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lunes, 20 de febrero de 2012

¿A qué suena esto?

"Y bien, ¿cuál es la situación de la educación americana? Hemos permitido que la respuesta a esta pregunta esté en manos de reaccionarios de lo más variopinto y de progresistas cuyas ideas nos evocan simpatías y cuyos objetivos son posiblemente acertados en general, pero que viven en una cueva de autocomplacencia en la cual ningún rayo de auténtico criticismo penetra nunca".

Lionel Trilling, en 1952.

7 comentarios:

  1. ¿Se queja de que los progres no leen a Kant?

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  2. Quizá la respuesta aquí sería más bien otra. "Y bien, ¿cuál es la situación de la educación española?" En el 70% de los casos, de puro escapismo, materializado en el deseo del profesor de que termine la clase lo antes posible sin un altercado.

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  3. La autocomplacencia es el sustento mismo del progre, las ideas simpáticas o bien intencionadas han demostrado ser un buen alimento para movimientos políticos de resultado final bastante negativo, las aulas no van a ser la excepción.

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  4. Mucho más allá retrocedo yo. Exactamente hasta 1786, cuando Pedro Montengón saca a la luz su "Eusebio", cuatro tomos de novela pedagógica que fueron considerados algo así como el "Emilio" español. El planteamiento es tópico, el contenido folletinesco, pero hay algunos aciertos que demuestran que Montengón sabía bien cuáles eran las prioridades. El personaje es acogido por un tutor, Hardyl -nombre que lo dice todo- que lo adiestra primero en el arte de la cestería para qque pueda tener un oficio con el que ganarse la vida. Después, con tiempo, le introduce en la "doctrina" de Epícteto y tdo ello lo adoba con la exigencia de la humildad y la austeridad como fundamento del ejercicio de la virtud. La lectura se hace pesada, ya digo, y el esquematismo de los personajes le desangra el mínimo de vida que cualquier ficción necesita, pero para los dados a la reflexión sobre la pedagogía puede ser una experiencia curiosa.

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    1. Conozco relativamente bien a Montengón. En sus tiempos estudié su Eusebio y leí con diligencia una obrita más que interesante suya titulada "Frioleras eruditas y curiosas" y que frecuentemente he citado como un ejemplo vanguardista de introducción de las TIC en el aula. Normalmente no hay nadie que me entienda la ironía.
      Comencé a leer el Eusebio con la sospecha de que era una respuesta de la Iglesia española al Emilio de Rousseau, pero lo acabé sin tener en absoluto claras mis ideas. No estaba en condiciones de asegurar que toda la obra no fuese un intento sutil (y, en todo caso, literariamente poco agraciado) de introducir ideas rousseaunianas en España.

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  5. Pues a mí me evoca un artículo de Hannah Arendt publicado también en los 50; era un artículo en el que vinculaba la crisis de la educación con la pérdida de su condición conservadora, como si el imperativo de progreso levantado sobre la ruina de la tradición desarbolara completamente el sentido de lo que significa educar. No sé si esta relación -me rerfiero entre ambos artículos- se da realmente o es sólo familiaridad de los lenguajes ante el mismo problema. Seguro que usted sabe algo más sobre todo esto.

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    1. Sabueso Borja, va usted muy bien encaminado. Trilling y Arendt tienen muchas cosas en común.
      Respecto al texto al que haces referencia, lo menos que puede decirse es que es exactamente eso, un texto de referencia. Yo tengo una edición francesa que va acompañado de un dossier muy interesante de Anne Dalsuet que incluye, entre otros, un pequeño ensayo biográfico de Hans Jonas sobre Arendt muy hermoso

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