Yo una vez lo sentí, tomando el café con dos amigos. Casi nos mareamos los tres y luego decidimos que no sabíamos si fue alucinante o si nos daba mucho miedo. Supongo que fue la primera impresión: si la cosa se volviera lo habitual, acabaría siendo un poco la misma rutina de siempre.
Este verano he leído Moby Dick. Aun estoy impactada. Agradecí no haberla leído antes mientras la estaba leyendo. Una maravilla. Y es exactamente eso. Kafka intuyó también que, encima, va a por nosotros desde los rincones más habituales de entre los que habitamos.
Debo añadir que sospecho que San Pablo lo sintió más profundamente que estos dos,y además lo expresaba más claramente y con más precisión cuando hablaba del Dios en el que nos movemos, somos y existimos. Añadamos a la lista, junto a Hegel y Melville, a Conrad - the Horror!. Respecto a Sartre, parece que como no superó la naúsea de ese encuentro se propuso y logró llevar adelante una vida enteramente nauseabunda.
Lo absoluto, para la especie humana no deja de ser una fantasia euclidea, donde las rectas son infintas, los puntos infintesimales y los planos ingrávidos. Nunca he visto un punto que no sea gordo, un recta rota o un plano que no sea curvo. ¿Absoluto dices?
Yo sigo creyendo en la diferencia ontológica entre lo primero-en-sí y lo primero-para-mí. Lo que me sorprende es que los científicos ironicen al respecto.
Meo fuera de tiesto, pero dentro de la tête, espero, porque no me resisto a trasladarte, Gregorio, un comentario cazado al vuelo a una periodista en una retransmisión futbolística de ahora mismo: "el roce en un jugador ha afectado al devenir de la pelota". Para que luego digan que el deportge embrutece...
Yo una vez lo sentí, tomando el café con dos amigos. Casi nos mareamos los tres y luego decidimos que no sabíamos si fue alucinante o si nos daba mucho miedo. Supongo que fue la primera impresión: si la cosa se volviera lo habitual, acabaría siendo un poco la misma rutina de siempre.
ResponderEliminarEste verano he leído Moby Dick. Aun estoy impactada. Agradecí no haberla leído antes mientras la estaba leyendo. Una maravilla.
ResponderEliminarY es exactamente eso. Kafka intuyó también que, encima, va a por nosotros desde los rincones más habituales de entre los que habitamos.
Debo añadir que sospecho que San Pablo lo sintió más profundamente que estos dos,y además lo expresaba más claramente y con más precisión cuando hablaba del Dios en el que nos movemos, somos y existimos. Añadamos a la lista, junto a Hegel y Melville, a Conrad - the Horror!.
ResponderEliminarRespecto a Sartre, parece que como no superó la naúsea de ese encuentro se propuso y logró llevar adelante una vida enteramente nauseabunda.
Antes escribía usted más, don Gregorio.
ResponderEliminarLos 3 goles que va a meter Ronaldo el lunes que viene sí que van a ser una sombra de lo Absoluto...
ResponderEliminarNo, don Jesús, serán tres goles del Absoluto.
ResponderEliminarLo absoluto, para la especie humana no deja de ser una fantasia euclidea, donde las rectas son infintas, los puntos infintesimales y los planos ingrávidos.
ResponderEliminarNunca he visto un punto que no sea gordo, un recta rota o un plano que no sea curvo.
¿Absoluto dices?
Sí. Antes escribía más.
ResponderEliminarYo sigo creyendo en la diferencia ontológica entre lo primero-en-sí y lo primero-para-mí. Lo que me sorprende es que los científicos ironicen al respecto.
ResponderEliminarDhavar: Le confieso que tengo una ambigua relación con Pablo.
ResponderEliminarLola: Los griegos los llamaban phýsis. Algunos modernos creen que la phýsis entera cabe en las leyes científicas.
ResponderEliminarIncluso se puede creer que la phýsis es un fantasía erótica de los "pixapins".
ResponderEliminarMeo fuera de tiesto, pero dentro de la tête, espero, porque no me resisto a trasladarte, Gregorio, un comentario cazado al vuelo a una periodista en una retransmisión futbolística de ahora mismo: "el roce en un jugador ha afectado al devenir de la pelota". Para que luego digan que el deportge embrutece...
ResponderEliminarPerfectamente pertinente, Juan.
ResponderEliminarGracias.
Y le adjunto este comentario de Mourinho: "Gracias a Dios, me falta modestia; no ayuda"
ResponderEliminarLo que yo decía, el Absoluto
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