miércoles, 20 de junio de 2012

Me voy a Sevilla

Desengáñense ustedes: Uno no es alguien hasta que no tiene un amigo poeta en Sevilla. Todo lo demás es calderilla. Y en la calderilla no hay esperanza, como nos hemos visto obligados a aprender de golpe.

Si uno tiene un amigo poeta en Sevilla puede acudir a él cuando a la vida le da por ponerse subversivamente empírica y pedirle, anda, hazme un favor, publícate algo. Y si el amigo es Javier Sánchez Menéndez, va y te publica su Teoría de las inclinaciones.
Y uno se reafirma en su convencimiento: O tener un amigo poeta en Sevilla o no ser nadie en un país en almoneda.

Y si el libro no hay manera de que se te caiga de las manos, puedes llamar a tu amigo poeta sevillano y decirle que te abra las puertas de la Isla de Siltolá, que estás harto de lo poco que da de sí la realidad esta primavera y que o te invita a Sevilla o te anonadas.

Así que me voy a Sevilla, a ponerme gafas de pasta lilafucsia y a remojarme los pies en el Guadalquivir mientras Javier Sánchez Menéndez me recita a la luz de una cerveza interminable su poemario sobre Frau Merkel.

Se lo crean o no, me voy a Sevilla. Es que tengo allí un amigo poeta.

7 comentarios:

  1. Buen viaje, en Sevilla hace un sol que maravilla.

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  2. Es el día: yo voy camino Sevilla también, con el plan de pasar cinco días inclinada (o torcida, seguramente). Celebramos los 40 unos cuantos quintos de Pamplona.

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  3. Con un libro como "Teoría de las inclinaciones", parido desde aquí (Sevilla), una recupera su fe en muchas cosas, pero ya que estamos, hasta ha logrado reafirmarme en la apuesta por el espíritu de una ciudad que la misma inmensa mayoría de sus ciudadanos tiene olvidado, y hasta secuestrado.
    Saludos

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    Respuestas
    1. Doña Giraldez: ¡Qué aliteradamente sevillana suena usted! Bien venida a este café.

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    2. jaja... a mi madre le debo tan poética casualidad, hija de la Giralda soy, ;)
      Gracias por su bienvenida, Don Luri.

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  4. A ver si le cantan algo así, y se acaba quedando allí.

    http://www.youtube.com/watch?v=o5XQHIfQJ6E

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  5. Qué maravilla, qué alegría, qué fantasía... Me volvía pa Sevilla sin pensarlo, y si además tuviera allí un amigo poeta... Ay, porque la última vez que estuve, me pareció (buena observación Lady Sofía), secuestrada... ¡Buen viaje!

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