La tarea más urgente es la que recoge la locución latina "vitam instituere". Hay que celebrar de nuevo la vida, reconstruirla en sus pequeños detalles e instituir la normalidad, pero no la nueva, sino la de siempre, la de las cosas humanas, con su cotidianeidad y la poesía de sus rutinas habituales.
Volver a la rutina es lo que quiero. Un beso
ResponderEliminarHay que hollar la poética del devenir de la normalidad insurgente, porque el hoyo de la anormalidad oficial de este Estado de alarma nos despoetiza.
ResponderEliminarh.Lehnri