Lasciate ogni speranza voi ch'entrate; me ha venido a la memoria este famoso tópico, de primeras, nada más leerle. Bomarzo en Viterbo, a 90 kms de Roma. Honrado de su visita.
Conozco Bomarzo, me fotografié, como es de rigor ante su abierta boca y bajé hasta el lago del Averno. Eso sí, nunca abandoné por completo la esperanza.
La crítica hidráulica, a la que tan aficionados somos los filólogos, advierte enseguida en este suave discurrir del verso calderoniano, el barroquísimo retortijonado de la Fábula de Polifemo y Galatea, del más conceptual que culterano D. Luis de Góngora: De este, pues, formidable de la tierra Bostezo, el melancólico vacío A Polifemo, horror de aquella sierra, Bárbara choza es, albergue umbrío Y redil espacioso donde encierra Cuanto las cumbres ásperas cabrío, De los montes esconde: copia bella Que un silbo junta y un peñasco sella.
¡Magnífico! Efectivamente, el verso calderoniano cuando quiere es bailable a ritmo de vals. En este caso me parece que cuidó especialmente que discurriera armoniosamente, porque la comedia se representaba en el Alcázar. Sin embargo, y por eso forma parte del selecto club de los grandes-grandes, incluso en esta comedia, Calderón suelta de vez en cuando cosas tremendas, de esas que hay que volver a leerlas para creérselas.
Lasciate ogni speranza voi ch'entrate; me ha venido a la memoria este famoso tópico, de primeras, nada más leerle. Bomarzo en Viterbo, a 90 kms de Roma. Honrado de su visita.
ResponderEliminarConozco Bomarzo, me fotografié, como es de rigor ante su abierta boca y bajé hasta el lago del Averno. Eso sí, nunca abandoné por completo la esperanza.
EliminarLa crítica hidráulica, a la que tan aficionados somos los filólogos, advierte enseguida en este suave discurrir del verso calderoniano, el barroquísimo retortijonado de la Fábula de Polifemo y Galatea, del más conceptual que culterano D. Luis de Góngora:
ResponderEliminarDe este, pues, formidable de la tierra
Bostezo, el melancólico vacío
A Polifemo, horror de aquella sierra,
Bárbara choza es, albergue umbrío
Y redil espacioso donde encierra
Cuanto las cumbres ásperas cabrío,
De los montes esconde: copia bella
Que un silbo junta y un peñasco sella.
¡Magnífico!
EliminarEfectivamente, el verso calderoniano cuando quiere es bailable a ritmo de vals. En este caso me parece que cuidó especialmente que discurriera armoniosamente, porque la comedia se representaba en el Alcázar. Sin embargo, y por eso forma parte del selecto club de los grandes-grandes, incluso en esta comedia, Calderón suelta de vez en cuando cosas tremendas, de esas que hay que volver a leerlas para creérselas.