Se lamentaba Karl Kraus en La antorcha de que se habían clausurado los tiempos heroicos. En nuestros días parece no haber oportunidad para la epopeya. Eso sí, a cambio disponemos de informaciones periodísticas que pueden hacer de cualquier hombre un héroe en veinticuatro horas, aunque, claro está, será héroe por un día.
Ocurre lo mismo -esto lo digo yo- con el villano. Aquí nadie es villano dos días seguidos. Sea cual sea su villanía, el alud de nuevas informaciones periodísticas, el ascenso cotidiano de héroes efímeros, nos ayudará a olvidarla rápidamente.
Es un consuelo. Un beso
ResponderEliminarDecían los antiguos que todo lo humano es efímero y se representa a los sabios con una calavera al lado en su lugar de estudio para recordárselo. Ahora tenemos twitter.
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