Ninguna de las muchas representaciones de la muerte de Sócrates,
como la de Cignaroli,
las de Peyron (y esta otra),
o la de Saint-Quentin, puede hacerle sombra a la que seguramente es la menos fiel desde un punto de vista histórico, la de David.
Hay sobrados motivos artísticos para preferirla, pero a mi lo que realmente me conmueve es la anacronía de ese Platón anciano dándole la espaldas al maestro que está a punto de beberse la cicuta. Ese pergamino que tiene en los pies, que quizás sea el del Fedón, nos permite sospechar que todo lo que está a sus espaldas y al fondo (Jantipa saliendo de la celda) no es sino una rememoración y que esa rememoración es todo lo que nosotros podemos tener presente.
En cualquier caso, cuando contemplamos el cuadro cuesta entender que Platón -un Platón más anciano que Sócratres- nos está dando la espalda. ¡Tan viva es su memoria!
¿Pero a Platón no le dolía la tripita?
ResponderEliminarEso dice uno de los personajes del Fedón. Por eso mismo me parece clarividente David.
ResponderEliminarDon Gregorio, me permito la licencia de adjuntarle la reproducción de Jacques-Louis David a una resolución mayor; merece la pena.
ResponderEliminarhttp://www.ibiblio.org/wm/paint/auth/david/socrates.jpg
Tiene usted un arrebato de razón
ResponderEliminarAQUI