Buscar este blog

lunes, 18 de mayo de 2020

El Maresme

Conserva el Maresme, la comarca de Cataluña en la que vivo, paisajes aún preservados a la invasión del tiempo, suaves y dulces, que caen en una ondulada pendiente hacia el mar. Es un regalo del cielo pasear por ellos un domingo por la tarde. No te encuentras con nadie, porque nadie deja hoy en día un camino por una senda, y uno siente la bendición de la tarde y de la luz declinante como una oración. Vistos desde aquí, todos los hombres son buenos y todo observador, un filántropo. El paseante regresa a casa con los ojos llenos de paz. Después, sentado frente a la noche con un vaso de vino en la mano, siente su interior más amplio, como si algo que estaba recluido se hubiera desplegado para impregnarse de luz "no usada".










5 comentarios:

  1. Bendito sea, D. Gregorio. Vaya paisajes bellísimos que tiene por ahí. Ese amarillo de la genista o brezo o retama, no lo sé muy bien, me recuerda a mi tierra en el suroccidente de Asturias, donde se llama xinesta.

    Hoy por primera vez desde hace ya no sé cuánto he podido venir a mi despacho, y la semana que viene, si Dios quiere, abriremos el laboratorio. Eso sí, parece que nos obligarán a hacer lo exámenes on-line a pesar de que habíamos propuesto hacerlos, en mi caso, a finales de Junio el primero. Podría juntarme con mis alumnos en la terraza de un bar pero no podremos hacer un examen en un aula universitaria donde hay sitio de sobra para dejar tres metros entre uno y otro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nuestra infinita capacidad para el surrealismo... Me llevo su última frase

      Eliminar
  2. Se me hace la boca agua. Si, finalmente, el próximo día 25, como parece, nos dejan a los pobrecillos de Barcelona subir a la Fase 1, podré ir a Mataró y volveré a recorrer los caminos y senderos de nuestra pequeña "serralada" costera, llegando hasta Cabrera, Vilassar de Dalt, etc.

    ResponderEliminar

22 de diciembre

 I Se mire como se mire: el 22 de diciembre debiera ser la fiesta nacional de España. Nada nos une más que la lotería de navidad. II Esa ale...