan, pero que son la prueba precisamente de lo que en mí es más fuerte que yo mismo."
V
¿En mí?
VI
Los movimientos del alma son más epidérmicos que los de la circunstancia.
VII
Soy aquel a quien le sucede una circunstancia.
VIII
Mañana aparece mi primer artículo de mi vuelta al ARA.
Pero esa circunstancia es la que te hace ser "tú".
ResponderEliminarSin esa circunstancia seríamos otra persona distinta.
Dos cosas. Sí me gustara el fúmbol, y fuera del At. de Madrid, propondría un grito para el hincha del equipo, a raíz de una frase de Ortega&Gasset (que no es ninguna marca de moda) y este grito de guerra en las gradas del estadio sería: "Hay un Logos del Manzanares y esa es nuestra circunstancia" (J.Ortega y Gasset. 1914. "Meditaciones del Quijote").
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