jueves, 7 de mayo de 2020

Días de coronavirus. 73. Caminos de la tarde.


Continúan preguntándome por el mundo tras el confinamiento. Comprendo a los periodistas, hay que publicar algo. ¿Pero no podrían ser un poco más creativos con sus preguntas?

- ¿Cómo cree usted que será nuestra sociedad en la nueva normalidad?
- ¿Qué cree que hemos aprendido?
- ¿Qué cambios debemos hacer para que no vuelva a pasar?

Los periodistas parecen tener un repertorio único de preguntas del que, por lo visto, no pueden salir.

Lo único que sé sobre el futuro es que, pase lo que pase en el presente, el futuro suele confirmar los prejuicios que nos dominaban en el pasado porque estaban tan bien sedimentados que las turbulencias no hacen sino enturbiar el agua de la superficie.

Cuando voy caminando por la sierra litoral, envuelto entre pinos  prímulas y aromas florales, asombrado del florecer de esta primavera extraordinaria, me encuentro con frecuencia con "runners" y paseantes. Lo que caracteriza a todos es que parecen  no tener ojos para la belleza circundante. Los "runners" sólo se preocupan de llegar a punto a su cita con el cronómetro y los paseantes hablan por el móvil. Nunca había sentido lo que siento estos días: que la primavera es para mí solo. Me imagino que más de una de las personas con las que me encuentro considerarán a la famosa Greta la salvadora de esa misma naturaleza que ellos se niegan a ver.

Pasear hoy al atardecer por los senderos de la sierra, teniendo por encima los pinares y por debajo el mar y allá, sobre Collserola, unas puestas de sol de una luminosidad de plata, es la confirmación de que todo sigue igual. 

2 comentarios:

  1. "...la confirmación de que todo sigue igual."

    Como decía Alphonse Karr (1808-1890): "Plus ça change, plus c'est la même chose."

    (En "Les guêpes", revista satírica de la que era el único redactor, enero 1849).

    ResponderEliminar

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...