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sábado, 30 de mayo de 2020

Día ubérrimo

Home sweet home

Por la mañana he acabado, firmado y enviado satisfecho un prólogo de 10 folios para una edición de la Apología de Sócrates y del Critón de Platón. Le he pedido al hipotético lector que ponga algo de interés en comprender a los jueces que condenaron a muerte a Sócrates si quiere entender lo que ocurrió. Un admirado farero me hizo ver en una ocasión que entre su entrada en la cárcel y el Critón, Sócrates había permanecido 30 días en silencio. Ahora creo saber que ese silencio explica por qué los jueces que tanto patalearon sus discursos de defensa, hubieran aplaudido con fervor cada una de las palabras del Critón.

Por la tarde, he termindo, firmado y enviado satisfecho un artículo de 13 folios sobre la vigencia del conservadurismo a una importante revista.

Si fuéramos dueños de nuestra inteligencia, podríamos programar las horas en las que estaremos fértiles. Por ejemplo, el miércoles de 7 a 9. Pero cuántas veces no encuentro la manera de escribir un folio con sentido y cuántas veces parece que el sentido es el que escribe solo el folio. En definitiva, que Sócrates tiene razón, todos tenemos un daimon caprichoso.

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