jueves, 13 de junio de 2024

El atrevimiento de mirar.


I
Buen día en la Fundación Notariado de Madrid: buen clima, buena gente, cordialidad a raudales y algún reencuentro muy satisfactorio. 

II

He participado en un debate moderado por el navarro Íñigo Alonso (de Lesaka) junto a Miguel Falomir (director del Museo del Prado), Andrea González (Presidenta del Consejo de la Juventud) y Rosa Hinojosa (profesora de historia del arte y filosofía). 

III

Mi tesis: El objetivo fundamental de la educación estética es el de capacitar al alumno para diferenciar entre lo agradable, lo bonito y lo bello.

Lo agradable es lo que satisface a los sentidos. Se expresa en la subjetividad del "a mí me parece que...". Es la estética epidérmica que confunde arte y decoración; es el individualismo que ignora satisfecho la tradición.

Lo bonito es el disfrute cursi de la belleza fácil. Admite comparaciones con todo lo bonito (con todo lo cursi).

Lo bello: tiene algo de inefable. Cuando has dicho todo lo que eras capaz de decir sobre lo bello, te quedas con la certeza de que se te ha escapado lo importante. Tiene algo de inefable y por eso no admite comparaciones. Es esa realidad no complaciente que nos escatima lo que habitualmente se entiende por cultura y nos hace amar lo que ya ha sido tocado por la muerte y, sin embargo, se aferra a la vida. En lo bello la naturaleza se asoma caritativamente a la cultura. La función de la cultura es ocultar la naturaleza colocando en primer plano lo agradable (que incluye a la lógica y a la ley) y bonito, mientras oculta lo tremendo de lo bello. Hay que remitirse al consejo de Eros a Psykhe: "Non videbis si videris".

IV

El gusto es la capacidad de apreciar lo bello y de entender lo agradable o lo bonito.

7 comentarios:

  1. Sí "El gusto es la capacidad de apreciar lo bello", yo no lo tendré jamás.
    Porque lo bello no se aprecia....porque no tiene precio.
    Y lo sublime que es lo verdaderamente interesante para el Esteta
    ...no se entiende porque desborda al entendimiento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Añadiría, que lo bello en todo caso es la proporción. Pero la proporción del número irracional o también del trascendente, por ejemplo la proporción que se expresa a través del número pi , de la espiral de Teodoro, en la serie de Fibonacci o en la raíz cuadrada de menos 1.
      Lo sublime solo fuera tal vez captado por medio de la ley de potencias, la distribución de Pareto, la ley de Zipf o por la aplicación de la función logarítmica.
      Bien, perdonen por mi mal gusto

      Eliminar
    2. De modo que la Estética es el pathos hacia las cantidades intensivas o grados de intensidad y hacia las cantidades de potencia u órdenes de potencia. Las cantidades de intensidad simbolizarían a lo bello, en tanto son lo sensible irracional. Las cantidades de potencia simbolizan lo sublime por cuanto son leyes insensibles de la razón.

      Eliminar
    3. Sería estimulante clasificar las 50 obras escogidas del Museo del Prado, según siguieran criterios de lo bello (proporciones irracionales o trascendentes) y otras segun los principios de lo sublime(leyes de potencia).

      Eliminar
  2. Pero por supuesto, ese análisis estético, debería dirigirlo un Matemático, no un historiador del Arte ni tampoco un filósofo. Quizás mejor un físico-matemático.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una vez acabado el estudio, se publicaría en un libro. Y quizás se podría hacer una exposición. El libro de suministraría a los colegios para que los jóvenes se les sacara de la cabeza eso de escoger entre Letras o Ciencias...

      Eliminar
    2. Gracias a Dios que ese gusto existe existe y está de algún modo repartido. Si la reproducción de la especie hubiera dependido de la búsqueda de lo Bueno o de la Verdad en vez de esa ni que sea intuición, de lo Bello, ya estaríamos extinguidos hace tiempo.

      Eliminar

Naturaleza e historia

 I Viaje relámpago a Lleida, a hablar de educación con grandes profesionales que han hecho de la cordialidad un hábito. Salía de casa a las ...