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martes, 11 de junio de 2024

La democracia en vacaciones

 I

Ayer por la mañana enseñé mi Barcelona a unos amigos dominicanos. Como estaban alojados en un hotel del puerto, comenzamos por las Atarazanas y, siguiendo la muralla de Pedro IV, llegamos a Sant Pau del Camp, el lugar de más densa calma de la ciudad. Una visita a Sant Pau del Camp te permite recordar qué era el silencio. Aquí la serenidad resulta terapéutica. En el claustro nos encontramos a dos turistas.

II

De Sant Pau, a la admirable Biblioteca de Catalunya (sin turistas) y, de aquí, a la vía sepulcral de la Plaza Villa de Madrid, para dirigirnos posteriormente a la plaza de la Catedral, visitar los restos del templo romano de Augusto y callejear un poco. Aquí sí, mucho turismo.

III

Para recuperar un poco las fuerzas, una cerveza en el bar del Palau de la Música y, después, en taxi, hasta el Hospital de la Santa Creu i de Sant Pau, la joya del modernismo barcelonés. Por supuesto, una vez aquí tocaba acercarse a la Sagrada Familia. En el Hospital había algún japonés haciendo fotos, en la Sagrada Familia, la multitud de turistas recordaba al 6 de julio en la plaza del ayuntamiento de Pamplona.

IV

Terminamos el recorrido en la sede de la Editorial Rosamerón, en el barrio de Gracia, justo en la esquina de la calle Llibertat y Lluis Vives. Cerca de aquí nació el Pescaílla.

V

Al llegar a casa había andado algo más de 15 km.

VI

Hoy es de buen tono quejarse del exceso de turistas que hay en Barcelona. En realidad, se concentran todos en las Ramblas, en la Sagrada Familia y en el barrio gótico. Sigue habiendo remansos de paz en la ciudad en los que uno constata que hay muchas Barcelonas en Barcelona. Por otra parte el turismo no es más que la democracia de vacaciones. 

5 comentarios:

  1. La democracia de vacaciones es...el Sanchismo

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  2. Por lo que se refiere al turismo, ppal fuente de riqueza de este pobre país, los zurdos que con sus consignas nos venden una vida de los cost, cuando el turismo se populariza (no se democratiza) y les llega a sus ciudades-bicicleta, entonces se les inflama la vena de turismofobia.

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  3. Sant Pau del Camp me trae recuerdos maravillosos: primero, es donde mi madre acudía a rezar cada día; segundo, es donde mi hija, sin saber nada de esto, decidió contraer matrimonio. ¡Qué alegría me dio!

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  4. “Le tourisme est l'industrie qui consiste à transporter des gens qui seraient mieux chez eux, dans des endroits qui seraient mieux sans eux.”

    (Jean Mistler)

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